miércoles, 30 de septiembre de 2009

El desierto húmedo
30-09-2009 Por Ricardo Luis Mascheroni

Como por arte de magia, de magia negra diría, las empresas exportadoras de pescados están transformando a nuestros ríos y mares continentales en este tipo de geografía, donde los recursos ictícolas marchan inexorablemente a su total extinción, producto de la pesca irracional e insustentable, agravado con el uso de tecnologías y barcos factorías, cuya tasa de extracción supera holgadamente a la tasa de reproducción natural.

El presente título suena casi a una contradicción, ya que una de las características distintiva del desierto es la ausencia casi absoluta de humedad. Pero más allá de ello, es sabido, que por lo general al término lo usamos en forma de adjetivo para indicar soledad, despoblamiento o ausencia de vida.

Tan incorporada tenemos esta acepción, que cuando asistimos a algún paseo o lugar y no encontramos a nadie, lo primero que expresamos es: No había un alma, el lugar era un desierto!!!.

Reivindicando el concepto de desierto húmedo, debo decir que los argentinos, mejor dicho un pequeño número de ellos, pero muy ávidos, con la mirada cómplice de otros pocos, y la inacción e indiferencia de muchos, se han convertido en hábiles y laboriosos constructores y hacedores (como hoy se gusta decir) de este tipo de paisajes o páramos.

Como por arte de magia, de magia negra diría, las empresas exportadoras de pescados están transformando a nuestros ríos y mares continentales en este tipo de geografía, donde los recursos ictícolas marchan inexorablemente a su total extinción, producto de la pesca irracional e insustentable, agravado con el uso de tecnologías y barcos factorías, cuya tasa de extracción supera holgadamente a la tasa de reproducción natural.

Si Ud. es un pescador habitual, o en su caso, de aquellos que cada tanto despuntaba el vicio a la orilla de algún río, arroyo o lago, seguramente ya está al tanto de esta lamentable realidad. Pero si nunca pescó en su vida, pero como muchos, regularmente camina en la costa, en cualquier costa y es de los que siempre se acerca a algún pescador y pregunta; “sacó algo maestro o como está el pique”, también le habrán informado que el pique desapareció junto con los peces.

Nadie duda ni pone en tela de juicio la legalidad de estas actividades, pero tampoco debemos olvidar que los recursos naturales, en este caso los peces, son parte del patrimonio común de las actuales y futuras generaciones y destinados al uso, goce y aprovechamiento de todos y no sólo de un grupito de personas.

La Constitución Nacional expresamente contempla esta situación en el artículo 124, cuando expresa: “Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”.

Aclaro que los peces son recursos naturales y que cuando la carta magna en el artículo transcripto, habla de la provincia, no habla de su gobierno, sino del Estado, que no son la empresas, sino que somos todos.

Desde distintos ámbitos, ya sea clubes de pesca, cabañeros, gente del río, organizaciones ambientales y una parte importante de la comunidad científica, se levantan voces que alertan sobre este ecocidio. Por lo que hoy por hoy, para darnos cuenta de esta situación, no hace falta ser ningún entendido, ni mucho menos valernos de largos y trabajosos evaluaciones e investigaciones de campo.

No obstante esta realidad incontrastable y conocida por todos, parecería ser que, según estudios realizados por el INSTITUTO NACIONAL DE LIMNOLOGIA (INALI), la UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL (UNL), el CONSEJO NACIONAL DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS Y TECNICAS (CONICET), y la SUBSECRETARIA DE PESCA Y ACUICULTURA de la SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, PESCA Y ALIMENTOS del MINISTERIO DE PRODUCCION, junto a técnicos de las Provincias de ENTRE RIOS y SANTA FE, la cosa no es tan así, a tenor de lo que se desprende textualmente de los fundamentos del decreto firmado por el Gobierno Nacional el 21-7-09, que afirma: “Que los estudios demuestran que tanto la especie sábalo (Prochilodus platensis) como sus principales acompañantes se mantienen en estado sostenible y en calidad sanitaria apta”, lo que permite que hasta el 31 de diciembre de 2010, se puedan seguir exportando: sábalo, surubí, tararira y boga.

Que “se mantienen en estado sostenible y en calidad sanitaria apta”, significa en palabras sencillas y entendibles para todos, que se puede seguir pescando, total hay peces para rato.

Probablemente coincidamos en que alguien no está diciendo toda la verdad, o que quienes dicen que el río se muere, son unos alarmistas irracionales, entre los que me incluyo.

Casi es sospechoso o por lo menos poco claro, que Argentina sea el ÚNICO país del mundo que exporta peces de sus ríos Interiores, especies que además tienen un alto valor ambiental, deportivo y turístico.

Somos unos vivos bárbaros, la tenemos más larga y nos la bancamos y qué: ¡¡¡Argentina Campeón Mundial de la exportación de pescado de río!!!, hasta el record Guinness no paramos.

En los últimos años se han efectuado infinidad de propuestas e intentado a través de distintos mecanismos impedir la crónica de una muerte anunciada, pero parece ser que ninguna de las alternativas ha dado los frutos esperados en la regeneración del patrimonio común.

Vedas, controles, aumento de las aberturas de las mallas y del tamaño de las piezas de las especies, subsidios y toda una serie de proyectos inimaginables se han ensayado, pero lamentablemente el poncho no aparece.

Menos podemos tomar en serio los proyectos de inversión millonarios y las reiteradas ofertas de parte de los frigoríficos de establecer criaderos de peces tendientes al repoblamiento del río, los cuales en uno y otro caso nunca se han cumplido y muchos menos han sido exigidas por el Estado.

Creo y espero que coincida nuevamente con mis apreciaciones, que en este tema los intereses son tremendos y las redes de complicidades están a la medida de los mismos, de otra manera no se explica que ocurran las cosas que todos vemos menos los controles oficiales.

Cabe que nos preguntemos seriamente: mejoró, todo ese movimiento económico de magnitud, las condiciones y la calidad de vida de nuestros hombres del río, o sólo ha servido para el enriquecimiento de los exportadores?

Cuándo el último pez sea extraído y nada quede para la subsistencia de los pescadores, toda la comunidad que no participó de los beneficios de esta actividad, deberá subsidiar a miles de desocupados todo el año?

Ud. sabe bien, en este país se reparten las pérdidas y nunca las ganancias.

Qué hará toda esa gente ligada al río, cuando no haya más pesca, irá a parar a las villas miserias de las grandes ciudades, transformándose en otra víctima del clientelismo político o el asistencialismo estatal?

Lamentablemente tengo que admitir, que no habrá una solución ni revertiremos el problema en la medida en que no haya un compromiso de toda la comunidad en el tema, pero si estoy seguro de aquello que Don Atahualpa Yupanqui, expresaba en “El arriero”, “Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas…”.www.ecoportal.net

Ricardo Luis Mascheroni, Docente e Investigador U.N.L. - Argentina


Bioinvasiones, agricultura industrial y transformaciones ambientales
30-09-2009 Por Dr. Ing.Agr. Walter A. Pengue

Los efectos combinados de las bioinvasiones causadas por los seres humanos amenazan los esfuerzos de conservar la agrobiodiversidad, mantener la productividad del sistema agrícola, sustentar el funcionamiento de los ecosistemas naturales y de hecho proteger la seguridad ambiental, la seguridad alimentaria o la salud humana.

El ser humano es un actor clave en los procesos de difusión de especies vegetales y animales por todo el mundo.

El caso de la agricultura, llevada a los confines de los cinco continentes durante centurias es un ejemplo paradigmático de este proceso de transformación, que por un lado permitió la instalación y expansión de cultivos básicos para la alimentación mundial, pero por otro y seguido de una forma mucho más desordenada y pulsante acompañó sólo algunos procesos que involucraron la llegada a nuevos destinos de diferentes especies, con impactos de toda índole.

Tanto de manera accidental como deliberadamente, a través de la migración, el transporte, la maquinaría agrícola, el traslado de especies y el comercio, los seres humanos continúan dispersando un número siempre creciente de especies a través de barreras antiguamente insuperables, tales como lo eran las cadenas montañosas, los océanos, las selvas, los desiertos, las zonas más inhóspitas u áreas climáticamente hostiles. Entre las consecuencias de mayor alcance de este reordenamiento se encuentra el incremento de los invasores biológicos, que pueden considerarse como especies, cuya presencia se detecta por el éxito de su instalación y que proliferan en distintos ambientes. Se distribuyen en detrimento de especies y ecosistemas nativos.

