miércoles, 31 de marzo de 2010

Entrevista a Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos
"Algunos países están en una situación desesperada"

Le Temps...31/03/2010




El Programa Mundial de Alimentos (PAM), con sede en Roma, da de comer cada día a 90 millones de personas. Su directora, Josette Sheeran, afirma que en la actualidad hay más personas hambrientas que nunca antes en la historia de la humanidad. La estadounidense Josette Seheeran, que accedió en 2007 a la dirección del PAM, estuvo de paso el viernes en Montreal, donde se celebraba la Conferencia Anual sobre la Ayuda Humanitaria del Departamento Federal de Asuntos Exteriores.

¿La crisis económica mundial deja al PAM de recursos?

La triple crisis –alimentaria, energética y financiera- ha hecho elevado el número de personas que padecen hambre a niveles históricos. Hay muchas más personas hambrientas en el mundo que nunca antes en la historia de la humanidad. Son más de mil millones, la sexta parte de la humanidad. Pero en el año que estalló la crisis, 2008, recaudamos más dinero que nunca, entre otros 500 millones de dólares del rey de Arabia Saudí, el mayor cheque de todos los tiempos. Y el año pasado fue el segundo mejor año del PAM (4.000 millones de dólares recaudados, N. de R.). El sector privado nunca nos había donado tanto. Por lo tanto el mundo ha establecido sus prioridades de forma adecuada. En el caso de Haití la generosidad ha sido extraordinaria, incluso por parte de los particulares, cuyas donaciones superaron el récord del tsunami. El problema es que a pesar de esa generosidad las necesidades aumentan de tal forma que tenemos problemas para mantenernos. Tenemos muchos llamamientos que no podemos financiar.

¿Por qué aumentan tanto las necesidades?

Es el resultado de una combinación de factores. Durante la crisis alimentaria los precios de los alimentos se doblaron de un día para otro. Según la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura) en la actualidad los precios siguen en los mismos niveles muy elevados en el 80% de los mercados en desarrollo, aunque hayan bajado a nivel mundial. Además la crisis financiera ha hecho caer las remesas de dinero que enviaban los trabajadores emigrantes a sus países. Las consecuencias son importantes. También la inversión extranjera ha disminuido en esos países, resecando el mercado laboral. Así, a las personas más pobres del mundo les golpean al mismo tiempo la subida de los precios de los alimentos y la disminución de los ingresos.

¿Hay zonas de esperanza? ¿Países que consiguen la autosuficiencia?

El PAM ha puesto fin a sus actividades en más de 35 países en los últimos treinta años. El ejemplo más notable es el de China. Hace 25 años era nuestro programa más importante. Ahora el Gobierno tiene sus propios programas. Estuvimos muy presentes en Brasil. Ya no hace falta, se ha convertido en un contribuyente del PAM, igual que Sudáfrica. Incluso países como Malawi, que ha contribuido al llamamiento por Haití, cada vez se vuelven más autosuficientes. Sí, muchos países han roto el ciclo del hambre. Pero otros permanecen en una situación desesperada. En el Cuerno de África había de media una sequía cada siete años. Con el cambio climático estamos ya en el quinto año de una sequía devastadora. El PAM se encarga de 18 millones de personas en la región.

Sudán es otra preocupación

Darfur es un ejemplo del milagro que puede producirse cuando el mundo se moviliza para no dejar que mueran las personas. El PAM alimenta cada día a cuatro millones de personas en Darfur. Sin el Programa esas personas no tendrían ninguna esperanza. Es al mismo tiempo trágico y doloroso ver a esa población sostenida por el mundo. El sur de Sudán también está en crisis. En total, en ese país hay 11 millones de personas necesitan ayuda. Esta situación se debe en gran medida a las guerras sobre el terreno porque en realidad Sudán es un país con capacidad de producción.

¿África es el continente principal de sus actividades?

Sí, no fue así durante el tsunami pero ahora más del 70% de nuestras actividades se desarrollan en África, aunque Haití se ha convertido en un objetivo muy importante.

¿Ahora tienen controlada la situación de Haití?

Para los próximos años Haití es un enorme desafío humanitario. La malnutrición ya era muy elevada antes del terremoto. Todo está devastado en proporciones históricas. Y ahora llega la temporada de huracanes. Estamos en estado de alerta. Debemos estar atentos tanto en el frente de la financiación como en el de nuestras capacidades. Pero la situación ha mejorado bastante. Después de la pesadilla logística del principio conseguimos llegar a los más necesitados. Más que los delitos el auténtico desafío es la desesperación: cómo organizar las distribuciones ordenadamente para garantizar que cada uno obtenga su ración de forma segura. En eso estamos ahora.

Más de mil millones de personas necesitan alimentación con urgencia. ¿Cuántas de ellas están a cargo del PAM?

Nuestros medios sólo nos permiten atender al 10% de esas personas. Por lo tanto tenemos que determinar quiénes son los más necesitados. Nuestro trabajo es establecer quiénes son los más necesitados, los lugares que tenemos que diferenciar y aquéllos en los que somos bien recibidos.

Un panel de la ONU escribió recientemente que en Somalia se desvió el 50% de la ayuda del PAM. Usted rechaza esa acusación

El panel en cuestión tenía la misión de vigilar el tráfico de armas y no hizo ninguna investigación en el ámbito alimentario. Sólo fue una conversación y se publicó como un hecho.

¿Según usted no hay pruebas?

No, nadie lo ha verificado. Si esa información fuese cierta querría decir que desaparecieron 10.000 camiones de alimentos. Lo sabríamos, cómo vamos a ignorar pérdidas de esa magnitud. Aunque Somalia es el entorno más peligroso y con menos legislación de todos en los que actuamos. En enero nos tuvimos que retirar del sur del país porque nos enfrentábamos a las exigencias (de los insurgentes islamistas, los shebab, N. de R.) que ya no nos permitían garantizar la distribución de alimentos. No nos quedamos en los lugares cuando no estamos seguros de que podremos atender a las poblaciones.

Traducido para Rebelión por Caty R.

Fuente: http://www.africatime.com/rwanda/nouv_pana.asp?no_nouvelle=517835&no_categorie=2

martes, 30 de marzo de 2010

AGRADEZCO DE MANERA ESPECIAL A LOS USUARIOS Y USUARIAS QUE A DIARIO VISITAN MI SITIO WEB,
***EDUCACIÓN TECNOLÓGICA***, POR HABER LOGRADO ALCANZAR LAS 5.000 VISITAS, HECHO QUE NOS LLENA DE REGOCIJO; Y A LA VEZ NOS ESTIMULA PARA SEGUIR ADELANTE Y DESDE ESTA PEQUEÑA TRINCHERA, SEGUIR PUBLICANDO INFORMACIÓN DE INTERÉS PARA EL DEBATE DE IDEAS, PROPIO DE NUESTRA ÉPOCA. Daicy Guzmán
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La incineración agrava el cambio climático

Daphnia...30/03/2010


Qué es mejor para el medio ambiente, las emisiones resultantes de la producción de un producto o las emisiones resultantes de la producción del mismo producto dos veces? La respuesta a esta simple pregunta nos permite entender por qué la incineración agrava el cambio climático: quemar un residuo que podría ser reciclado o reutilizado es imposible que sea bueno para luchar contra el calentamiento global, por la sencilla razón de que a las emisiones de la quema se tienen que añadir las emisiones resultantes de producir el producto de nuevo (extracción, producción, transporte, etc...).

En la actualidad, se estima que el porcentaje reciclable, reutilizable o compostable se sitúa entre un 60% y un 90% de los residuos totales. En Flandes, Bélgica, reciclan un 75% de los residuos. Si en España (cuyo porcentaje de reciclado se sitúa en torno al 30%) hubiera la voluntad politica de llegar a porcentajes similares, el debate sobre la necesidad de incineracion quedaría automáticamente obsoleto. El 25% de los residuos restantes se puede estabilizar biológicamente (obteniendo energía en el proceso) y enviarlos a vertedero mientras se desarrollan estrategias para reducir paulatinamente la fracción residual.

El debate sobre la incineración y el cambio climático sólo favorece a la industria incineradora mientras que perjudica al erario público, a los ciudadanos, a las generaciones futuras y al clima. La industria incineradora se empeña en comparar la incineración con los vertederos de diez años atrás, donde la materia putrescible se pudría sin control y emitía metano (mucho más perjudicial que el CO2).

