lunes, 31 de octubre de 2011

Agronegocio
Más que inversión, apropiación de tierra y agua

Ecoportal_31-10-2011

El discurso más extendido en los informes internacionales, entre los gobiernos mayoritariamente y en los medios de comunicación equipara inversión con crecimiento... y hasta con desarrollo. Sin embargo, está claro que los mayores “inversores” en agricultura no son las corporaciones empresarias sino, acumulativamente, los millones de campesinos en todo el mundo.

Así lo planteó en su presentación esta semana durante la 37 Sesión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS, según su sigla en inglés) el investigador holandés Jan Douwe van der Ploeg, quien enseña en los Países Bajos y también en universidades como la de Pekín, en China.

El especialista estudió varios casos de acaparamiento de tierras y aguas de riego por parte de transnacionales en distintos continentes y demuestra claramente que la actual situación de extensión del agronegocio en el control de esos recursos “no soluciona sino que profundiza la situación de inseguridad alimentaria” a escala mundial. “Estas inversiones en agricultura no aportan a la solución, sino más bien forman parte del problema”, dijo a Radio Mundo Real en una entrevista posterior a su intervención.

“Los campesinos invierten mucho, no a través de mecanismos bancarios sino de su trabajo: construyen terrazas, riegos, aumentan la fertilidad del suelo y esto trae como consecuencia que la agricultura campesina es productiva. También tenemos que tener en cuenta que frecuentemente se encuentra amenazada y eso se relaciona con que hoy en día se habla a nivel mundial del acaparamiento de tierras. Yo diría que esas compras de tierras no son una inversión en agricultura sino expropiar las posibilidades de desarrollo”, dijo van der Ploeg.

Por ejemplo, dijo el investigador, por cada hectárea que riega la agricultura industrial, quita el agua a siete hectáreas de producción campesina. “Eso no es un progreso, más bien una regresión”, reflexiona. “Además -añade el técnico holandés cuya profesión es de ingeniero en agronomía- en general esta agricultura para ahorrar costos construye los canales de riego pero no los drenajes, lo que está generando una salinización de los suelos”.

En cambio, basado en datos científicos, van der Ploeg afirma que “la agricultura familiar y campesina bien puede alimentar al mundo”. “Todos los estudios serios existentes afirman sin dudas que tanto productiva, como económica, ambiental y socialmente la agricultura familiar es más eficiente que la agricultura empresarial”, remarca el investigador europeo.

“Si Europa ha podido mantener una agricultura fuerte es justamente por la gran presencia de producción familiar y campesina. La presencia de grandes empresas en agricultura es más una expresión de barbarie que de civilización”, concluyó.

Fuente: http://www.ecoportal.net/content/view/full/100914

domingo, 30 de octubre de 2011

10 datos de la OMS sobre medio ambiente y prevención de enfermedades

30-10-2011

Si el medio ambiente fuera más saludable, cada año se podrían evitar hasta 13 millones de defunciones. En esta página de cifras y datos se destaca el impacto de los factores ambientales en la salud pública.

Dato 1

Si el medio ambiente fuera más saludable, cada año se podrían evitar hasta 13 millones de defunciones.

Dato 2

En los niños menores de cinco años, un tercio de las enfermedades son causadas por factores ambientales como la insalubridad del agua y la contaminación del aire.

Dato 3

Cada año se podría salvar la vida a cuatro millones de menores de cinco años –la mayoría en los países en desarrollo– previniendo riesgos ambientales como el agua insalubre y la contaminación del aire.

Dato 4

En los países en desarrollo, las principales enfermedades de origen medioambiental son las enfermedades diarreicas, las infecciones de las vías respiratorias inferiores, los traumatismos involuntarios y la malaria.

Dato 5

Un mejor saneamiento del medio permitiría evitar un 40% de las muertes por malaria, 41% de las muertes por infecciones de las vías respiratorias inferiores y 94% de las muertes por enfermedades diarreicas: las tres causas principales de mortalidad en la niñez en todo el mundo.

Dato 6

En los países menos adelantados, un tercio de las muertes y las enfermedades se deben directamente a causas ambientales.

Dato 7

En los países desarrollados, un medio ambiente más saludable permitiría reducir considerablemente la incidencia de cánceres, enfermedades cardiovasculares, asma, infecciones de las vías respiratorias inferiores, enfermedades osteomusculares, lesiones por accidentes de tránsito, intoxicaciones y ahogamientos.

Dato 8

Los factores ambientales influyen en 85 de las 102 categorías de enfermedades y traumatismos enumeradas en el Informe sobre la salud en el mundo.