En nuestros días, asumir un mundo sin límites o con pocas limitaciones, y considerar los efectos de las bioinvasiones en la agricultura, no es sólo un ejercicio interesante sino un análisis imprescindible, en tanto los costos no sólo económicos, sino ecológicos, sociales y hasta culturales que su instalación en el medio rural, pueden generar sobre los espacios de vida y producción de millones de productores agropecuarios.

Sin embargo, a pesar de la llegada permanente de nuevas especies de plantas, animales y microorganismos, la suerte de estos nuevos inmigrantes puede llegar a ser muy disímil.

Pocas especies sobreviven y solo una pequeña fracción se naturaliza y gana terreno en detrimento de las especies nativas o de los propios cultivos implantados. De las que logran naturalizarse, la mayoría igualmente no causa una alteración sustantiva en los nuevos territorios. No obstante otras, sí lo logran. Entre estas últimas varias pueden ser las razones que han permitido alcanzar un éxito importante en la diseminación y entre ellas encontramos: la posibilidad de escapar a predatores naturales, las estrategias reproductivas, el beneficio logrado por disturbios (cambios en el uso del suelo o la tecnología), la ausencia de controladores biológicos, el aprovechamiento de nuevos escenarios climáticos o cambios en el clima y la posibilidad de ocupar nichos vacantes dejados por otras especies.

Una planta invasora, no solo puede producir cambios en el propio ecosistema donde ingresa sino que puede contribuir o alterar completamente los regímenes de fuego, el ciclo de los nutrientes, la hidrología y los balances de energía de un ecosistema nativo, también como disminuir sensiblemente la abundancia o sobrevivencia de especies nativas.

En el caso de las áreas templadas, las principales plagas de cultivos son especies exóticas. Los gastos combinados de control de plagas y pérdidas de cosechas o tratamiento de productos agropecuarios implican la aplicación de un “impuesto extra” (y un enorme beneficio para las arcas de las corporaciones de agroquímicos) a la producción de alimentos, fibras, forrajes, agrocombustibles que generalmente, es a veces transferido a los productores y a los consumidores más pobres.

Si bien la bibliografía sobre bioinvasiones en la agricultura es ya bastante rica y extensa, mucho menos lo es, el estudio de la economía de las bioinvasiones, en términos de una identificación clara y asignación de costes directos como especialmente indirectos de los procesos bioinvasivos. Es más, hasta hoy día, el costo global de las enfermedades en plantas y animales, o el tratamiento y control de especies invasoras, esta parcialmente evaluado.

Una invasión biológica ocurre cuando los organismos, transportados por el medio que fuere, llegan a nuevos territorios, a menudo muy distantes. Este proceso de transporte puede ser indeseado o promovido, como a veces sucede con “nuevos cultivos” o materiales genéticos considerados productivos en un lugar y potencialmente útiles para otros espacios y destinos, sin un análisis completo de todos los procesos involucrados. Allí estos individuos proliferan, dispersan y logran persistir.

En un sentido estricto, las invasiones no son un fenómeno nuevo ni provocado exclusivamente por los humanos. Sin embargo, la magnitud geográfica, la frecuencia y el número de especies involucradas han crecido enormemente como consecuencia directa de la expansión del transporte y el comercio en los últimos quinientos años y en particular en los últimos doscientos. Ni qué hablar de los cambios producidos con la globalización del comercio y la caída de las barreras comerciales, desde fines del siglo XX. Son pocos los hábitats de la tierra que permanecen libres de especies introducidas por los seres humanos y mucho menos pueden considerarse inmunes a esta dispersión, especialmente aquella vinculada a los procesos de introducción o transformación de la agricultura moderna.

Desde un punto de vista meramente ecológico, las consecuencias adversas de las invasiones biológicas son diversas y están interconectadas y van desde cambios importantes sobre las especies dominantes en una comunidad, las propiedades físicas del ecosistema ya mencionadas, el ciclo de nutrientes, del agua, de la energía como de la productividad vegetal de esa comunidad.

Los efectos combinados de las bioinvasiones causadas por los seres humanos amenazan los esfuerzos de conservar la agrobiodiversidad, mantener la productividad del sistema agrícola, sustentar el funcionamiento de los ecosistemas naturales y de hecho proteger la seguridad ambiental, la seguridad alimentaria o la salud humana.

La amenaza ecológica más grave producida por una especie invasora es la destrucción de ecosistemas enteros, a menudo por plantas invasoras que se expanden en el territorio de las nativas o el aumentar tanto los costos de control en un agroecosistema, que lo convierten en inviable económica y productivamente.

En el caso de la agricultura, las especies invasoras se expandieron ampliamente. Mientras en muchos casos, el cultivo compite con especies nativas, generalmente que forman parte de pastizales nativos (gramíneas y de hoja ancha), las mismas son controladas a través de manejo agronómico, herbicidas otras prácticas o metodologías más sostenibles como aquellas sustentadas en prácticas y manejo agroecológico. Asimismo, existen algunas especies invasoras que se expanden de manera sostenida dentro de los sistemas agrícolas, especialmente en los territorios de grandes extensiones donde el potencial de la expansión de la agricultura favorece procesos agroindustriales de transformación.

En el caso de la expansión de la agricultura industrial, la principal promoción para el control de las bioinvasiones pasa por el uso de agroquímicos, especialmente herbicidas. El negocio de los herbicidas se expandió intensamente en la agricultura mundial, especialmente en modelos de producción intensivos. El creciente consumo se acompaña de una creciente resistencia o tolerancia en las malezas.

En la última década, la llegada de los cultivos transgénicos ha tenido una relación directa con estos procesos. Los principales cultivos, especialmente soja y maíz, fueron en esta primera camada de eventos transgénicos, diseñados para ser tolerantes a aquellos herbicidas de mayor conocimiento y expansión mundial, como el glifosato o tolerantes al ataque de lepidópteros o bien con ambos eventos conjuntos.

La soja transgénica resistente a herbicidas es el principal evento expandido en todo el mundo, y especialmente en la República Argentina.

El nuevo evento asociado al modelo agronómico conocido como siembra directa fue el paquete ofrecido en el país para hacer frente a las malezas más importantes como el Sorgo de Alepo y el gramón (Cynodon dactylon), ambas gramíneas.

El Sorgo de Alepo es una de las malezas más gravosas de la agricultura de climas templados y ha sido en la Argentina un problema grave, desde los años treinta.

La aparición de biotipos resistentes al glifosato en la actualidad suma un escalón de problemas adicional al ya complejo conflicto del control de esta bioinvasora que está transformando y ha transformado campos y sistemas productivos de todo el país.

El Sorgo de Alepo está considerado como una de las diez principales malezas de la agricultura mundial.

Ha acompañado los planteos de la agricultura templada y subtropical en prácticamente todas las regiones del globo donde llegó, sea de manera fortuita o bien traída como especie forrajera, especialmente recomendada por su alta productividad y adaptabilidad en climas adversos. También por su producción de biomasa como por cierta palatabilidad era un elemento atractivo para la ganadería.

En la Argentina, el Sorgo de Alepo (Sorghum halepense) ingresa recomendado como planta forrajera tanto por el gobierno como por las semillerías a principios del siglo XX (alrededor del 1900).

Rápidamente se difunde en la región norte del país y también de la misma manera, se percibe su efecto pernicioso sobre los campos. En dos décadas se convierte en una plaga de la agricultura y es declarada como tal y desde allí se comienza una lucha por medios mecánicos de todo tipo y posteriormente químicos que brindaron solo victorias parciales a los agricultores a costa de enormes costos, esfuerzos y pérdidas.

Al principio de la bioinvasión del Sorgo de Alepo convencional, sólo algunos técnicos aislados alertaron tempranamente sobre las implicancias de todo tipo que la intensificación en la siembra del Sorgo de Alepo podría generar sobre la estructura económica del sector rural de principios de siglo. Es así, que el Dr. William Cross, Director de la Estación Experimental Agroindustrial de Tucumán, alertaba a través de sus escritos e investigaciones sobre el proceso en ciernes.