Este escenario ya no es válido, pues la directiva de vertederos (99/31/CE) se ha encargado de reducir la materia orgánica en los mismos. Además, cuando la industria incineradora publica sus emisiones deduce un 60% (1) del carbono emitido por ser éste biogénico (por ejemplo, el que contiene la materia orgánica de los residuos). Este hecho "esconde" el 60% de las emisiones y no tiene en cuenta que, cuando hay una buena separación de la materia orgánica en origen y el papel se recicla, la parte biogénica se reduce considerablemente. La propia industria incineradora admite que, hoy, después de la recogida selectiva, el porcentaje de carbón biogénico representaría entre un 35% y un 48%. Este "matiz" provoca que las emisiones de una incineradora igualen a las de una planta de gas. Si incluyésemos todo el carbono biogénico en la ecuación (tal y como exigen los científicos del IPCC cuando se comparan fuentes de energía) veríamos cómo las emisiones de las incineradoras superan las de una planta de energía que utilizase carbón (2).

Pero aunque fuera cierta la presencia de un 60% de carbón biogénico en los residuos, sigue siendo un error considerar estas emisiones como neutrales desde el punto de vista del CO2, pues si la fracción biogénica (sobre todo orgánica y papel) se compostara, primero sacando energía con digestión anaeróbica y luego devolviendo el compost a la tierra, se conseguiría ganar un tiempo precioso en la lucha contra el cambio climático. Lo que nos interesa es reducir las emisiones de CO2 lo más rápidamente posible mientras descarbonizamos nuestro estilo de vida para retrasar la subida de la temperatura del globo. Si el residuo se quema, todo el carbono se emite directamente a la atmósfera; si se composta se consigue retrasar este proceso "secuestrándolo" unos preciosos años. Además, devolver el carbono a la tierra ayuda a luchar contra la desertización en un país como España, donde los suelos son pobrísimos en materia orgánica. No olvidemos que la deforestación es responsable de un 25% del cambio climático.

Es sorprendente que algunos Estados como España den primas a las incineradoras por su producción de "energía renovable". Cuando lo que hacen es quemar residuos que podrían ser reciclados o compostados (se estima que un mínimo del 50% de los residuos que se queman o se entierran en la Unión Europea son reciclables (3) con el consiguiente ahorro energético y de recursos, así como el mejor efecto sobre el medio ambiente que significa el reciclaje.

Las emisiones de la incineración no se deben comparar con vertederos de diez años atrás sino con las emisiones del reciclaje, la reutilización, el compostaje o la reducción de residuos. Además, en el siglo XXI se tienen que promover formas eficientes de generar energía; una incineradora tiene una eficiencia energética de un 30% frente al 80% de la energía solar (4). Por otra parte, las incineradoras son una forma de incentivar la generación de residuos, algo insostenible en un mundo con recursos finitos y en el que tanto la UE como el Estado español afirman querer desacoplar el crecimiento económico de la generación de residuos. Finalmente, el objetivo de querer vender la quema de residuos como beneficiosa para el medio ambiente está basado exclusivamente en intereses empresariales y no de lucha contra el cambio climático o a favor de una sociedad más sostenible. Es de vital importancia que las autoridades dejen de caer continuamente en operaciones tan claras de greenwashing (lavado verde). La incineración contribuye directa e indirectamente al cambio climático.

Joan Marc Simón es Coordinador en Europa de GAIA (Global Alliance for Incineration Alternatives)

Notas:

(1) "Waste-to-Energy and the revision of the waste framework directive" CEWEP, by Kees Wielenga Fact. (febrer 2008).

(2) "A Changing Climate for Energy from Waste?", EUNOMIA, Dominic Hogg, March 6, 2006

(3) http://www.foe.co.uk/resource/reports/gone_to_waste.pdf

(4) Murphy, J.D. and E. McKeogh (2004) "Techincal Economic and environmental analysis of energy production from municipal solid waste" Renewable Energy 29 (7): 1043-1057.

Fuente: http://www.istas.net/web/daphnia.asp?articulo=958

lunes, 29 de marzo de 2010

Argentina
La salud en los tiempos del glifosato

medioymedio.com...29/03/2010


“Si no se puede usar el glifosato, no se puede sembrar soja, hay que plantar otra cosa”, manifestó al medio APF Digital de Paraná el secretario de Medio Ambiente de Entre Ríos, Fernando Raffo quién agregó: -“El Senasa, cuando habilita un producto o una nueva fórmula, la hace pasar por una serie de controles. Habría que ver si esto se está cumpliendo y si se siguen los protocolos”
Siguiendo casi la misma lógica el propietario de Servicios Agropecuarios “La Elena” en un programa radial de Ceres Santa Fe dijo -“El glifosato que se vende en la Argentina es de faja color verde. No hace daños ni a las abejas, no hace daño al agua que toman los humanos, y no tiene poder residual. Eso se fogueó y se impulsó mucho más cuando este gobierno decidió pelearse con el campo".
Nada nuevo en las continuas manifestaciones de los defensores del herbicida. El foco es captar a la audiencia neófita y desconocedora del tema, pero además juegan con los tecnicismos. Pulverizar que para el lego es fumigar parece la principal preocupación cuando lo que realmente importa es que cada uno cumpla la función que le compete.
El deber de “Programar, ejecutar y evaluar la formulación, certificación de uso, comercialización, expendio y aplicación de agroquímicos, recursos biológicos, recursos biotecnológicos, fertilizantes y enmiendas destinadas al uso agrícola y forestal, por su posible perjuicio a la integridad y conservación del suelo y el ambiente”, entre otras cosas, como dispone la Resolución 1002/2003 del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología”. Un derecho y un deber que desconoce mucha gente.
Para los defensores del herbicida las investigaciones realizadas desde la década del 90 por los doctores Horacio Lucero (Chaco), Hugo Gomez Dimaio (Misiones) y Rodolfo Paramo (Santa Fe), fueron solo un hobbie dados a conocer en la era K. La cuestión es que muchos de esos niños ya fallecieron o sufren de alguna discapacidad a causa del glifosato. Irremediablemente nos preguntamos si es ético investigar el daño cuando ya está hecho y es irreversible. Sin embargo las víctimas parecen ser los nuevos rentistas, en la escena de la frontera agropecuaria que arrasa con todo lo que esté en el camino. Y eso incluye también a las personas.
-“La agricultura moderna se ha triplicado en los últimos 50 años, pero es altamente dependiente de insumos externos y pesticidas. Los límites económicos y ecológicos de ésa agricultura, ya han sido alcanzados, y ahora están decreciendo o estabilizándose .La guerra contra las plagas es fútil. Las pérdidas son de un 30 % iguales a las de hace 50 años a pesar del avance del manejo de plagas y a la aplicación de mayores cantidades de pesticidas”, afirmaba hace seis años atrás el profesor de agroecología de la Universidad de California- Berkeley, el ingeniero agrónomo Miguel Altieri.
En días pasados el presidente honorario de Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa AAPRESID, en un correo electrónico enviado a los medios, expresó que -“Los productos químicos, antes de ser autorizados para el uso en el control de plagas en agricultura, pasan por rigurosas pruebas de toxicidad y en el caso de tener alguna molécula tóxica o que posea estos grupos químicos, son rechazadas”. Desconoce que el principio de equivalencia sustancial, es un concepto vago que no ayuda a cumplir con el exámen riguroso y el etiquetado preciso de miles de productos, que es un derecho de los consumidores y una exigencia científica y ética que no se evidencia en la realidad.
El representante de AApresid dice también que: "Hay intencionalidad en la información, como si los productos se aplicaran en cualquier lugar”. Lo que hace suponer que nunca vió un “mosquito” dentro del ejido urbano o fumigando a altas horas de la noche a metros de las viviendas. Dice además que las denuncias “marketineras” no pueden “comprobar” causa-efecto. Desconoce que el principio precautorio es operativo aunque la causa y efecto no hayan sido totalmente determinadas de manera científica. El nexo causal de una posible contaminación o afección a la salud puede presumirse, por ello muchos profesionales del derecho son tildados de “progresistas”.Llamarlos así deja en evidencia la oposición a la "libertad, igualdad y fraternidad” que propugna ésa doctrina, como si el sojero fuera la clase privilegiada actual, todo lo demás es de izquierda y lo ataca. Victimizando al pseudo-campo, cuando el verdadero campo, no forma parte de la extorsión incesante de la que hacen uso y abuso. Y en eso los muchachos incluyen ambiente, economía y una forma de pensar el país digno de las épocas más infames.
Los productores alegan el “perjuicio que se causa a la economía del país”. Mi respuesta es que los bolsillos de unos pocos me tienen sin cuidado, y sí es preocupante los perjuicios que ello provoca a la salud del país. Entre combatir el dengue y combatir las plagas de oleaginosas hay un abismo de diferencias. El primero lo realiza el Estado como prevención, lo segundo los particulares, lo que hace inadmisible la comparación que alegan. La discusión de fondo: un país para ellos.
La exageración de los "sojifóbicos", como nos llaman, “es producto de la ignorancia o de fundamentalistas”. En el caso de las plagas del arroz seríamos algo así como “arrofóbicos” siguiendo con animus iocandi el criticandi de los epítetos usados para identificarnos.
Días pasados también un cooperador de la comuna de La Criolla Santa Fe, tuvo la brillante idea de seleccionar soja en la vereda de una familia con graves problemas de salud, lo cual ya fue cuestionado en la campaña anterior por depositar semillas en un galpón pegado a la vivienda de la calle 20 de junio Nº 129 de esa localidad.
La familia de apellido Franco, compuesta por María, operada del corazón, medicada por hipertensión e hipoglucemia, tiene a su esposo Mario con alergia crónica e hipercolesterolemia, con trastornos de angustia y ataques de pánico. Síntomas parasimpáticos por acción de agrotóxicos, que bien describe el Dr Marcelo Dignani a cargo de los grupos terapéuticos del Hospital Paroissien del partido La Matanza, donde miles de niños de cinco escuelas son afectados por la fumigación de las vías del ferrocarril Línea Belgrano Sur, en Rafael Castillo para evitar el segado manual, según reconoció TBA ante el reclamo de otras localidades bonaerenses.
La hija del matrimonio, Lorena, también padece de alergia. La vivienda además se encuentra frente a la planta de silos de la Cooperativa de Gobernador Crespo, sucursal La Criolla.
-“Mi preocupación se extiende a los cientos de chicos que habitan el barrio, ya que no escuchan nuestros reclamos por los olores y el polvillo que despiden los silos, comenta Mario. A metros de allí funciona una Capilla donde madres voluntarias sirven la taza de leche a los pequeños.
Zunilda Genero, otra vecina entrevistada recuerda las veces que le dijeron que iban a fumigar “que no salga fuera de la casa”. -“Pensamos que ya era cosa del pasado, pero la ordenanza no se respeta”. Su certificado médico de fecha 19/02/10 diagnostica “Intoxicación por fumigación” con recurrentes problemas respiratorios y hepáticos. La Criolla cuenta desde hace un año con la ordenanza N°584/2009 lograda en respuesta al petitorio que redacté personalmente con fecha 25/02/09 , entregado a la Comuna por Oscar Brasca representante de “ Vecinos Autoconvocados”.
Dicha ordenanza: -Prohíbe la circulación y/o permanencia dentro del área urbana de mosquitos"fumigadores o de índole conexa y/o relacionadas.(…) Prohíbe la aplicación aérea y/o terrestre de cualquier producto fitosanitario en terrenos ubicados a distancias menores de 1500 metros del límite del área urbana. Pero para algunas personas parecería haber excepciones. Llámese negligencia, ineficacia, desidia o complicidad.
Las conclusiones sobre el "Marco legal aplicable al manejo de pesticidas en la Argentina" de la Fundacion Ambiente y Recursos Naturales (FARN) expresa que "Uno de los mecanismos más utilizados por las autoridades provinciales es la receta agronómica (para poder comprar un pesticida el productor agrícola/industrial debe contar con una receta expedida por un asesor técnico/profesional habilitado) y en menor medida la fiscalización in situ. Sin embargo, éste método se presenta como una débil herramienta de control debido a su falta de inmediatez sobre el uso real del producto".
Esa es la realidad, maquillarla con buenas prácticas ya no da resultados.

