Dentro de escasos meses, los norteamericanos podrán dirigirse a una pescadería y escoger entre salmón natural o salmón transgénico, si es que existe la posibilidad de elegir. La Administración Federal de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) concluyó a primeros de septiembre que el salmón transgénico es apto para el consumo humano.
Durante varios meses se ha evaluado este pescado genéticamente modificado para consumo humano, que ha desarrollado la empresa AquaBounty Technologies Inc. Esta compañía de biotecnología gestiona dos criaderos artificiales en la isla Príncipe Eduardo (Canadá) y en Panamá, en los que se obtiene salmón que puede alcanzar en un año y medio un tamaño similar al de tres años, gracias a la introducción en este pez de un gen que multiplica la producción de la hormona del crecimiento.
Es la primera vez que la FDA autorizara el consumo de un animal transgénico. Ahora la compañía AquaBounty va a conseguir lo que lleva persiguiendo desde hace más de una década.
Sin rigor científico
Mientras tanto, para hacer frente a las posibles críticas, la Biotechnology Industry Organization (BIO), organización que agrupa a empresas biotecnológicas, ha publicado en su página web una lista de argumentos para “desmontar los mitos” sobre el salmón transgénico.
BIO intenta convencer de que los salmones transgénicos no producirán una catástrofe ecológica, como la destrucción de la población de salmones nativos, si accidentalmente alcanzaran el medio natural, pues la empresa ha estipulado que distribuirán tan sólo “hembras estériles” de tal forma que “no habrá un flujo de genes al salmón silvestre debido a que los peces no pueden reproducirse”. También niegan que los salmones transgénicos puedan competir por el alimento con los salmones nativos pues “están preparados para comer dietas artificiales y, si se escapan, buscarán alimentos similares”, y de todas formas, si salen del criadero al mar, no tendrán “velocidad suficiente al nadar para perseguir a su presa”, según dice la web de BIO. Sin embargo, estas afirmaciones no tienen ningún rigor científico pues “no están basadas en ningún estudio, por lo que son argumentos dados a la ligera” expresa a DIAGONAL David Sánchez, responsable del Área de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra. “Tan sólo son especulaciones, la naturaleza es mucho más compleja, pueden surgir efectos inesperados, por lo que es necesario realizar un mínimo estudio ecológico de las posibles interacciones entre el salmón transgénico y el salmón nativo, sobre el terreno”, señala Sánchez.
En cuanto a las posibles consecuencias para la salud, el portavoz de Amigos de la Tierra alerta de la ligereza con la que suele actuar la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos de EE UU en sus estudios: “Parten del principio de la equivalencia sustancial, esto es, que la modificación genética no supone ninguna diferencia para el alimento que se obtiene”.
Efectos sobre la salud
Según Sánchez este organismo norteamericano debería tener en cuenta que, con la aprobación del salmón transgénico, “vamos a ingerir proteínas nuevas y no sabemos, por ejemplo, si nos va a producir alergias”. Sobre la supuesta infertilidad de los salmones transgénicos, Antonio Figueras, profesor de Investigación del CSIC en su artículo Peces transgénicos, ¿Acuicultura con futuro?, señala que la metodología de esterilización no es eficaz al 100%, por lo que las hembras estériles que distribuirá AquaBounty podrían no ser tales.
Mientras, una plataforma formada por organizaciones ecologistas, grupos de consumo y asociaciones de pescadores, junto con el Centro para la Seguridad Alimentaria de EE UU, ha denunciado la falta de información y que la investigación sobre los cambios en la morfología de los nuevos salmones modificados genéticamente que ha hecho pública la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos en su página web solamente recoge los resultados obtenidos en 12 peces.
Un pez modificado en busca de mercadosDespués del visto bueno de la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, Europa podría ser el próximo destino del salmón genéticamente modificado. “Debido a la presión de los mercados de exportación, o por contaminación accidental, que es como suelen introducirse estos organismos, el salmón transgénico también podría llegar hasta Europa”, señala David Sánchez, de Amigos de la Tierra. Según Sánchez, de momento, no existe ninguna información sobre la intención de comercializar este pez transgénico en el Estado español, pero por la falta de control con que los organismos genéticamente modificados atraviesan las fronteras debemos estar alerta. Sobre esta falta de control, Amigos de la Tierra ha denunciado la venta ilegal, desde hace seis años, de dos especies de peces de acuario, modificados genéticamente, sin que hayan sido detectados y controlados por las autoridades. El comercio de estos peces fue descubierto por la Asociación Española de Distribuidores de Productos para Animales de Compañía (AEDPAC) a partir de la publicación de las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Estados-Unidos-abre-la-puerta-al.html
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