Impactos que pasaban por la colonización de los campos por parte del Sorgo de Alepo y los tremendos costos para su erradicación, efectos sobre los agricultores en términos de su desaliento y abandono de la práctica agrícola, costos económicos y pérdidas de campos que ameritaban una mayor dedicación por sus efectos sociales y demás.

No obstante el alerta temprano de Cross, la reacción del gobierno argentino de entonces fue tardía y aún parcial. Desde la declaración de plaga en los años treinta (20 años después de la introducción), la especie estaba prácticamente instalada en todo el país o seguía incluso siendo expandida a expensas de su siembra como forrajera, hasta la creación de una Comisión de Lucha contra el Sorgo de Alepo, no se logró por supuesto erradicar y en muchos casos siquiera controlar la invasión. Los trabajos de difusión, los medios utilizados, las publicaciones fueron acciones tardías que no pudieron frenar la difusión.

La misma maquinaria agrícola facilitaba la expansión sin conocerse aún cabalmente todos los mecanismos de reproducción y capacidades de la especie en cuestión.

Así como el Sorgo de Alepo es una maleza gravísima, para muchos considerada “la maleza perfecta” o “la pesadilla de los agricultores”, por su capacidad bioinvasiva y sus mecanismos de reproducción y adaptación, la industria agroquímica le dedico ingentes esfuerzos para “controlarlo”.

Hacia mediados de los años setenta se diseña el herbicida glifosato, uno de los herbicidas más conocidos por los agricultores. Es de los herbicidas más vendidos desde entonces, pero cuyo salto explosivo en el consumo se produjo desde mediados de los años noventa.

El glifosato, es un herbicida de amplio espectro, no selectivo y de acción sistémica, altamente efectivo para matar cualquier tipo de planta, que es absorbido principalmente por las partes verdes de los tejidos vegetales. Una vez ingresado en la planta, inhibe la acción del ácido shikimico, paso obligado hacia la síntesis de tres aminoácidos esenciales, presentes en las plantas superiores y ciertos microorganismos, pero no en los animales.

Las ventas mundiales de glifosato, superan los 2.000 millones de dólares y se estima que rondarán los 3.000 millones de dólares durante el próximo quinquenio, cifra equivalente a más de 40.000 toneladas de ingrediente activo. El glifosato cubre más del 60% de las ventas totales mundiales de herbicidas no selectivos, y tendrá aún un crecimiento mayor al incorporarse masivamente los eventos transgénicos relacionados con su consumo, especialmente la soja y el maíz.

Esta primera ola de eventos transgénicos ha sido adoptada por más de 10 millones de agricultores de 22 países ocupando alrededor de 100 millones de hectáreas en los once años desde que la tecnología se difunde comercialmente. Ocupan hasta ahora el 7% del total de la tierra agrícola disponible del mundo. Hasta hoy, el interés principal de las compañías que comercializan estos productos, se centran en aquellos países que por su dimensión territorial y consumo de agroquímicos presentasen disponibilidad para la absorción tecnológica. El 57% de estos territorios corresponden a la soja y el 25% al maíz. En conjunto el 68% de los transgénicos liberados responden a productos que son tolerantes a los herbicidas (especialmente al glifosato), el 19 a insecticidas (presentan tolerancia al ataque de lepidópteros) y el 13% presentan tolerancia a ambos.

Entre Estados Unidos (54 millones de hectáreas), Argentina (18 millones), Brasil (11,5 millones), Canadá (6,1 millones) y China (3,5 millones) alcanzan el 92% de toda la superficie mundial ocupada con organismos vegetales genéticamente modificados. Nuevos países con grandes territorios como la India y Sudáfrica, suman en promedio unas dos millones cada uno. Los demás países tienen territorios ocupados con mucha menor superficie involucrada.

El paquete tecnológico que llega a la Argentina tiene a la soja transgénica y al herbicida glifosato en su centro. Hoy ya también se promociona la difusión del maíz transgénico resistente a los herbicidas y con nuevos eventos “apilados”, en carpeta para aprobar o ya aprobados y liberados comercialmente por la SAGPyA de la Argentina. Hace diez años que los cultivos transgénicos son una realidad en el campo y el sistema agroalimentario argentino.

El paquete tecnológico de la Soja RG y el glifosato, bajo el sistema de siembra directa llegó para dos cosas: controlar y reducir el problemático control de malezas y su simplificación y potenciar la agriculturización a través de una secuencia sucesiva de cultivos agrícolas, especialmente al principio trigo y soja.

El tipo de tecnología ADN recombinante incorporada a las nuevas semillas, responde a un paquete intensivo en el uso de insumos que integra una práctica fácilmente apropiable como la siembra directa con un fuerte incremento en el consumo de herbicidas, fertilizantes, insecticidas, curasemillas, aceites minerales y riego, promovidos ampliamente tanto desde ciertos sectores de la esfera pública o privada.

Todo este proceso ha llevado a una acelerada “agriculturización” del sistema, una “sojización” del modelo que eliminó el planteo mixto y transformó, especial pero no únicamente a toda la Región Pampeana, en un área eminentemente monoproductiva. La nueva soja, es la base del modelo agrícola intensivo de producción que alcanza en Argentina, entre granos y subproductos un negocio de 11.000 millones de dólares en la actualidad. Pero si por un lado, el campo se enfrenta a una creciente concentración económica, una puja importante de las corporaciones, una tremenda distorsión en los precios y costos relativos a lo que debemos agregar el dumping desleal de las economías más desarrolladas por la vía de los subsidios agrícola, por el otro la “eficiencia productiva” del agro argentino, se sustenta en un subsidio natural relevante y una sobreexplotación del mismo que pone luces de alerta sobre la forma en que se está utilizando el suelo, la biodiversidad y los recursos naturales en este país.

En el marco general de la agricultura, la década de los noventa podrá ser recordada en el caso argentino como la “década del insumo”, pues se ha marcado claramente la explosión en el consumo de agroquímicos que facilitaron un fenomenal incremento de la producción primaria, la cual pasó de 26.000.000 millones de toneladas de granos y oleaginosas en 1988/89 a más de 94.000.000, récord de la producción granaria argentina, debido a las mayores producciones históricas de soja, maíz y trigo. Tampoco en superficie el crecimiento no para. La superficie sembrada ha crecido respecto al ciclo anterior (2006/2007) y pasó de 28,98 a 30,28 millones de hectáreas. Es decir, que siguiente la alocada carrera que generan los precios internacionales, los productores han incorporado más de un millón de hectáreas a la agricultura intensiva. Cayó para la campaña 2008/2009 por el ya remanido teleteatro entre la junta de desenlace del campo y el gobierno, pero nuevamente crecerá la soja y su siembra nuevamente en la campaña actual.

Las sojas RG (resistentes al herbicida glifosato) fueron adoptadas ya a los cinco años por la totalidad de los agricultores argentinos, adquiriendo el paquete semilla+herbicida, principalmente por el precio relativo más barato de ambos ofrecido (dentro del país) por las compañías multinacionales y la comodidad en el manejo. Esta tasa de adopción tecnológica no cuenta con ningún precedente a escala temporal que la iguale.

En velocidad de la adopción tecnológica, Argentina en el caso de los transgénicos supera ampliamente a aquella de países de fuerte base agrícola y tecnológica como los EE.UU. o el Canadá. Esta nueva tecnología, superó en el tema semillas a hitos históricos como la llegada de los híbridos de maíz o incluso el rápido proceso de refinación de pasturas, con la incorporación del alfalfa a principios de siglo. El desarrollo de estos primeros cultivos transgénicos no ha respondido como se intentó mostrar en una nueva Revolución Tecnológica que contribuiría a paliar acuciantes problemas humanos y ambientales, sino que por lo menos analizando esta primera camada de eventos se observa que se constituyen en una nueva herramienta del mismo modelo agrícola de la Revolución Verde, que si bien permitió aumentar los rendimientos físicos de los cultivos, produjo por otra parte secuelas ambientales y socioeconómicas sumamente serias. Los cambios tecnológicos y los precios internacionales del commoditie, junto con el ajuste del margen bruto tan mejorado respecto de otros cultivos para el productor, facilitaron esta explosión. Se sigue bajo el paradigma de un sistema agrícola sustentado –no sustentable– en el uso conspicuo de los recursos naturales, con una carga continua de insumos y demandas energéticas crecientes, para lograr mantener la respuesta de los cultivos sintéticos implantados.