domingo, 28 de marzo de 2010

Entre los más afectados están Guinea y Sierra Leona.
La endémica pesca ilegal golpea duramente a los países más pobres del oeste de África.

IPS...28/03/2010


La práctica predomina en la zona centro-oriental del océano Atlántico y se extiende a las aguas jurisdiccionales de unos 15 países africanos, desde Marruecos y Mauritania, en el norte, hasta Angola, en el sur.

Las pérdidas económicas sólo para los países de África subsahariana "ascienden al menos a 1.000 millones de dólares al año", dijo a IPS Saskia Richartz, directora de políticas oceánicas de la organización ambientalista Greenpeace. "No existen" mecanismos para hacer cumplir las normas internacionales en la materia.

La mayoría de las compañías y los barcos involucrados en la pesca ilegal navegan bajo bandera de países como China, Indonesia, Panamá y Rusia, pero también de la Unión Europea (UE) y de otras naciones industrializadas, como Italia, Japón y Portugal.

La pesca ilegal es aquella que realizan barcos con bandera nacional o de otro país en aguas jurisdiccionales de un Estado soberano sin permiso de sus autoridades o en contravención de sus leyes y normativas.

Las aguas jurisdiccionales, conocidas como zonas económicas exclusivas, son áreas marítimas sobre las cuales un Estado tiene derechos especiales de explotación y exploración.

También se considera pesca ilegal a la que realizan barcos con bandera de países que ratificaron acuerdos internacionales, pero que contravienen medidas sobre gestión y conservación dispuestas por los tratados.

El problema empeoró en los últimos 10 años, según el Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural (CTA), órgano de la UE creado para asistir a los países de África, el Caribe y el Pacífico en materia de desarrollo.

Las pérdidas causadas por la pesca ilegal en el mundo se estiman entre 9.000 y 24.000 millones de dólares al año. La mayoría de las fuentes evalúan la captura entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado, lo que equivale a entre 10 y 22 por ciento de la producción total.

Además, los datos no toman en cuenta los daños ambientales causados por la sobreexplotación pesquera, que diezmó a numerosas especies de peces como el atún y el bacalao.

"La captura ilegal en el oeste de África se estima en más de 40 por ciento de la autorizada", según la consultora MRAG, con sede en Londres, dedicada a "promover un uso sustentable de los recursos naturales mediante la gestión integrada de políticas y prácticas".

En la zona económica exclusiva de Guinea, las pérdidas por ese flagelo se estimaron en 110 millones de dólares en 2009, según un informe del Departamento de Desarrollo Internacional, de Gran Bretaña.

La situación en las aguas territoriales de Guinea es "la peor de África", lo que quiere decir que es la peor del mundo, según la Fundación de Justicia Ambiental, con sede en Londres.

Ese país africano pierde unas 34.000 toneladas de pescado al año por la captura ilegal, incluida la pesca no deseada que los marineros tiran por la borda, según el Departamento de Desarrollo Internacional.

En Guinea se pescan unas 54.000 toneladas al año, lo que hace que la captura ilegal represente dos tercios de la cantidad registrada oficialmente.

"La dimensión de la pesca ilegal debe sorprender y avergonzar a las naciones industrializadas, pues sus gobernantes se comprometieron en reiteradas oportunidades hace más de 10 años a eliminarla para 2004", señaló Richartz, de Greenpeace.

En la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable de 2002, los gobernantes acordaron implementar de forma urgente planes de acción, nacionales y regionales, para llevar a cabo una iniciativa internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destinada a "prevenir, disuadir y eliminar la pesca ilegal, no informada e irregular para 2004".

"Es fácil blanquear la captura ilegal y evitar sanciones porque los puestos de control son ineficaces e inconsistentes", apuntó. "Tampoco hay suficientes mecanismos para localizar barcos, escasean los controles sobre los buques no pesqueros y sobre las compañías beneficiadas", añadió.

"Greenpeace observó en varias oportunidades y documentó la existencia de barcos pesqueros nacionales y de compañías de la UE y de otras naciones industrializadas y en desarrollo violando acuerdos internacionales, cuando los hay, y pescando impunemente donde no pueden hacerlo", remarcó Richartz, acusando a Europa de no tomarse en serio el asunto.

Algunas organizaciones llevan listas de compañías y barcos infractores de China, Indonesia, Panamá, Rusia y Túnez, entre otros países, pero nunca de Europa occidental ni de otras naciones industrializadas.

Pero la lista que hace Greenpeace todos los años a partir de datos oficiales de dominio público incluye buques de Italia, Japón y Portugal.

Se estima que la captura ilegal de varias compañías europeas representa entre un tercio y la mitad de la pesca total, dijo a IPS Heike Baumueller, investigadora del independiente grupo de estudio Chatham House, de Londres.