Dato 9

Una gran parte de esas muertes, enfermedades y discapacidades podrían evitarse mediante intervenciones bien focalizadas como el fomento del almacenamiento seguro del agua doméstica, una mayor higiene y la utilización de combustibles más limpios y seguros.

Dato 10

Otras intervenciones que pueden contribuir a la salubridad del medio son las siguientes: aumentar la seguridad de los edificios; promover el uso y manejo seguros de las sustancias tóxicas en el hogar y en el lugar de trabajo; y gestionar mejor los recursos hídricos. www.ecoportal.net

OMS
www.who.int

sábado, 29 de octubre de 2011

Avanzando en un cooperativismo agroecológico

29/10/2011 Por: Esther Vivas
Frente a un modelo de consumo y producción agrícola capitalista que nos conduce a una crisis alimentaria, climática, y del campo sin precedentes, se anteponen otras prácticas desde abajo y a la izquierda en la producción agrícola, la distribución y el consumo. Se trata de experiencias que buscan establecer una relación directa entre el productor y el consumidor, a partir de unas relaciones solidarias, de confianza, cooperativas, locales, planteando alternativas viables al sistema actual.



El número de estas iniciativas, en todo el mundo, se ha multiplicado de forma exponencial en los últimos tiempos. En muchos países de América Latina, Europa, Asia, América del Norte... encontramos cada vez más iniciativas que ponen en contacto cooperativas de productores con grupos de consumidores, que organizan modelos alternativos de distribución de alimentos, que apuestan por “otro consumo”, que establecen relaciones directas y solidarias entre el campo y la ciudad o que reconvierten terrenos abandonados en las grandes urbes en huertas urbanas para el autoconsumo y/o la distribución local.

Migraciones

En los países del Sur, el hundimiento del campo a lo largo de las últimas décadas, como resultado de las políticas neoliberales, intensificó la migración campo-ciudad, provocando un proceso de “descampesinización” (1). En las últimas décadas esta dinámica, en muchos países, no tomó la forma de un proceso clásico, donde los excampesinos iban a las ciudades a trabajar en fábricas en el marco de un proceso de industrialización, sino que se produjo, lo que Davis (2) llama una “urbanización desconectada de la industrialización”, donde los excampesinos empujados a las ciudades pasaron a engrosar sus periferias viviendo muchos de la economía informal y configurando un “proletariado informal”. En Brasil, por ejemplo, se pasó del 31% de la población viviendo en las grandes ciudades en 1940 al 81% en la actualidad (3). Estos procesos explicarían la creación de nuevos mecanismos de producción y distribución de comida en las metrópolis del Sur global frente al abandono del campo.

Ante la crisis del modelo agroalimentario actual, varios estudios demuestran cómo la producción campesina a pequeña escala es altamente productiva y capaz de alimentar a la población mundial. La investigación llevada a cabo por la Universidad de Michigan (5), en 2007, que comparaba la producción agrícola convencional con la agroecológica, lo dejaba bien claro. Sus conclusiones apuntaban, incluso las estimaciones más conservadoras, que la agricultura orgánica podía proveer al menos tanta comida de media como la que se produce en la actualidad, aunque sus investigadores consideraban, como estimación más realista, que la agricultura ecológica podía aumentar la producción global de comida hasta un 50%.

Solidaridad

De este modo, surgen experiencias que demuestran que es posible otra manera de trabajar la tierra, producir alimentos y comercializarlos. Cada uno de estos modelos se adapta a las necesidades de sus miembros y a su entorno. Las iniciativas que existen en Brasil, por ejemplo, distan de otras que se llevan a cabo en Francia y éstas a la vez de las que se impulsan en Estados Unidos. Pero a pesar de estas diferencias existe un denominador común: solidaridad productor-consumidor, cooperativismo y auto-organización.

En Brasil existen actualmente veintidós mil Emprendimientos Económicos Solidarios que incorporan a las personas excluidas del mercado de trabajo, un 48% de los cuales se encuentran en el ámbito rural y están formados por asociaciones de pequeños productores. Actualmente, éstos ocupan más de un millón setecientas mil personas en el marco del movimiento de la economía solidaria (5), insertándose, una parte, en el conjunto de las alternativas al actual modelo de producción, distribución, comercio y consumo.

En Cuba, los huertos urbanos agroecológicos son una de las experiencias de producción agrícola más exitosas. Un modelo que se puso en marcha como respuesta a la crisis agrícola que vivía la isla en los 90 después del hundimiento de la URSS, cuando ésta tenía que importar el 50% de los alimentos necesarios para su consumo como consecuencia de un modelo agrícola que había convertido al país en exportador de mercancías de lujo e importador de alimentos para sus habitantes. El plan de choque de principios de los 90, consistente en invertir en agricultura urbana (plantando en la ciudad, a parte del campo, y reduciendo el uso del transporte, la refrigeración y otros recursos), tuvo más éxito de lo previsto. A finales de los 90, existían, en La Habana, más de ocho mil granjas y huertos urbanos donde trabajaban unas treinta mil personas. Un modelo que se multiplicó por toda la isla con una producción en aumento del 250% al 350% (6).

