La revista Prescrire se publica en francés y en inglés. Es probablemente el mejor boletín para seguir las novedades farmacéuticas y su correcto uso en la práctica clínica. Me cuenta el médico Juan Gérvas que su prestigio conlleva un impacto tremendo en los médicos. Por ello, su postura en contra del uso del medicamento tacrolimus tópico llevó al laboratorio fabricante, Astellas Pharma, a reclamar ante los tribunales. La sentencia, del 2 de marzo de 2011, deja claro que Prescrire ha mantenido una postura profesional científica intachable y condena al laboratorio. El caso no es anecdótico, pues cada vez más los fabricantes de medicamentos inician juicios que, aunque los pierdan, terminan amedrentando a los científicos, profesionales, organizaciones y revistas. Son juicios que buscan no sólo refutar la crítica, sino eliminarla.
Por ello, un grupo de profesionales y estudiantes sanitarios ha decidido celebrar el triunfo de Prescrire con la nota que sigue:
“La revista francesa Prescrire es un ejemplo mundial de independencia y ciencia, uno de los mejores boletines que podemos utilizar para formarnos un juicio sobre los medicamentos, su utilidad y su mejor forma de uso. Prescrire ha terminado en los tribunales por la demanda del laboratorioque juzgaba inadmisible la crítica a la ampliación de indicaciones del tacrolimus tópico, en la dermatitis atópica. Dicho medicamento es unpotente inmunosupresor que requiere un uso prudente pues se ha asociado a cáncer de piel y linfomas, entre otros efectos adversos. Prescrire desaconsejaba su utilización en la prevención del eccema atópico ya que la relación beneficio-riesgo es desfavorable.
El triunfo legal de Prescrire no elimina “los efectos secundarios” de tal política de demandas, que sobre todo pretende acallar discrepancias y críticas científicas “en origen”. Es decir, lograr la autocensura y limitar la libertad e independencia científica hasta tal punto que se publiquen sólo comentarios favorables o neutrales respecto a la utilidad, mejor uso y seguridad de los medicamentos.
Los medicamentos tienen un campo de honor en el tratamiento de las enfermedades y de los problemas de salud, y sin ellos la vida sería muy distinta, a peor. Pero tan malo sería la falta como es el exceso de medicamentos, por cuanto no existe el medicamento sin efectos adversos. Es imposible utilizar un medicamento sin que se produzcan al tiempo beneficios y daños, y el equilibrio es muchas veces sutil (y desconocido frecuentemente en los nuevos medicamentos). Por ello los profesionales y estudiantes sanitarios precisamos de revistas como Prescrire que analicen con independencia el beneficio-riesgo de los medicamentos, solos o asociados, en la indicación principal y en otras indicaciones, y en pacientes con una y con múltiples enfermedades.
Por todo ello rechazamos de plano la política de demandas judiciales que pretenden limitar o evitar la libertad de crítica científica. En España ya tuvimos un ejemplo que también terminó con el triunfo de la independencia (el caso Merck contra Laporte), pero no basta con lograr la absolución judicial pues el fondo de la cuestión no es ni la multa ni la cárcel sino la seguridad de los pacientes y el beneficio social“.
Más info: En los libros Traficantes de salud y La salud que viene.
Fuente: http://www.migueljara.com/2011/03/07/la-independencia-en-ciencia/
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