La Argentina es uno de los países donde la técnica conservacionista de la siembra directa ha tenido más raigambre y uno de los factores que facilitó el paso de un histórico modelo de producción agropecuario mixto hacia una agricultura permanente.

Con esta técnica se ha permitido disminuir la erosión de los suelos e incluso recuperarlos, al utilizar una cubierta de rastrojos en superficie que los protege del impacto de la lluvia o el viento, pero a costa de un uso cada vez mayor de insumos químicos, especialmente herbicidas y fertilizantes y por otro lado con impactos sobre la flora microbiana del suelo y cambios en la población de plagas junto a nuevas enfermedades en los cultivos.

En respuesta a la demanda de la siembra directa, se produjeron importantes mejoras en el germoplasma de las variedades de soja, lográndose líneas mejor adaptadas y una mayor performance agronómica para los diferentes grupos de madurez, que han permitido inclusive, que se avance sobre áreas ambientalmente muy susceptibles, hacia el noreste y el noroeste del país, como decíamos abriendo directamente la frontera agropecuaria.

En la siembra directa, el rastrojo del cultivo anterior, especialmente en su volumen y calidad es muy importante. Estos restos facilitan una incorporación de la materia orgánica a través de la actividad bacteriana y demás organismos del suelo. El planteo agronómico de la siembra directa, también podría eventualmente ser aplicado en un modelo de producción agroecológica, en tanto en ese caso, debería eliminar algunos elementos que condicionan al sistema en el plano extensivo (herbicidas).

Por ello, es que resalto esta diferencia, al impulsarse actualmente lo que podemos llamar, un modelo de siembra directa industrial, que cumpliendo en parte con el mismo objetivo de no utilizar el arado y si utilizar el rastrojo en superficie, aplica herbicidas para el control de malezas (control químico) y una carga cada año mayor en volumen de agroquímicos para el control de estas malezas, que aumentan por otro lado en tolerancia y resistencia.

No obstante otros grupos de malezas entran al sistema al igual que nuevas plagas y enfermedades que demandan más agroquímicos para su control. El ya altamente costoso ataque que están sufriendo los cultivos del soja del Cono Sur, por la roya asiática de la soja (pakophora paquirrichi) son sólo un ejemplo de este proceso.

Es llamativo como se maneja en ese país la cuestión de la sustentabilidad. El discurso sobre la sustentabilidad y de la “ecoeficiencia” ha sido cooptado en Argentina por los impulsores de este modelo de siembra directa. Detrás de ellos están las grandes compañías de agroquímicos y semillas, que promueven las bondades de sus productos. Les acompañan una corte de investigadores dependientes y subyugados por las luces de un modelo económico que les nutre y apoya sus investigaciones parciales.

El sistema de siembra directa, creciente a nivel nacional –especialmente en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires– y también fuertemente promovido a escala regional, necesita insumos básicos para sostener su éxito que además de agroquímicos, demanda de maquinaria adecuada, que han crecido en la década con la misma tendencia que la primera. El principal insumo básico de la siembra directa, fue el sostenerse exclusivamente en el uso conspicuo del herbicida glifosato –cuyas características comienzan a revisarse nuevamente en la actualidad– y que en la Argentina, ha tenido una expansión en el consumo inédita en todo el mundo, alcanzando en el año 2006 valores cercanos a los 180 millones de litros de droga comercial (en 1990 el consumo no llegaba al millón de equivalente litro comercial).

A partir del año 2000, se produce también una creciente expansión del modelo pampeano hacia otras ecoregiones mucho más sensibles ambiental y socialmente, como el NOA argentino, donde las sojas transgénicas, la siembra directa y el glifosato junto con una mayor utilización de agroquímicos comienzan a aplicarse con intensidad. A ello se suma la llegada de un nuevo agricultor, poco vinculado al local y su cultura: el productor pampeano. Este trae su lógica productiva junto con una mayor capitalización y formación técnica y conocimiento de nuevas tecnologías. A este proceso de imposición de un nuevo modelo productivo pampeano a otras ecoregiones que “no son Pampa”, lo he dado en llamar “pampeanización”.

Con la pampeanización se produce una fuerte transformación del sector rural en el NOA (noroeste argentino) y la llegada de nuevas tecnologías, productos, cambios en los patrones de uso y volúmenes de aplicación de agroquímicos.

Hacia mediados de esta primera década del siglo XXI, e incluso antes, se detectan en los campos del norte, que fueron hacia soja transgénica, la aparición de matas de Sorgo de Alepo que son resistentes al herbicida glifosato y que deben ser controladas con otros herbicidas. Las matas se muestran en apariencia resistentes al herbicida y por tanto se las ha llamado SARG: Sorgo de Alepo Resistente a Glifosato. Sin embargo hasta hoy en día, no se conocen con claridad los mecanismos de esta resistencia.

Desde ese momento, el corto periodo de control sin problemas para los agricultores comienza a acortarse y se empiezan a sugerir otras formas de manejo, siempre basadas en el uso de antiguos y conocidos herbicidas como el MSMA, paraquat, 2,4 D o bien en mezclas con glifosato. Todas combinaciones cuyos controles son más parciales que el glifosato, más costosas económicamente y de mayor impacto ambiental.

Además de ser un problema serio el caso de la bioinvasión con SARG por el sólo hecho de sus graves efectos, hay que tener en cuenta que no es tampoco una maleza común, anual sino que tiene especiales estrategias de permanencia, reproducción y es una planta perenne.

En 2007, las áreas donde se encontraba el SARG no sólo involucran a las provincias del NOA argentino sino que existen rodales del biotipo, en otras provincias argentinas como Santa Fe, Córdoba, Corrientes o Santiago del Estero. Aparentemente podría estar comprometido todo el país.

Si bien sólo luego de una primera campaña oficial, son menos de 100.000 las hectáreas afectadas por el SARG, utilizando los datos oficiales, se encuentran en juego alrededor de 100.000.000 de hectáreas totales potencialmente o pasibles de ser afectadas en el comienzo de la bioinvasión. Sólo para agricultura, con los granos esenciales de exportación, la superficie asciende a más de 30.000.0000.

La campaña para el seguimiento del SARG, encuentra al país aún “desarmado” frente a la necesidad de una estrategia de seguimiento del biotipo en distintas ecoregiones, a pesar de la gravedad que pueda involucrar la expansión y extensión de este Sorgo de Alepo a escala territorial.

El problema amerita ser encarado de manera integral y holística y no parcial y bajo un escenario de corto plazo, como en apariencia parece habérselo encarado hasta ahora.

Los escenarios institucionales y económicos demuestran lamentablemente que Argentina seguirá apostando a la intensificación de su agricultura de base transgénica y acompañará solo con acciones reactivas su respuesta a los potenciales efectos de aparición de problemas como la emergencias de plagas y malezas como lo muestra el caso de la aparición del SARG, un “nuevo” Alepo resistente.

Casi ochenta años después, las acciones de política gubernamental parecen ser copiadas de aquellas que planteara la Secretaria de Agricultura en los años treinta. Desde la creación de un nuevo Comité de Luchas contra Plagas Resistentes hasta las formas de comunicación parcial utilizadas y la demanda hacia los agricultores, como si estos fueran los culpables de la instancia de aparición del Sorgo, solo permiten manifestar la preocupante situación de que el problema nuevamente no está siendo revisado de forma holística e integral y con respuestas que involucren acciones restauradoras y estabilizadoras del agroecosistema, aún a costa de pérdidas económicas iniciales en el marco de ese proceso.

En la siempre permanente recurrencia de un problema-una solución planteado ya desde las bases fundacionales de la química agrícola moderna de Justus von Liebig, los promotores siglo XXI de las compañías biotecnológicas y sus partenaires de la agroquímica sintética, festejan los nuevos escenarios por venir.www.ecoportal.net

Dr. Ing. Agr. Walter A. Pengue - Universidad Nacional de General Sarmiento, ICO. - ProECO, Programa de Economía Ecológica, GEPAMA, FADU, UBA.