"En 2020, el problema representará una pérdida de más de 15.000 millones de dólares de pesca y la desaparición de más de 27.000 puestos de trabajo en la industria pesquera y procesadora de productos marítimos", apuntó.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, estimó en 2009 que alrededor de 10 por ciento de las importaciones de mariscos, unos 1.700 millones de dólares, podrían proceder de fuentes ilegales, según un comunicado divulgado el 27 de octubre del año pasado.

Ciertas autoridades europeas amparan a compañías y barcos que están en la lista de infractores. La Fundación de Justicia Ambiental calificó al puerto español de Las Palmas de Gran Canaria, del "más conveniente" porque brinda servicios para buques piratas que operan en aguas de la costa oeste de África.

El puerto es una zona económica exclusiva y las compañías ubicadas en Las Palmas "tienen varias ventajas aduaneras y fiscales, muchas de las cuales facilitan la gestión, el transporte y la venta ilegal de pescado", dijo a IPS Duncan Copeland, de la Fundación de Justicia Ambiental.

Las Palmas es un indulgente punto de entrada al enrome mercado europeo de productos marítimos y un gran centro de transporte de la pesca ilegal hacia otros grandes mercados de Asia oriental.


http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=94970

sábado, 27 de marzo de 2010

Más alimentos, más hambre

Palabre-ando...27/03/2010


Les ofrezco una fórmula infrecuente para analizar el hambre en el mundo, revisar las estadísticas de producción de alimentos. En la década de los 90 la producción de alimentos mundial creció un 25%. En cuestión de alimentos de origen animal en 1980 se producía en el mundo un total de 465 millones de toneladas de leche, ascendiendo en el 2007 a 671 millones, lo que equivale, más o menos, a un vaso de leche al día para cada persona de este planeta. En esos mismos años la producción de carne se duplicó hasta alcanzar 285 millones de toneladas, unos 100 gramos de carne por persona y día. Llamativamente el 60% de toda esta carne se produce en los países llamados ‘en vías de desarrollo’. La producción de huevos ha aumentado 2.5 veces obteniéndose el 70% también en dichos países.

Con estos datos parciales podríamos deducir que disponemos de suficientes alimentos para todas y todos, y especialmente en los países empobrecidos. Pero la realidad es que mientras la producción de alimentos ha ido aumentando, el hambre también. Si en 1990, 842 millones de personas padecían hambre, la cifra ascendió a 873 millones en el 2004 para situarnos a finales del año pasado en 1.200 millones. Como dijo el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, al presentar estos datos el pasado 16 de marzo a la Asamblea General, “nunca antes se había alcanzado esta cifra”. También explicó que este aumento se ha dado tanto en números absolutos como en la proporción que las personas con hambre representan de la población mundial.

Así pues, me atrevo a teorizar -por irracional que parezca- que no es cierto que el hambre en el mundo obliga a más producción de alimentos, bien al contrario, cuanto más se produce, más hambre y desigualdad se genera. Porque este sistema alimentario global capitalista que tenemos en funcionamiento se basa, al menos, en tres mecanismos perversos. Por un lado se intensifica tanto la producción que apenas se requiere mano de obra y así millones de personas son expulsadas de su medio de vida. Segundo, la mano de obra que se el sistema se ve obligado a utilizar es remunerada con salarios insuficientes para proveerse de su alimento. Y tercero, la búsqueda de beneficios de las corporaciones que están en este sector es tan ávida que esquilman la tierra y vacían los mares agotando los recursos y las posibilidades de alimentación de las poblaciones rurales, mayoritariamente en el Sur

viernes, 26 de marzo de 2010

El capitalismo contra la Madre Tierra

Alai-amlatina...26/03/2010


Frente a la crisis del modelo capitalista, organizaciones de pueblos originarios presentaron la propuesta del “Vivir Bien” a la sesión preparatoria del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU que se desarrolló en La Paz, Bolivia.

“Durante 500 años, intentaron desaparecernos. No sólo físicamente, pues intentaron matar nuestra lengua, música, comida, cultura. Trabajamos en la clandestinidad, preservando nuestros saberes, porque sabíamos que un día volveríamos al camino del equilibrio, o Pachakuti (...) Nos dividieron con banderas, himnos. Pero nosotros sabemos que un día no existirán fronteras (...) Queremos volver a ser rebeldes otra vez, pero rebeldes con sabiduría. Estamos en ese camino, estamos en pleno proceso”.

Con estas palabras, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, abrió la reunión preparatoria del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El evento se realizó el 19 y 20 de marzo en Chuki Apu Marka, como era conocida La Paz, una de las capitales de Bolivia, país que, debido a la actuación del presidente Evo Morales, se ha convertido en la principal referencia internacional de la lucha indígena en defensa del medio ambiente. Durante la Conferencia de la ONU sobre el calentamiento global, realizada en Copenhague (Dinamarca), en diciembre del pasado año, Morales – que fue designado por las organizaciones indígenas para presentar al organismo “Los diez mandamientos para salvar la Madre Tierra”– convocó la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático en la ciudad boliviana de Cochabamba, entre los días 20 y 22 de abril, propuso la realización de uno referéndum mundial para definir las políticas para enfrentar el calentamiento global y, haciendo alusión Fidel Castro, llamó a los países industrializados a pagar la deuda ecológica en vez de que cobren la deuda externa de los países en desarrollo.

El capitalismo contra la Madre Tierra. La reunión preparatoria

El Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU es un organismo asesor del Consejo Económico y Social de la ONU, creado en 2002 “para incidir y sensibilizar en la comprensión y cumplimiento de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas del mundo”, de acuerdo con su página en Internet. Compuesto por ocho miembros de gobiernos y ocho miembros nombrados por organizaciones indígenas, el Foro se reúne una vez por año, pero realiza reuniones preparatorias en las cuales se recogen informaciones que servirán de insumos para el encuentro anual.

En la reunión en La Paz, se escuchó a las organizaciones indígenas de América Latina, que propusieron la inclusión de sus conocimientos ancestrales en las estrategias para enfrentar la crisis económica. De acuerdo con la presidenta del Foro, Victoria Tauli- Corpuz, el desafío es “cómo vivir bien en territorios que son ricos – no sólo en recursos, sino en cultura –, pero están en la miseria”.

Según Victoria, “antes, nuestros gobiernos consideraban las costumbres indígenas obstáculos para el desarrollo (...) La quinua, por ejemplo, antes era comida de pobre; ahora, quieren apropiarse de ella y enriquecerse. Descubrieron su valor nutricional (...) Es nuestro deber proteger nuestra sabiduría y no permitir que el mundo rico haga de eso una mercancía”. En opinión de Victoria, hay que aumentar la presión en los foros de la ONU y el reclamo a los gobiernos, además de influenciar también sobre las corporaciones.

Proyectos prejudiciales

El coordinador general de la Coordinadora Andina de las Organizaciones Indígenas (CAOI), el peruano Miguel Palacín concuerda con las medidas a ser tomadas, pero ve difíciles la actual situación. “Algunas empresas viven de crear hidroeléctricas, de los monocultivos, de la minería, etc. En América del Sur, eso está acompañado de la IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), a través de la cual los gobiernos y empresas están comprometidos con esos proyectos que van a dividir a las comunidades con carreteras y que tendrán un gran impacto ambiental. En Ecuador, el presidente forma parte del proceso de cambios del continente, pero hay mucha pelea con los indígenas. En Perú, hay una persecución contra compañeros exiliados. En Colombia, la militarización es tremenda”, explica.

El documento acordado por las organizaciones indígenas al final del encuentro afirma que los pueblos “son las principales víctimas de las políticas de desarrollo coloniales y capitalistas”, y que “las prácticas de los invasores de ayer son las mismas de las empresas transnacionales de hoy”.

El texto advierte, además, que las instituciones multilaterales ensayaron diversos conceptos de desarrollo – desarrollo sostenible, etno-desarrollo, autodesarrollo, desarrollo humano, desarrollo con identidad, etc. –, pero la pobreza en los territorios indígenas se profundiza.

Según las organizaciones indígenas, “el capitalismo engendró, a través de sus políticas, las crisis energética, alimenticia, climática, hídrica y financiera, con la finalidad de reacomodarse para continuar saqueando los recursos de la Pachamama (Madre Tierra)”. Por ello, “las soluciones defendidas por el propio sistema tienden a extender y perpetuar los efectos negativos sobre nuestros pueblos y territorios”.

ONU: avances y limitaciones

Para las organizaciones indígenas, el espacio en las Naciones Unidas fue obtenido con bastante lucha y ha posibilitado muchas conquistas, pero tropieza con la no implementación de sus acuerdos.