Basado en la obra: BIOINVASIONES Y BIOECONOMÍA: EL CASO DEL SORGO DE ALEPO EN LA AGRICULTURA ARGENTINA (PENGUE, WA, MONTERROSO,I y BINIMELIS, R, 2009).

INFORMACION COMPLETA CUARTAS JORNADAS DE ECONOMIA ECOLOGICA Y CURSO INTERNACIONAL DE ECONOMIA ECOLOGICA www.ungs.edu.ar/ecoeco

martes, 29 de septiembre de 2009



Una reflexión y una propuesta en relación a la nueva gripe

www.catalunyareligio.cat...29/09/2009

Este documento es una traducción del original catalán que puede encontrarse en el bloc de Teresa Forcades


1. DATOS CIENTÍFICOS
  • Los dos primeros casos conocidos de la nueva gripe (virus A/H1N1 cepa S-OIV) se diagnosticaron en California (EEUU) el día 17 de abril de 2009. 1
  • La nueva gripe no es nueva porque sea del tipo A, ni tampoco porque sea del subtipo H1N1: la epidemia de gripe de 1918 fue del tipo A/H1N1 y desde 1977 los virus A/H1N1 forman parte de la temporada de gripe de cada año 2; lo único que es nuevo es la cepa S-OIV. 34
  • Un 33% de las personas mayores de 60 años parecen tener inmunidad para el virus de la nueva gripe. 5
  • Desde su inicio hasta el 15 de septiembre del 2009, han muerto de esta gripe 137 personas en Europa y 3.559 en todo el mundo 6; hay que tener en cuenta que cada año mueren en Europa entre 40.000 y 220.000 personas a causa de la gripe. 7
  • Tal y como han manifestado públicamente reconocidos profesionales de la salud – entre ellos el Dr. Bernard Debré (miembro del comité nacional de ética de Francia) y el Dr. Juan José Rodríguez Sendín (presidente de la asociación de colegios de médicos del Estado Español) – , los datos obtenidos de la temporada de gripe que ya han pasado los países del hemisferio sur, demuestran que la tasa de mortalidad y de complicaciones de la nueva gripe es inferior a la de la gripe de cada año. 8

2. IRREGULARIDADES QUE HAY QUE EXPLICAR

  • A finales de enero del 2009, la filial austríaca de la farmacéutica norteamericana Baxter distribuyó a 16 laboratorios de Austria, Alemania, la República Checa y Eslovenia, 72 kg de material para preparar miles de vacunas contra el virus de la gripe estacional; las vacunas tenían que ser administradas a la población de estos países durante los meses de febrero-marzo; antes de que ninguna de estas vacunas fuese administrada, un técnico de laboratorio de la empresa BioTest de la República Checa decidió por su cuenta probar las vacunas en hurones, que son los animales que desde 1918 se utilizan para estudiar las vacunas de la gripe; todos los hurones vacunados murieron; se investigó entonces en qué consistía exactamente el material enviado por la casa Baxter y se descubrió que contenía virus vivos de la gripe aviar (virus A/H5N1) combinados con virus vivos de la gripe de cada año (virus A/H3N2); si esta contaminación no se hubiese descubierto a tiempo, la pandemia que sin base real están anunciando las autoridades sanitarias globales (OMS) y nacionales, ahora seria una espantosa realidad; esta combinación de virus vivos puede ser especialmente letal porque combina un virus que tiene un 60% de mortalidad pero es poco contagioso (el virus de la gripe aviar) con otro que tiene una mortalidad muy baja pero con una gran capacidad de contagio (un virus de los de la gripe de cada año). 9
  • El 29 de abril del 2009, cuando hacía sólo 12 días que se habían detectado los dos primeros casos de la nueva gripe, la Dra. Margaret Chan, directora general de la OMS, declaró que el nivel de alerta por peligro de pandemia se encontraba en fase 5 y ordenó que todos los gobiernos de los estados miembros de la OMS activasen planes de emergencia y de alerta sanitaria máxima; un mes más tarde, el 11 de junio del 2009, la Dra. Chan declaró que en el mundo ya teníamos una pandemia (fase 6) causada por el virus A/H1N1 S-OIV 10; ¿cómo pudo declarar algo así cuando, de acuerdo con los datos científicos expuestos más arriba, la nueva gripe es en realidad más benigna que la gripe de cada año y, además, no es un virus nuevo y ya existe parte de la población que tiene inmunidad? Lo pudo declarar porque en el mes de mayo la OMS había cambiado la definición de pandemia; antes de mayo del 2009 para poder declarar una pandemia era necesario que muriese a causa de un agente infeccioso una proporción significativa de la población; este requerimiento –que es el único que da sentido a la noción clínica de pandemia y a las medidas políticas que se le asocian– fue eliminado de la definición el mes de mayo del 2009 11, después que el 26 de abril los EEUU se hubiesen declarado en “estado de emergencia sanitaria nacional”, cuando en todo el país sólo había habido 20 personas infectadas de la nueva gripe y ninguna de ellas había muerto. 12

3. CONSECUENCIAS POLÍTICAS DE LA DECLARACIÓN DE “PANDEMIA"

  • En el contexto de una pandemia es posible declarar la vacuna obligatoria para determinados grupos de personas o incluso para el conjunto de los ciudadanos. 13
  • ¿Qué le puede ocurrir a una persona que decida no vacunarse? Mientras no se haya decretado que la vacuna es obligatoria, no le puede ocurrir nada; ahora bien, si llegase a decretarse la obligatoriedad, el estado tiene la obligación de hacer cumplir la ley imponiendo multa o prisión (en el estado de Massachussetts la multa propuesta para este caso podría llegar a los 1.000 dólares por día que pasa sin que te vacunes 14).
  • Frente a esto, hay quien puede pensar: si me obligan, pues me vacuno y ya está, total, la vacuna es más o menos como la de cada año, tampoco hay para tanto…
  • Es necesario que se sepa que hay tres novedades que hacen que la vacuna de la nueva gripe sea diferente a la de cada año: la primera novedad es que la mayoría de los laboratorios están diseñando la vacuna de manera que con una sola inyección no sea suficiente y sean necesarias dos; la OMS recomienda también que no se deje de administrar la vacuna de la gripe estacional; quién siga estas recomendaciones de la OMS se expone a ser inyectado tres veces; esto es una novedad que teóricamente multiplica por tres los posibles efectos secundarios, pero en realidad nadie sabe qué efectos puede causar, pues nunca antes se había hecho algo así. La segunda novedad es que algunos de los laboratorios responsables han decidido añadir a la vacuna coadyuvantes más potentes que los utilizados hasta ahora en la vacuna anual; los coadyuvantes son sustancias que se añaden a la vacuna para estimular el sistema inmunitario; la vacuna de la nueva gripe que está fabricando el laboratorio Glaxo-Smith-Kline, por ejemplo, contiene un coadyuvante llamado AS03 (una combinación de escualeno y polisorbato que multiplica por diez la respuesta inmunitaria; el problema con esto es que nadie puede asegurar que este estímulo artificial del sistema inmunitario no provoque enfermedades auto inmunitarias graves al cabo de un tiempo (como la parálisis ascendente de Guillain-Barré) 15; y la tercera novedad, que distingue la vacuna de la nueva gripe de la vacuna de cada año, es que las compañías farmacéuticas que la fabrican están exigiendo a los estados que firmen acuerdos que les proporcionen impunidad en caso de que las vacunas tengan más efectos secundarios de los previstos (ej: está previsto que la parálisis de Guillain-Barré afecte a unas 10 personas de cada millón que se vacunen); los EEUU ya han firmado un acuerdo que libera tanto a los políticos como a las farmacéuticas de toda responsabilidad por los posibles efectos secundarios de la vacuna 16.