Durante la rueda de prensa concedida por los miembros del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU en su reunión en Bolivia, Brasil de Fato preguntó a la presidenta del organismo, Victoria Tauli-Corpuz, sobre los avances concretos obtenidos por este organismo en sus ocho años de actuación.

Victoria respondió que se emitieron notas enérgicas contra la masacre en Bagua, Perú, y contra los agrocombustibles, y sobre la situación de los indios en Chile. Victoria destacó además la creación de la Universidad Indígena Intercultural, en convenio con 30 universidades latinoamericanas, y la misión realizada en la región del Chaco boliviano, donde algunos indígenas Guaraní fueron liberados del trabajo esclavo y la titulación de tierras en favor de ellos fue acelerada. “Hablamos con autoridades, despertamos la consciencia boliviana sobre esos trabajos forzados, desarrollamos programas con la comunidad Guaraní, tuvimos reuniones con ganaderos, latifundistas, que ahora saben de ese problema y están dispuestos a hacer cursos de capacitación”, relató.

Articulación

Según Victoria, “el Foro trabajó mucho en los temas de salud, medio ambiente, educación y derechos humanos, pero pocas recomendaciones fueron implementadas. Por ello, vamos a reclamar a los gobiernos en Nueva York (sede de la ONU)”, agregó.

Tarsila Rivera, quechua de Perú y coordinadora del Enlace Continental de las Mujeres Indígenas de América del Sur, considera un avance a los espacios conseguidos en la ONU, toda vez que ellos “no fueron un regalo, sino fruto de una pelea que comenzó en la década de 1970, con nuestros abuelos”, y sirven como un mecanismo de presión. “No podemos decir que son malos, que no sirven. Hay una composición paritaria, en el Foro decimos lo que está pasando, y el Foro pide información a los gobiernos para que digan lo que están haciendo”, argumenta.

Además, Rivera resalta como punto positivo las posibilidades de articulación surgidas con la creación del Foro. “A partir de él, creamos muchas organizaciones de mujeres indígenas nacionales e internacionales, como la Federación Internacional de Mujeres Indígenas. También nos integramos a la 3ª Conferencia Mundial contra el Racismo y la Discriminación, tema visto como un problema de los afrodescendientes. Ahí entendimos que había un racismo estructural, que no se refleja sólo en la discriminación racial, sino en la inexistencia de políticas públicas que nos incluyan”, ejemplifica.


Artículo completo en: http://www.alainet.org/active/36970

jueves, 25 de marzo de 2010

Entrevista a Gustado Duch, veterinario, escritor, ex-director de Veterinarios sin Fronteras
"Nos obligan a tragar, como si fuéramos ocas o patos con un embudo en la boca, pseudoalimentos o alimentos pseudoenvenenados"

Rebelión...25/03/2010


Licenciado en Veterinaria, director de Veterinarios sin Fronteras desde 1991 hasta 2009, Gustavo Duch colabora con Vía Campesina y ha sido activista en campañas como “No te comas el mundo” o “Som lo que Sembrem”. Duch escribe normalmente en medios como El Periódico, Público, Galixia Hoxe, El Correo Vasco, La Jornada y www.rebelion.org. Acaba de publicar en la editorial Los libros del lince, Lo que hay que tragar. Minienciclopedia de política y alimentación, con prólogo de Federico Mayor Zaragoza, libro en el que denuncia con nombre, apellidos y argumentación contrastada las prácticas de oligopolios como, entre muchos otros, Pescanova, Calvo, Monsanto y Danone.. Eduardo Galeano ha escrito en la contraportada del volumen: “El libro de Gustavo Duch retrata la maldición y la esperanza de este mundo cuyos amos están jugando a los dados. Sus páginas, siempre decidoras, nunca pesadas, cuentan muchas historias y contienen numerosa información desconocida, en un lenguaje milagrosamente capaz de convertir el plomo en pluma. Aquí hay horror y hay humor y amor. Porque esta denuncia implacable de los crímenes que el poder universal comete contra la naturaleza y la gente es también un entrañable homenaje a la tierra y a las manos que la trabajan”. Vale la pena insistir: Lo que hay que tragar está escrito “en un lenguaje milagrosamente capaz de convertir el plomo en pluma”.

*

Tú nuevo libro, un entrañable homenaje a la tierra y a las manos que la trabajan, en acertadísimo comentario de Eduardo Galeano, apunta en el subtítulo que es una minienciclopedia de política y alimentación. ¿Qué tienen que ver la alimentación y la política? ¿No es mezclar peras y limones?

Seguro que has escuchado cuando algunas personas, en sus análisis, explican que el hambre no es un problema de falta de comida, que hay alimentos para todos y todas, y por lo tanto es un problema de distribución de ésta. ¿Necesitamos más camiones para distribuir comida o un sistema más distributivo? Es claramente un problema político: de hecho defiendo que cuánto más alimentos se producen, bajo este modelo político, más hambre se genera.

“Lo que hay que tragar” es su título. ¿Qué hay que tragar en tu opinión? ¿Qué no deberíamos ingerir?

Nos quieren hacer tragar embustes, imposiciones, delitos… Así que no queda otra que recuperar nuestra soberanía. Soberanía de los productores y productoras desplazados por el modelo agrícola global, y soberanía del consumidor y consumidora. Sufrimos un ‘apartheid’ del consumo y nos obligan a tragar, como si fuéramos ocas o patos con un embudo en la boca, pseudoalimentos o alimentos pseudoenvenenados. Habrá que rebelarse, ¿no?

También Eduardo Galeano, así reza en la contraportada, ha señalado que tu libro retrata la maldición y la esperanza de este mundo cuyos amos están jugando a los dados. ¿Quiénes son los amos de este mundo en tu opinión? ¿A qué juego están jugando?

A la ruleta rusa y vamos por el cuarto o quinto disparo. Como dice Mayor Zaragoza, al que agradezco el prólogo del libro, somos las fichas de una plutocracia. Los amos del mundo no se esconden y se anuncian en televisión: Carrefour, Danone, el Banco de Santander o Endesa, -y que me disculpen aquellas corporaciones que no cito-, que como una nuevo imperio ha sido el primero que ha conseguido el sueño de César o Hitler, colonizar todo el planeta. Sus soldados: cierta clase política; su estrategia: el neoliberalismo y el patriarcado; sus bombas: control del mercado, transgénicos, agrocombustibles, etc.

Lo que hay que tragar, en mi opinión, puede leerse como una manifiesto anticapitalista. Tú mismo afirmas que el capitalismo nos matará de hambre. ¿Qué razones fundamentan tu posición, tan opuesta a la civilización del capital?

Seguramente la agricultura globalizada de hoy es la mejor expresión del capitalismo: los bienes naturales disponibles para la producción de alimentos están privatizados, el mar, los ríos, las semillas, la tierra; la alimentación deja de ser un derecho para convertirse en una mercancía que beneficia al capital (hay fondos de inversión pujando por las cosechas de los próximos años o adquiriendo tierra cultivable); y los medios de producción están en manos de ese club elitista. El ejercicio de multiplicar el dinero nos ahogará, eso sí, en dinero.

Alguien, no es mi opinión desde luego, podría decir que tu libro es, en esencia, una reacción frente al progreso, frente a los avances científico-técnicos, un regreso al pasado. ¿Defiendes una agricultura no mecanizada, de trabajos duros, como los que realizaban nuestros padres y abuelos hace cincuenta años en España por ejemplo?

En agricultura no hay progreso sin regreso. O miramos atrás o caeremos por agotamiento. Los avances a los que te refieres serán brillantes tesis sobre el papel, pero sobre el campo es poner piedras en la mochila de nuestra andadura. Han significado la eliminación de muchos puestos de trabajo, han aumentado la capacidad de destrucción de los ecosistemas terrestres y marinos, son responsables de buena parte del calentamiento global y han empeorado dramáticamente la vida de millones de seres humanos que, sin ellos, podían alimentarse. Un peso muy difícil de cargar. Si miramos atrás recuperaremos saberes esenciales que podríamos adaptar a nuestros tiempos. Desde que los ángeles prohibieron a Lot mirar atrás, sólo Sara se atrevió.