UNA REFLEXIÓN

Si el envío de material contaminado que fabricó la casa Baxter en enero no hubiese sido casualmente descubierto, se habría producido efectivamente la gravísima pandemia con el potencial de causar la muerte de millones de personas que algunos están anunciando. Es inexplicable la falta de resonancia política y mediática de lo que ocurrió en febrero en el laboratorio checo. Aún es más inexplicable el grado de irresponsabilidad demostrado por la OMS, por los gobiernos y por las agencias de control y prevención de enfermedades en declarar una pandemia y promover un nivel de alerta sanitaria máxima sin base real. Es irresponsable e inexplicable hasta extremos inconcebibles la billonaria inversión de euros obtenidos del erario público destinados a fabricar millones y millones de dosis de vacuna contra una pandemia inexistente, mientras no hay suficiente dinero para ayudar a millones de personas (más de 5 millones sólo en los EEUU) que a causa de la crisis han perdido su trabajo y su casa.

Mientras no se aclaren estos hechos, el riesgo de que puedan distribuirse vacunas contaminadas este invierno y el riesgo de que puedan llegar a adoptarse medidas legales coercitivas para forzar la vacunación, son riesgos reales que en ningún caso hay que infravalorar.

En caso de que la gripe siga tan benigna como hasta ahora, no tiene ningún sentido exponerse al riesgo de recibir una vacuna contaminada o de sufrir una parálisis de Guillain-Barré.

En caso de que la gripe se agrave de forma inesperada, como ya hace meses que anuncian sin tener ninguna base científica un número sorprendente de altos cargos –entre ellos la directora general de la OMS–, y de repente empiecen a morir a causa de la gripe muchas más personas de lo que es habitual, aún tendrá menos sentido dejarse presionar para vacunarse, porque una sorpresa así sólo podrá significar dos cosas: 1. que el virus de la gripe A que ahora circula ha sufrido una mutación; 2.- que está circulando otro (u otros) virus. En ambos casos la vacuna que se está preparando ahora no serviría para nada y, teniendo en cuenta lo que ocurrió en enero con la casa Baxter, pudiera ser que incluso fuera la vía de transmisión de la enfermedad.

UNA PROPUESTA

Mi propuesta es clara:

- Además de mantener la calma, tomar precauciones sensatas para evitar el contagio y no dejarse vacunar, cosa que ya proponen muchas personas con sentido común en nuestro país

- Hago un llamamiento a activar con carácter urgente los mecanismos legales y de participación ciudadana necesarios para asegurar de forma rotunda que no se podrá forzar a nadie en nuestro país a ser vacunado en contra de su voluntad, y que los que decidan libremente vacunarse no serán privados del derecho a exigir responsabilidades ni del derecho a ser compensados económicamente (ellos o sus familiares) en caso que la vacuna les cause una enfermedad grave o la muerte.

Teresa Forcades i Vila, médica, doctora en salud pública

www.catalunyareligio.cat



El dominio del agua

fetralpi...29/09/2009


La historia de opresión a los pueblos indígenas es la historia del despojo de sus aguas. Las reducciones, los repartos, las haciendas, las ciudades, las industrias nacionales, las empresas transnacionales y, ahora, la pretendida Ley de Agua no son sino formas de despojo del líquido vital a los indígenas.

Para la economía colonial el agua era de importancia definitiva. Necesitaban tener agua cercana para las minas, los obrajes, las haciendas. Los valles de los ríos se reemplazaron por calles. Las aglomeraciones urbanas absorbieron el agua del campo. El agua de los páramos está cada vez más amenazada por las transnacionales del agua. Ahora vuelve a ser indispensable para la extracción minera. La falta de agua ya ha provocado que las antiguas tierras fértiles ocupadas por los indígenas se conviertan en polvo que lo lleva el viento. Las lomas desérticas avanzan en la Sierra. Para muchos indígenas la única esperanza de agua es la lluvia. Nadie piensa que de ellos depende, en gran medida, la seguridad alimentaria del Ecuador.

En la región amazónica, los ríos están contaminados con residuos químicos que producen las extracciones mineras y petroleras, y se han convertido en una amenaza mortal. La población indígena está enferma, es altísimo entre ella el índice de cáncer, de gastritis, de enfermedades respiratorias. Pronto la maravillosa fauna y flora de la Amazonia solo las podremos ver en vitrinas y jaulas Los migrantes abandonan el campo pensando que en la ciudad ya no sufrirán por la amargura y la desesperación que produce la falta de agua o la carencia de agua pura.

Al despojo del líquido, a menudo de manera abusiva y violenta, los comuneros, han respondido con protestas colectivas tratando de negociar con el hacendado o con la empresa. Han tratado de defender su agua apelando a la justicia mishu que, bien se sabe, es manipulable y muchas veces ciega y sorda a sus reclamos. Hay juicios de años por agua en contra de hacendados que roban y la escatiman a los comuneros, y que nunca son resueltos. Es el caso, entre muchos otros más, de la comunidad Salasaca y la de San Isidro.

Frente a la diaria catástrofe ecológica, los expertos reconocen las ventajas del manejo del agua por parte de los indígenas, fieles guardianes de sus fuentes y prudentes consumidores de sus flujos. El agua en las comunidades siempre ha tenido un papel protagónico. Prueba de ello son las constantes mingas que se hacen para encausarlas y prevenirlas de la contaminación y el uso excesivo. La mayoría de las veces se lo hace sin contar con recursos gubernamental. Solo con la voluntad colectiva se encarga de construir acequias, canales, diques, terrazas de cultivo para garantizar los cultivos en las tierras comunales y en las parcelas familiares.

Los pueblos indígenas son esencialmente agricultores y, por eso, dependientes directamente del agua, sus culturas indígenas solo pueden ser entendidas a través de la perspectiva del agua y de la fertilidad. Hasta ahora las creencias y las prácticas más arraigadas en su conciencia se relacionan con el líquido de vida. Desde la perspectiva del Estado lo que cuenta es el crecimiento económico, que por supuesto no llega a las comunidades ancestrales. En la práctica, para el Estado el del agua no es un problema cultural y ecológico prioritario. El uso y la distribución del agua están unidos a intereses y estructuras de poder político. Y el afán manifiesto, es en definitiva, dominar la naturaleza para extraerle beneficios fines económicos, sin pensar mucho en el futuro.

Una esperanza surgió entre los indígenas con la nueva Constitución. Por fin se aceptaba que el Estado debía ser plurinacional si quería reflejar la realidad del país; parecía que por fin se abrirían espacios en el Estado y en el Derecho para los pueblos ancestrales, que se propondrían acuerdos y compromisos con las organizaciones indígenas, que indígenas y no indígenas con sus propias visiones culturales estarían en plano de igualdad, respondiendo a una búsqueda por comprenderse mutuamente. Pero en el gobierno se reproducen los temores y el menosprecio de siempre a los indígenas.

Que los indígenas mantengan autonomía en el manejo del elemento clave para la vida no solo es una garantía de sustentabilidad para ellos, puesto que su actitud es una forma visible y palpable de cuidado de la naturaleza. Además, también sería un acuerdo para comprender otras maneras de vivir y otra forma de aceptar derechos civiles fundamentales. El levantamiento indígena por los derechos al agua manifiesta el deseo de decir que sus intereses deben ser atendidos con políticas correctas, que sus derechos deben ser acogidos no con suposiciones de igualdad sino con una verdadera búsqueda de cohesión social y política


Fuente: http://fetralpi.blogspot.com/2009/09/el-dominio-del-agua.html


Sustancias tóxicas y restos humanos en el pecio del Cunski
Los treinta buques que están envenenando el Mediterráneo

La Repubblica...29/09/2009

Traducido para Rebelión por S. Seguí


Dos puntos amarillos tras el cristal de un ojo de buey. Las luces de una cámara submarina iluminan la escena. Los puntos amarillos están justo en el centro de la imagen, por encima de la fecha y hora de la carga: 12 de septiembre de 2009, 17.33. Una nueva sombra, un chorrillo de veneno sale de una fisura del casco. Otras masas negras, tal vez peces, se vislumbran en la oscuridad de los restos del naufragio. Las imágenes que parecen confirmar la “sospecha inquietante” del fiscal de Paola, Bruno Giordano: “Detrás de ese ojo de buey podrían estar los cráneos de dos marineros.” No sólo es una bomba de relojería ecológica, los restos del naufragio frente a las costas de Calabria son un ataúd. El destino final para los marineros, tanto regulares como irregulares, era el Cunski, con su carga inconfesable: un vertedero de venenos y de hombres. ¿Cuántos Cunski guardan secretos y liberan veneno en el fondo del Mediterráneo? La pregunta es la misma que perseguía hace catorce años el capitán de navío Natale De Grazia. En el corazón de la investigación, tomaba notas.