¿Contra la tecnología? “Cuentan de una cooperante de una ONG que evaluó la situación de una comunidad de pesca artesanal. En la casa de aquellas familias entraba la pesca justita para su alimentación y vender en los pueblos vecinos, después de estar muchas veces faenando en la mar por más de 14h y 16h al día. Había que cambiar la situación, se propuso la muchacha, y consiguió fondos para dotar de motores las barcas de pesca. Cuando volvió al cabo de medio año, aparentemente nada había cambiado. -¿No han aumentado sus capturas, no ganan ahora más dinero, no han progresado? -preguntó afligida. –Amiga, le reconfortaron los vecinos, estamos encantados con su ayuda. Desde que tenemos esos motores antes obtenemos la pesca que necesitamos. Pasa, anda, que jugaremos una partida de dominó”

¿Contra el progreso? Sí, contra el progreso capitalista, como decía Delibes en su discurso de ingreso en la Real Academia Española hace 45 años, “de dorada apariencia pero absolutamente irracional”.

Una de tus bestias negras son los transgénicos. Los defensores dicen que vosotros los críticos no sabéis de que habláis, que os negáis a los avances y que no usáis documentación contrastada, que sois irracionalistas o término afín y además, por si faltara algo, anticientíficos. ¿Puedes señalar algunos argumentos contrarios a los transgénicos que fundamenten tu posición crítica?

El argumento habitual de los críticos a los críticos, los anticríticos, es esgrimir que contribuyen contra el hambre, ¿no? Hay cuatro OGM cultivados masivamente: soja y colza toda para piensos animales, maíz mayoritariamente para lo mismo y el algodón que no se come. ¡Qué gran contribución contra el hambre! Como además son cultivos ‘a lo grande’, monocultivos, no han generado ningún beneficio a los agricultores y agricultoras. Disculpa por ofrecer argumentos tan simplones.

No hay nada que disculpar. Lo simple concentra verdades.

Ahora tenemos dos nuevas contribuciones también muy significativas. Dedicar la soja y el maíz a agrocombustibles y cultivar patatas transgénicas para uso industrial.

¿Puedo seguir? Aún no lo sabemos, pero los residuos de estos OGM y sus pesticidas asociados, que de alguna forma y a poquitos entran en nuestro organismo, no son inocuos.

Hermanas en varios momentos la teoría o la apuesta por el decrecimiento y la filosofía del buen vivir de las comunidades indígenas de los países andinos. ¿Dónde ves el aire de familia de estas concepciones distantes aunque acaso no muy distintas?

Son hermanos, el caracol y la caracola, que buscan alternativas al modelo del crecimiento perpetuo, al modelo del corre corre. El caracol no quiere acelerarse para ver la vida pasar disfrutando de ella. La caracola sabe que si crece más se estrangularía a sí misma.

En la cuarta sección de tu libro –“Dime que es”- dedicas unas páginas muy hermosas a “Vía Campesina”. ¿Qué representa para ti Vía Campesina? ¿Son soñadores? ¿No están cayendo en las bellas aguas heladas de la utopía?

Mejor que soñadores, son soñahacedores y soñahacedoras. El mundo rural, las gentes de los pueblos campesinos e indígenas miran al mundo con respeto y solidaridad. Se saben parte de la naturaleza. Y La Vía Campesina es la agrupación donde ellas y ellos sueñan y hacen. Nos explican alternativas que podemos adoptar, luchan por ellas con fuerza y sin temor: antes que nadie señalaron al capitalismo como él error a combatir, a la globalización como él espejismo que romper. Y mientras, resisten. Cada campesino que no cierra su finca, cada mujer que sigue en el huerto produciendo alimento, cada nueva ocupación del MST es una enseñanza.

¿Qué papel juega la agricultura española, el campo español en general, en la economía de nuestro país? ¿Estamos suficientemente atentos a sus quehaceres y preocupaciones?

Como me explica mi amigo Eduardo Navarro, dirigente de la COAG, a los sindicatos agrarios, grandes luchadores frente al franquismo, la transición los olvidó. Se les obvió este estamento cuando se firmaron los Pactos de la Moncloa y su representatividad quedó muy mermada. Años después, cuando España traspasó las puertas de la Unión Europea dejo fuera la agricultura a pequeña escala. Y así, ‘todo para yermos’ que canta Labordeta.

La Unión Europea ha puesto muchos recursos -normalmente más de la mitad del presupuesto anual- en la agricultura, consiguiendo asombrosamente que a más inversión, más despoblación, más desaparición de campesinas y campesinos, hasta quedarnos en porcentajes del 3-5% de la población activa. El saco del dinero tiene un agujero en el fondo.

¿Podrías citar alguna experiencia de algún país que te parezca razonable, positiva, que en tu opinión señale senderos que deben ser transitados con urgencia?

Puedo citar experiencias, que hay muchas, en diferentes países. Bolivia ha iniciado entiendo que decididamente un proceso de Reforma Agraria. Venezuela muestra ejemplos de formación en agroecología y en Cuba se practica. Varios países africanos han bloqueado la entrada a los OGM en la ayuda alimentaria, al igual que países europeos se han declarado libres de OGM. Ahora falta cocinar todo en la misma cazuela.

Déjeme que casi acabe con una cita, seguro que te suena. “El joven que presentó la conferencia lo explicó: “La agricultura moderna con el uso de tantos insumos es muy dañina para el planeta. Aunque se produzcan muchos alimentos, sólo las grandes corporaciones o los grandes terratenientes se benefician de ellos. Por eso, a la vez que en nuestras regiones los pueblos se han despoblado, en los países del Sur la pobreza y el hambre han aumentado gravemente y precisamente en el medio rural. La reforma agraria que nunca se dio es ahora más necesaria que nunca porque la propiedad de la tierra se concentra cada vez en menos manos. Y los pequeños productores o las mujeres campesinas que resisten en los campos no pueden vender sus productos por la competencia que suponen los alimentos que llegan subvencionados del extranjero”. “Es necesario –continuaba diciendo- recuperar la agricultura de pequeña escala, como la que la practica nuestro invitado, basada en la diversidad de los cultivos y con técnicas adaptadas a cada pequeña realidad local, que no hay patrones universales para esto. Queremos aprender de su forma de entender y de su forma de hacer”. ¿Cometió muchos errores este joven en su presentación?

Mmmm, no sé, ¿le vamos a dar un aprobado? No, creo que es una buena ponencia que seguramente no le dejaran repetirla en otras escuelas de agronomía o veterinaria donde sólo te explican cómo aumentar la producción, reduciendo costes de personal y aumentando costes ecológicos. El productivismo es un transgen que nos han insertado, así que el primer paso es depurar nuestras mentes.

Acabo ya. Abres el libro con un fragmento de “El niño yuntero” de Miguel Hernández. En este año del centenario, ¿qué te parece más destacable del autor de “El rayo que no cesa”, del poeta campesino por excelencia?

Sabiendo poco de la obra de Miguel Hernández y menos de poesía, leer o escuchar sus versos me llevan de viaje por un campo que castigado y ninguneado, con niños y mujeres yunteras esclavizados, no cesa, no se rinde. Y brotan la esencia necesaria de la reivindicación, de asumir en control. ‘Jaén, levántate brava’.

Sus versos son los imperecederos lemas de la Soberanía Alimentaria: Árboles que vuestro afán/ consagró al centro del día/ eran principio de un pan/ que sólo el otro comía.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Anticapitalismo y justicia climática

anticapitalistas.org...24/03/2010



El cambio climático es, a día de hoy, una realidad innegable. El eco político, social y mediático de la cumbre de Copenhague, en diciembre 2009, fue buena prueba de ello. Una cumbre que mostró la incapacidad del propio sistema capitalista de dar una respuesta creíble a una crisis que él mismo ha creado. El capitalismo verde se apunta a la carrera del cambio climático, aportando una serie de soluciones tecnológicas (energía nuclear, captación de carbono de la atmósfera para su almacenamiento, agrocombustibles, etc.) que generarán mayores impactos sociales y medioambientales. Se trata de soluciones falsas al cambio climático que intentan esconder las causas estructurales que nos han conducido a la situación actual de crisis y que buscan hacer negocio con la misma, a la vez que plantean la contradicción entre el cálculo cortoplacista del capital y los ritmos largos del equilibrio ecológico.

En este contexto, es urgente un movimiento capaz de desafiar el discurso dominante del capitalismo verde, señalar el impacto y la responsabilidad del actual modelo de producción, distribución y consumo capitalista y vincular la amenaza climática global con los problemas sociales cotidianos. Copenhague ha sido hasta ahora la mayor expresión del movimiento por la justicia climática, coincidiendo justamente con el décimo aniversario de las movilizaciones contra la OMC en Seattle. Una protesta que, bajo el lema “Cambiemos el sistema, no el clima”, expresa esta relación difusa entre justicia social y climática, entre crisis social y crisis ecológica. Pero el éxito de las protestas en Copenhague contrasta con la debilidad de las manifestaciones a nivel mundial, con algunas excepciones como Londres.