Una de las últimas, hasta ahora inédita, tiene algunos signos de interrogación y varias certezas. Vale la pena leerla: "¿Barcos? 7/8 de Italia y Chipre. ¿Dónde están y cuáles son? Cargadores y consignatarios. Punto de unión entre Rigel y Comerio. Hira, Ara, Tremiti. Bajo Adriático. Puertos de salida: Marina di Carrara m/v Akbaya. Salerno/Savona/Castellammare di Stabia/Otranto/Porto Nogaro/Río. Sulina Beirut. c/v Spagnolo. Materiales radiactivos.”

¿Cuál era el mapa a que se refería el capitán Natale De Grazia en el otoño de 1995? Nunca lo sabremos. En la noche del 12 de diciembre, De Grazia se desploma en el asiento trasero del automóvil que lo lleva a La Spezia tras el misterio de los buques transportadores de sustancias venenosas. Muerto de un ataque al corazón, dice el doctor. Sin embargo, se trata de un infarto especial, ya que poco después el capitán será condecorado con la medalla de oro al valor militar. Se inicia aquí, en este apunte inédito, el viaje en busca de los buques cargados de sustancias tóxicas, hundidos no sólo en Italia, sino en todo el Mediterráneo y el Cuerno de África.

Una historia que comienza legalmente, entre las batas blancas de los laboratorios de una agencia de la Unión Europea, se convierte en una oportunidad de enriquecimiento para personajes sin escrúpulos, y en mercancía de intercambio para traficantes de armas y personas. En el fondo, pero no demasiado, se trata de una increíble tangentópolis somalí y de la muerte todavía sin explicación oficial de Ilaria Alpi y Miran Hrovatin. El 18 de enero de 2005, respondiendo a preguntas de la investigación parlamentaria sobre la muerte de los dos periodistas italianos, el fiscal de Reggio Calabria Francesco Neri reveló que “el mapa con los puntos de hundimiento y las indicaciones de Greenpeace coinciden con los mapas de Comerio.”

La investigación sobre los buques transportadores de sustancias tóxicas se mantuvo fuera del escrutinio público durante doce años. Hasta el momento, el 12 de septiembre pasado, en que el diario Il Manifesto revela que un arrepentido, Francesco Fonti, había permitido descubrir un nuevo naufragio en el lecho marino frente a las costas de Calabria. Una historia de la que también se hará cargo ahora Comisión Antimafia. Así, la búsqueda de nuevas bombas ecológicas hundidas ha devuelto el mapa de Comerio a la actualidad.

En los documentos de la comisión de investigación aparece por todas partes Giorgio Comerio, un empresario de antenas y equipos de investigación geológica. En una entrevista afirma ser víctima de un dramático malentendido: “Me paró en la frontera un guardia de fronteras que no sabía del proyecto Euratom, es una exageración malintencionada.” Una versión que al fiscal le parece demasiado simple: “Tenía relaciones con los servicios secretos iraquíes y argentinos, y había comprado los residuos de medio mundo.”

El comienzo de la historia de los buques cargados de sustancias tóxicas está en Italia, en la orilla lombarda del lago Maggiore, en la sede del Ispra, el Instituto Superior para la Protección Ambiental y la Investigación, que trabaja en proyectos de Euratom. Es aquí donde, según el fiscal Nicola Maria Pace, en el primer decenio de este siglo toma forma un proyecto ambicioso: "En Ispra –declaró Pace en marzo de 2005– en las instalaciones del Euratom en Varese y mediante financiación japonesa y estadounidense se inicia un proyecto alternativo al sistema de almacenamiento de residuos nucleares en cavidades geológicas. A este proyecto, llamado Dodos, que contó con la participación de cientos de técnicos de todo el mundo, contribuyeron dos científicos del Enea y también Giorgio Comerio.” La idea es sumergir en el mar el material radiactivo estibado en las ojivas de los torpedos. Este proyecto será abandonado por temor a las protestas de los ecologistas. "Para evitar que las ideas de este tipo se pusieran en práctica –recuerda Enrico Fontana, de Legambiente– se firmó el Convención de las Naciones Unidas que impide el vertido de materiales peligrosos en los fondos marinos".

Comerio, en cambio, se da cuenta de que este procedimiento puede convertirse en la gallina de los huevos de oro. Crea una empresa, de nombre ODM (por supuesto, con sede en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes), y adquiere los derechos de la nueva tecnología. Descubre un juez en Liubliana (Eslovenia), que da luz verde al nuevo sistema, afirmando no está en conflicto con el Convención de las Naciones Unidas. Con ello pone en marcha el proyecto. A partir de ese momento, Comerio entra en el mercado a través de una página web y visita a los gobiernos de todo el mundo, ofreciendo disponer de los residuos a precios reducidísimos. Francia y Suiza se niegan, pero los encargos, especialmente los encargos en negro, empiezan a llegar.

El mapa de los hundimientos es el elaborado, en el Mediterráneo y en los océanos, por el grupo de científicos de Ispra. Pero ahora el proyecto está fuera de control. En las manos de Comerio cambia de naturaleza. En la audiencia ante la comisión que investiga la muerte de Ilaria Alpi, el fiscal Pace relata un aspecto increíble: la historia de "un acuerdo con una junta militar africana, que se comprometió a vender a Comerio tres islas, una de las cuales se la habría alquilado para instalar un centro de evacuación de residuos radiactivos en el mar, otra sería vendida a Salvatore Ligresti para que construyera poblados turísticos, y la tercera sería cedida al profesor Carlo Rubbia, para que pudiera instalar un pequeño reactor suficiente para suministrar energía tanto a la instalación de evacuación de residuos como a los poblados.” Rubbia y Ligresti, por supuesto, rechazaron el proyecto.

El mecanismo es imparable. Comerio contacta los gobiernos de Sierra Leona, Sudáfrica y Austria. Y propone un negocio al gobierno somalí: cinco millones de dólares a cambio de poder hundir residuos radiactivos frente a la costa somalí, más 10.000 euros de mordida para el jefe del bando vencedor en ese momento, Ali Mahdi, por cada misil hundido en el mar. Pagaderos en el extranjero, por supuesto. Todo ello confirmado por faxes enviados por Comerio en el otoño de 1994 al plenipotenciario del Mahdi, Abdullahi Ahmed Afrah, obtenidos por la comisión que investiga la muerte de la periodista Ilaria Alpi, de la RAI, que había descubierto el tráfico y, peor aún, la mordida.

Algo similar había descubierto De Grazia. Por orden del fiscal de Reggio, Francesco Neri, De Grazia había allanado la vivienda de Giorgio Comerio, en Garlasco. Era septiembre de 1995, un año después de la muerte de los periodistas en Somalia. El capitán italiano seguía las rutas de los buques de los tóxicos. Investigaba el Riegel, hundido en 1987 en el Mar Jónico, y el Rosso, encallado frente a Amantea el 14 de diciembre de1990.

Hubo “al menos treinta” barcos cargados con sustancias tóxicas, según varios arrepentidos. En la cabina de mando del Rosso se descubre un mapa de los sitios de hundimiento, el mismo que fue encontrado, cinco años después, en la casa de Comerio. De Grazia investiga los hundimientos pero también las rutas. Y descubre que si bien el cementerio de las sustancias tóxicas está en los mares del sur de Italia, los puertos de partida se hallan en el norte, en ese misterioso rincón entre la Toscana y la Liguria, donde se reúnen dos condiciones favorables: la zona militar de La Spezia y las canteras de mármol de los Alpes Apuanos. La zona militar garantiza la confidencialidad y los gránulos de mármol cubren las emisiones de los residuos radiactivos: “Íbamos hacia La Spezia –informa hoy uno de los que se encontraban en el automóvil de De Grazia en su último viaje, el 12 de diciembre– para comprobar en el registro naval los nombres de cerca de 180 barcos hundidos sospechosamente en los últimos años y que habían zarpado de esa zona”. El capitán nunca llegaría a La Spezia. Pero ya había descubierto muchas cosas.