La actual crisis plantea la necesidad urgente de cambiar el mundo de base y hacerlo desde una perspectiva anticapitalista y ecosocialista radical. Anticapitalismo y justicia climática son dos combates que tienen que ir estrechamente unidos. Cualquier perspectiva de ruptura con el actual modelo económico que no tenga en cuenta la centralidad de la crisis ecológica está abocada al fracaso y cualquier perspectiva ecologista sin una orientación anticapitalista, de ruptura con el sistema actual, se quedará en la superficie del problema y al final puede acabar siendo un instrumento al servicio de las políticas de marketing verde.

Frenar el cambio climático implica modificar el actual modelo de producción, distribución y consumo. Los retoques superficiales y cosméticos no valen. Las soluciones a la crisis ecológica pasan por tocar los cimientos del actual sistema capitalista. Si queremos que el clima no cambie, es necesario cambiar el sistema. De ahí, la necesidad de tener una verdadera perspectiva ecosocialista, o ecocomunista como señalaba Daniel Bensaïd en uno de sus últimos artículos.

Asimismo, se deben de combatir las tesis del neo-malthusianismo verde que culpabilizan a los países del Sur por sus altas tasas de población y que buscan controlar el cuerpo de las mujeres, socavando el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Luchar contra el cambio climático implica enfrentar la pobreza: a mayor desigualdad social, más vulnerabilidad climática. Es necesario reconvertir sectores productivos con graves impactos sociales y ambientales (industria militar, automovilística, extractivas, etc.), creando empleo en sectores sociales y ecológicamente justos como la agricultura ecológica, servicios públicos (sanitarios, educativos, transporte), entre otros.

Acabar con el cambio climático implica apostar por el derecho de los pueblos a la soberanía alimentaria. El modelo agroindustrial actual (deslocalizado, intensivo, kilométrico, petrodependiente) es uno de los máximos generadores de gases de efecto invernadero. Apostar por una agricultura ecológica, local campesina y por unos circuitos cortos de comercialización permiten, como dice La Vía Campesina, enfriar el planeta. Asimismo, hay que integrar las demandas de los pueblos originarios, el control de sus tierras y bienes naturales, y su cosmovisión y respeto a la “pachamama”, la “madre tierra”, y la defensa del “buen vivir”. Valorizar estas aportaciones que plantean un nuevo tipo de relación entre humanidad y naturaleza es clave para enfrentar el cambio climático y la mercantilización de la vida y del planeta.

Desde una perspectiva Norte-Sur, justicia climática implica la anulación incondicional de la deuda externa de los países del Sur, una deuda ilegal e ilegítima, y reivindicar el reconocimiento de una deuda social, histórica y ecológica del Norte respecto al Sur resultado de siglos de expolio y explotación. En casos de catástrofe, es necesario promover mecanismos de “auxilio popular”. Hemos visto como el cambio climático aumenta la vulnerabilidad de los sectores populares especialmente en los países del Sur. Los terremotos en Haití y en Chile son dos de los casos más recientes. Frente a estas amenazas son necesarias redes de solidaridad internacional de movimientos sociales de base que permitan una canalización de la ayuda inmediata y efectiva a las poblaciones locales. La iniciativa no puede quedar en manos de un “humanitarismo” internacional vacío de contenido político.

La lucha contra el cambio climático pasa por combatir el actual modelo de producción industrial, deslocalizado, “just on time”, masivo, dependiente de los recursos fósiles, etc. Las burocracias sindicales hacen seguidismo y legitiman las políticas del “capitalismo verde” con la farsa de que las “tecnologías verdes” crean empleo y generan mayor prosperidad. Es necesario desmontar este mito. La izquierda sindical debe poner en cuestión el actual modelo de crecimiento sin límites, apostando por otro modelo de “desarrollo” acorde con los recursos finitos del planeta. Las reivindicaciones ecologistas y contra el cambio climático tienen que ser un eje central del sindicalismo combativo. Los sindicalistas no pueden ver a los ecologistas como a sus enemigos y viceversa. Todas y todos sufrimos las consecuencias del cambio climático y es necesario que actuemos colectivamente.

Es falso pensar que podemos combatir el cambio climático sólo a partir del cambio de actitudes individuales, y más cuando la mitad de la población mundial vive en el “subconsumo crónico”, y también es falso pensar que podemos luchar contra el cambio climático sólo con respuestas tecnológicas y científicas. Son necesarios cambios estructurales en los modelos de producción de bienes, de energía, etc. En esta dirección, las iniciativas que desde lo local plantean alternativas prácticas al modelo dominante de consumo, producción, energético... tienen un carácter demostrativo y de concienciación que es fundamental apoyar.

Por su naturaleza, hablar de cómo enfrentar el cambio climático implica discutir de estrategia, de auto-organización, de planificación y de las tareas que, aquellas y aquellos que nos consideramos anticapitalistas, tenemos por delante.


http://www.anticapitalistas.org/node/5026

+ info: http://www.esthervivas.wordpress.com

martes, 23 de marzo de 2010


¿La máquina del clima?
23-03-2010 Por Deisy Francis Mexidor

En febrero de 1998 el Parlamento Europeo mantuvo audiencias públicas en Bruselas en relación con el programa HAARP cuya construcción fue financiada por la Fuerza Aérea estadounidense, la Armada y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA, por sus siglas en inglés). La moción se propuso en virtud del profundo impacto sobre el medioambiente, como una "inquietud global" y apelaba a que un cuerpo internacional independiente examinara "sus implicaciones legales, ecológicas y éticas"; sin embargo, Washington se negó a ese escrutinio.

Pareciera un argumento de ciencia ficción, pero es real: Estados Unidos ha desarrollado armas ultramodernas que pueden influir en medios naturales y modificar el entorno remoto de regiones enteras.

Los devastadores terremotos de 7,3 grados en la escala sismológica de Richter en Haití, el pasado 12 de enero, y el ocurrido en Chile, el 27 de febrero, con magnitud de 8,8, han reavivado suspicacias de que ocurran catástrofes como resultado de la intervención humana.

Hoy se tiene la certeza de que, en territorios ya sometidos a fuertes tensiones, existe la posibilidad de provocar sismos inducidos si se crea un brusco aumento de la presión intersticial mediante eliminación en el subsuelo de materia en solución o en suspensión, o por extracción de hidrocarburos.

Mientras unos científicos piensan en cómo utilizar esos movimientos telúricos inducidos para evitar fenómenos de mayor magnitud, otros quizás trabajan en sentido opuesto.

En varias páginas de Internet se mencionó que los experimentos del denominado Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (HAARP, por sus siglas en inglés), podrían estar detrás de esa "furia" de la tierra.

Fred Burks, quien sirvió de intérprete, entre otros, a los ex presidentes William Clinton y George W. Bush, reveló en un artículo que publicó en enero en el sitio digital Examiner que "existe un proyecto poco conocido aún", aunque lleva décadas en perfeccionamiento.

Pero advirtió que es un "importante programa de defensa militar de Estados Unidos que ha generado bastante controversia en ciertos círculos", a través del cual se pueden alterar selectivamente los modelos climáticos.

El HAARP es un apéndice de la Iniciativa de Defensa Estratégica de la Casa Blanca que pretende lograr la militarización del espacio como parte de la Guerra de las Galaxias.

Burks lo confirma en su escrito: "muy pocas personas están conscientes de las capacidades horribles de muerte y destrucción que se han desarrollado a lo largo de estos años".

Sin embargo la web oficial del HAARP lo define como "un empeño científico" destinado a estudiar las propiedades y el comportamiento de la ionosfera para optimizar las comunicaciones y los sistemas de vigilancia, "tanto para fines civiles como de defensa".

La ionosfera es la capa superior de la atmósfera que está eléctricamente cargada, se extiende desde los 85 a 800 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra.

Conocida también como termosfera, absorbe las radiaciones de menor longitud de onda y protege a los humanos de los rayos solares (ultravioleta, X, gamma) que son nocivos a la salud.

El mismo medio electrónico del HAARP reconoce que se llevan a cabo ensayos que utilizan las frecuencias de impulsos electromagnéticos a fin de "excitar temporalmente un área limitada de la ionosfera".

Todo "un programa, al parecer, dedicado a la investigación meteorológica, pero muchos han planteado que en realidad tiene motivos más siniestros", expresó Rob Ferrier, en la sinopsis de un documental sobre el tema realizado en 1999, citado en The New York Times.

Reventar la ionosfera

Fue una idea original del austriaco-estadounidense Nicola Tesla, quien a principios del siglo XX ideó interconectar al mundo a través de la atmósfera como un canal de comunicación global.