Sabía, por ejemplo, que en casa de Comerio había una cartera de mano, una carpeta –cuenta Neri– en la que figuraba escrito “Somalia” y el número 1831. En la carpeta estaba el certificado de defunción de Ilaria Alpi. Hoy, por supuesto, desaparecido de los archivo.

S. Seguí es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística.

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los autores, el traductor y la fuente.

Fuente: http://www.repubblica.it/2009/09/sezioni/cronaca/nave-veleni/trenta-navi/trenta-navi.html

lunes, 28 de septiembre de 2009

Contaminación
www.ecoportal.net...28/09/2009

Introducción de agentes biológicos, químicos o físicos a un medio al que no pertenecen. Cualquier modificación indeseable de la composición natural de un medio.

Las Tierras
Las tierras húmedas (pantanos, manglares) se encuentran entre los ecosistemas que más vida generan. De ahí su enorme importancia ecológica y el peligro que supone su desaparición. La primera evaluación global efectuada revela que más de 1,200 millones de Ha de tierras (equivale a la superficie combinada de China y la India) han sufrido una seria degradación en los últimos cuarenta y cinco años, según datos del World Resources Institute.

Las Aguas
Contaminar el agua es contaminar la vida misma. Todo el ciclo biológico, reproductivo y alimenticio del hombre, los animales y el mar queda profundamente afectado. En la actualidad, todos los mares del mundo están afectado por los derrames de petróleo. Casi cada año se derraman en el mar 3,5 millones de barriles.

El Aire
Cualquier partícula de materia sólida o gaseosa que se acumule en al atmósfera y llegue a producir efectos negativos para la vida o el medio ambiente, es considerada contaminante. La contaminación del aire, puede deducirse, es un viejo problema. Hace un siglo, era causada principalmente por las chimeneas que atestiguaban el auge de la Revolución Industrial. Hoy, las fuentes se han diversificado y los efectos se han expandido.



Fórmula 1 nocturna: Asesina del clima

Globalízate...28/09/2009


Mientras cada día tenemos noticias más preocupantes sobre el cambio climático, acaba de finalizar el segundo gran premio nocturno consecutivo de la historia. La asociación Globalízate considera que si de por si la formula 1 es incompatible con la lucha contra el cambio climático por su dependencia de la quema de combustibles fósiles, realizarlo por la noche es un ejemplo de un derroche energético innecesario.

El impresionante consumo de electricidad para iluminar el trazado es otro ejemplo más de la hipocresía en la que vivimos instalados, lo mas importante es la diversión, el espectáculo y por supuesto las audiencias televisivas en Europa. Es lamentable el ejemplo que están dando los equipos de Fórmula 1, sus patrocinadores y algunos medios de comunicación.

No se ha reparado en los 1.500 focos de 2.000 vatios que iluminan el trazado del circuito urbano de Singapur. Con ello, se da la sensación a la sociedad de que se pueden seguir haciendo estos derroches, cuando en la próxima cumbre de Copenhague se tendrán que abordar de manera urgente medidas que nos lleven a un escenario de menos consumo de combustibles fósiles y más ahorro y eficiencia energética.

Mientras que el cambio climático y la reducción de emisiones no sea el asunto prioritario de los gobiernos y ciudadanos no se va a resolver el problema. Si ya es demasiado tarde, entonces sentemos en nuestros sofás, encendamos la tele y disfrutemos con las pericias de los pilotos dando vueltas y más vueltas para que al final gane el que tenga mejor coche.

Pero si no es demasiado tarde, entonces hagamos todo lo contrario, apaguemos las televisiones y protestemos contra esta injusticia social; mientras unos disfrutan en sus bólidos, otros sufren las terribles consecuencias del calentamiento global. Así, por lo menos no seremos cómplices del aumento de la temperatura en nuestro planeta, la subida del nivel del mar o el derretimiento de los glaciares. Que sepamos, este planeta es el único que tenemos.



La letra pequeña de la nueva vacuna del SIDA

Rebelión...28/09/2009


Durante los días 24 y 25 de septiembre fue noticia el resultado de un ensayo clínico de vacuna contra el sida. La euforia era evidente en el tono de todas las informaciones periodísticas, sin embargo, algunos detalles curiosos no llamaron la atención.

El ensayo clínico se hizo en Tailandia, con la excusa de que allí hay mayor número de infectados de sida. Pero se trataba de vacunar, no hacía falta que estuvieran infectados, al contrario, no deben estarlo. Aunque se dijo que el estudio estuvo “coordinado” por el Ministerio de Sanidad de Tailandia, fue llevado a cabo por la multinacional farmacéutica Sanofi-Aventis y financiado, atención, por... ¡el ejército de Estados Unidos!

Existe un último dato escalofriante, para hacer el ensayo se recurrió a dos grupos de “voluntarios”, integrado cada uno de ellos por 8.197 personas sanas. Es obvio que no es fácil encontrar en los países desarrollados más de dieciséis mil ciudadanos sanos dispuestos a que se experimente con ellos administrándoles dos compuestos consistentes en virus supuestamente desactivados del sida. El dato en que se basa la valoración de su efectividad es que, después de tres años de tratamiento, del grupo placebo se infectaron 74 personas y del vacunado 51. Se trata sin duda de un porcentaje alarmante, casi una de cada cien personas del primer grupo, Para que se alcanzasen esas cifras de infección, es evidente que era necesario que en esos tres años no se hubiesen puesto en marcha programas de información y prevención. Si hubiese sucedido se alteraría el estudio y no se podría valorar la efectividad de la vacunas, es decir, era fundamental que siguiesen infectándose a ese ritmo, sin ninguna medida de prevención de la enfermedad, para que el experimento pudiera ser válido.

Teniendo ahora en cuenta el nivel de pobreza de Tailandia y la baja calidad de asistencia sanitaria -que se aprecia en las fotografías de estos reportajes sobre la vacuna- es evidente que muchos de los infectados terminarán muriendo por la enfermedad. Lo más inquietante es que los descendientes de estos desgraciados que habrán muerto experimentando en ellos una vacuna de sida nunca podrán usarla cuando sea eficaz porque no dispondrán de dinero para pagarla.

Nada de todo esto parece que mereció nuestra atención cuando leíamos con alegría el “éxito” de la futura vacuna.

domingo, 27 de septiembre de 2009



Honduras: Alto al uso de armas químicas por fuerzas militares! Solidaridad con el pueblo hondureño y su legítimo presidente!
27-09-2009

La represión al pueblo hondureño y la persecución de sus dirigentes está cobrando víctimas cada momento. Ninguna democracia puede funcionar bajo estado de sitio. Una vez mas convocamos a la opinión pública internacional a exigir sean respetados los legítimos derechos del pueblo hondureño de apoyar y continuar junto a su legítimo Presidente Manuel Zelaya el proceso constitucional emprendido.

Denuncia mundial urge misión internacional médica Honduras: Alto al uso de armas químicas por fuerzas militares - Juan Almendares

Los ocupantes de la Embajada de Brasil que acompañan al Presidente Manuel Zelaya Rosales, esposa y familia, comunidades y marchistas están siendo objeto de lanzamiento de armas químicas desde helicópteros y aviones o bien utilizadas por las tropas, aparatos sofisticados de radiaciones sónicas y electromagnéticas que han producido cuadros severos de diarrea, vómitos, hemorragia nasal, gastrointestinal tanto en las personas ocupantes como en las comunidades.

De acuerdo al cuadro clínico podrían se deben a la utilización de sustancias toxicas entre las cuales están: plaguicidas, componentes químicos de los gases, sustancias radiactivas como cesio radioactivo, hongos tóxicos.

Urge misión internacional médica de la ONU, organización mundial de la salud (OMS) , estamos ante una guerra irregular contra el pueblo de Honduras. Las Fuerzas Armadas no dejan entrar a la Embajada de Brasil a médicos ni a la Cruz Roja internacional violan todos los tratados y convenciones internacionales de salud, respeto a los derechos humanos Favor hacer llegar este llamado urgente en nombre de la vida y el amor a la humanidad planetaria

Tegucigalpa 24 de septiembre 2009

Juan Almendares - Director Ejecutivo del Centro de Prevención, tratamiento y Rehabilitación de las Victimas de la Tortura y sus familiares (CPTRT).