Luego de su muerte, en 1943, el Gobierno de Estados Unidos intervino los documentos de su despacho y todavía los mantiene sin desclasificar, explica la enciclopedia digital Wikipedia.

Sin embargo, uno de naturaleza militar que puede ser utilizado con efectos devastadores en un radio de más de 320 kilómetros, es el que se considera la base del muy secreto proyecto HAARP.

De acuerdo con el Pentágono se trata de una investigación para aprender cómo "reventar la ionosfera", refiere la página digital Rosa Blindada.

Para el doctor Richard Williams, de la Sociedad Americana de Física, esto es como "un acto irresponsable de vandalismo global".

Establecido en 1992, HAARP, basado en Gokona, Alaska, utiliza una serie de antenas de alta potencia que transmiten, a través de ondas de radio, cantidades masivas de energía a esa capa superior de la atmósfera.

Su construcción fue financiada por la Fuerza Aérea estadounidense, la Armada y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA, por sus siglas en inglés).

En febrero de 1998, en respuesta a un informe de la legisladora sueca Maj Britt Theorin, el Parlamento Europeo mantuvo audiencias públicas en Bruselas en relación con el programa HAARP.

La moción se propuso en virtud del profundo impacto sobre el medioambiente, como una "inquietud global" y apelaba a que un cuerpo internacional independiente examinara "sus implicaciones legales, ecológicas y éticas"; sin embargo, Washington se negó a ese escrutinio.

La Caja de Pandora

HAARP con sus cientos de millones de vatios de potencia y antenas es conceptuado como un verdadero "calentador" de la alta atmósfera que provoca una ionización de consecuencias imprevisibles.

Gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus derivaciones hacia cualquier zona del planeta y califica como "arma de destrucción masiva", señala Examiner en un artículo del 27 de febrero, mismo día del sismo de gran intensidad en Chile.

En un estudio de simulación de futuros "escenarios" de defensa se establece que las fuerzas aeroespaciales norteamericanas están obligadas a "controlar el clima" mediante el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, alega el profesor canadiense Michel Chossudovsky, en el sitio Global Research.

Además de la manipulación meteorológica, el HAARP tiene varios usos conexos, porque los seres humanos pudieran ver afectadas sus ondas cerebrales y se conseguirían modificar patrones de conducta, puntualizó.

En 1977 una Convención Internacional ratificada luego por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1997 prohibió "el uso militar u otro de naturaleza hostil de las técnicas de modificación ambiental que provoquen efectos generalizados, duraderos o severos". La Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), firmada en la Cumbre de la Tierra en Río en 1992, también revalidó el acuerdo de 1977.

Los movimientos telúricos no sólo de Haití y Chile, sino el de Sichuan, China, en 2008 y el tsunami de Indonesia, en 2004 ¿pudieron ser experimentos del HAARP o de otro programa secreto? ¿Qué tipo de armas mortíferas avanzadas pueden estar disponibles ahora?

"Es innegable que el ejército tiene la capacidad para causar un tsunami, terremotos y huracanes y es hora de que tomemos acciones para difundir los peligros de este asunto vital", señaló Fred Burks en Examiner.

"Es una experimentación de lo que podría ser el arma de las siguientes guerras", saca en conclusión un artículo del sitio digital Cambio de Michoacán, con fecha 3 de marzo.

Mientras uno de los pioneros en las denuncias sobre el proyecto, Nicholas Begich, científico de Anchorage, Alaska, dijo que es "una tecnología altamente poderosa" de emisión de haces de ondas radiales que cuando "rebotan hacia la tierra arrasan con todo, vivo o muerto".

La evidencia no es concluyente, pero sugiere que el HAARP está en funcionamiento y con lo conocido hasta hoy acerca de sus capacidades destructivas las preguntas siguen en el aire.

De lo que sí están seguros los expertos es que comparan la potencia ofensiva de éste calentador ionosférico con una Caja de Pandora, que una vez abierta será imposible de cerrar. www.ecoportal.net

La autora, Deisy Francis Mexidor, es periodista de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina

Marzo de 2010 - http://www.prensa-latina.cu

lunes, 22 de marzo de 2010

El agua no potable causa más muertes que cualquier forma de violencia

Gara...22/03/2010


Este año, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), quiere destacar la importancia del acceso a un agua de calidad, focalizando sus esfuerzos en concienciar a ciudadanos, pero sobre todo a gobiernos y centros de poder para que se comprometan activamente en la defensa del agua de calidad mediante la lucha contra la contaminación, el reciclaje de aguas y la recuperación de recursos hídricos.

En total, se estima que en todo el mundo sigue habiendo 884 millones de personas sin acceso al agua potable, según la ONU, un bien fundamental que repercute en la sanidad, la seguridad y la calidad de vida, especialmente de menores y mujeres.

Por ejemplo, las enfermedades que se propagan por el agua causan cada año la muerte a más de 1,5 millones de niños o, lo que es lo mismo, cada 15 segundos muere un niño por una enfermedad causada por la falta de acceso a agua segura para beber, el saneamiento deficiente o la falta de higiene.

Los problemas del agua entienden también de geografía y, una vez más, es el África subsahariana la región en la que sus habitantes sufren las peores consecuencias. Además, el acceso al agua aparece claramente vinculado a la riqueza, ya que el 20% más rico de la población subsahariana tiene el doble de posibilidades de acceder a agua potable que el 20% más pobre y cinco veces más opciones de contar con condiciones de salubridad aceptables.

Falta de Saneamiento

Cada año, la contaminación del agua priva a la humanidad de recursos alimentarios, tanto de pesca como agrícolas, y facilita la difusión de enfermedades. Además, perjudica gravemente a ecosistemas clave, y agrava las condiciones de sociedades y economías de todo el planeta, una circunstancia catalizada por el incremento de la población mundial y los efectos del cambio climático.

Durante los últimos 50 años, la actividad humana ha provocado la contaminación sin precedentes de los recursos hídricos. Se estima que más de 2.500 millones de personas en el mundo viven sin un sistema adecuado de saneamiento. Cada día, 2 millones de toneladas de aguas residuales y otros efluentes son vertidos sin control alguno. El problema es más grave en los países en desarrollo, en los que más del 90% de los desechos sin procesar y el 70% de los desechos industriales sin tratar se vierten en aguas superficiales.

Muchos de los contaminantes del agua tienen efectos perjudiciales a largo plazo sobre la calidad del agua, lo cual constituye un riesgo para la salud de las personas. En consecuencia, el agua dulce disponible se reduce de forma importante. Asimismo, la capacidad de los ecosistemas para proporcionar servicios se ve disminuida drásticamente, a veces con efectos irreversibles. En consecuencia, el medio ambiente se degrada por la disminución de la productividad de la biomasa, la pérdida de la diversidad biológica y la vulnerabilidad ante otros factores.

Las repercusiones del cambio climático -como las inundaciones y sequías frecuentes o prolongadas- y el crecimiento del número de fuentes de contaminación vienen a añadirse a los retos confrontados por la calidad del agua. El crecimiento demográfico y los cambios en las pautas de producción y consumo han conllevado el incremento de los procesos industriales, la minería, la agricultura y la urbanización, lo cual ha provocado el vertido de metales pesados, elementos radiactivos, toxinas orgánicas y productos farmacéuticos desechados.

Los ecosistemas afectados no pueden hacer frente al estrés adicional generado por el cambio climático. En consecuencia, su capacidad para servir de criaderos y viveros, protectores contra tormentas y sumideros azules de carbono resulta aún más disminuida.

En algunas regiones, más del 50% de las especies ictiológicas de agua dulce nativas se encuentran en peligro de extinción, y está previsto que las repercusiones del cambio climático compliquen aún más la situación.

Urbanización sin control

Por otra parte, Ecologistas en Acción ha querido llamar la atención sobre el estado de abandono en el que se encuentran los cauces y riberas, en los que las diferentes administraciones, denuncian, siguen permitiendo que se construya y se lleven a cabo todo tipo de vertidos y demás deterioros ambientales. Así, critica la construcción dentro del dominio publico hidráulico y zonas de alto riesgo de inundación y alerta de la posibilidad de que vuelvan a suceder catástrofes que podrían evitarse, pues si bien es cierto que a medio plazo no se puede saber cuándo, dónde y cuánto va a llover, siempre se sabe por dónde va a correr el agua.

http://www.gara.net/paperezkoa/20100322/189620/es/El-agua-no-potable-causa-mas-muertes-que-cualquier-forma-violencia