Europa

En Francia, se han desarrollado redes de solidaridad entre productores y consumidores a través de las AMAP (Association pour le Maintien de l'Agriculture Paysanne). Una experiencia que parte de un “contrato solidario” entre un grupo de consumidores y un campesino local agroecológico, en base el cual los primeros pagan por adelantado el total de su consumo por un período determinado y el campesino les provee semanalmente de los productos de su huerta. Desde la creación de la primera AMAP, en 2001, éstas se han multiplicado por todo el país llegando a sumar 750 AMAP, quienes suministran a unas treinta mil familias (7).

En otros países de Europa, experiencias como las de las AMAP se remontan a los años 60, cuando en Alemania, Austria o Suiza se empezaron a desarrollar iniciativas similares como respuesta a la creciente industrialización de la agricultura. En Gran Bretaña, estas iniciativas empezaron a funcionar en los años 90 con el nombre de CSA (Community-Supported Agriculture) o Vegetable box scheme y a principios del 2007 existían unas 600 iniciativas de este tipo (8).

España

En el Estado español, los primeros grupos de consumo surgieron a finales de los 80 y principios de los 90, pero no fue hasta mediados de los años 2000 que éstos tuvieron un crecimiento importante. En cifras totales, se trata de experiencias que suman a un número reducido de personas, pero su tendencia va en aumento, mostrando una creciente preocupación por el actual modelo agroalimentario y la voluntad de llevar a cabo un consumo que sea solidario con el campo, con criterios sociales y medioambientales.

A pesar de compartir unos criterios comunes existe una gran variedad de modelos organizativos, de relación con el campesino, de formato de compra, etc. Algunos integran en su seno a consumidores y a productores y otros sólo están formados por consumidores. Hay algunos modelos donde el consumidor puede escoger aquellos productos de temporada que desee y otros que perciben cada semana una cesta cerrada con frutas y verduras de la huerta. La mayor parte de experiencias funcionan a partir del trabajo voluntario de sus miembros, aunque hay algunos iniciativas profesionalizadas que incluyen también venta en tienda.

La multiplicación de estas experiencias plantea una serie de oportunidades para desarrollar otro modelo de consumo desde lo local, recuperando nuestro derecho a decidir sobre cómo, cuando y quién produce aquello que comemos. El gran reto es cómo llegar a más gente, hacer estas experiencias viables, mantener unos principios de ruptura con el actual modelo agroindustrial, seguir vinculadas a una producción y a un consumo local y rechazar los intentos de cooptación y el marketing verde.

Las cooperativas y los grupos de consumo tienen que aliarse con otros actores sociales (campesinos, trabajadores, mujeres, ecologistas, ganaderos, pescadores...) para cambiar este modelo agroalimentario, pero a la vez deben de ir más allá y participar en espacios amplios de acción y debate para conseguir un cambio global de paradigma. Estas iniciativas no deben de quedarse sólo en el discurso de la alternativa concreta, a pequeña escala, sino insertarse dentro de una estrategia general de transformación social.

La lógica capitalista que impera en el actual modelo agrícola y alimentario es la misma que afecta a otros ámbitos de nuestras vidas. Cambiar este sistema agroalimentario implica un cambio radical de paradigma y la crisis múltiple del capitalismo en la que estamos inmersos lo pone claramente de manifiesto.www.ecoportal.net

Esther Vivas

Referencias:

1- Bello, W (2009). The Food Wars. Londres. Verso.
2- Davis, M. (2006) Planet of slums. Londres. Verso.
3- Marques, P. (2009) La dimensión sociopolítica del movimiento de la Economía Solidaria en Brasil: Un estudio del Foro Brasileño de Economía Solidaria, Universidad de Granada.
4- Chappell, M.J. (2007) Shattering myths: Can sustainable agriculture feed the world? en: http://www.foodfirst.org/..
5- Ibid.
6- Murphy, C. (2000) Cultivating Havana: Urban agriculture and food security in the years of crisis en: http://www.foodfirst.org/...
7- Para más información sobre les AMAP ver: López García, D. (2006) AMAPs: contratos locales entre agricultores y consumidores en Francia en:http://bah.ourproject.org/...
8- Para obtener más información sobre estas experiencias en Gran Bretaña ver: Soil Association, (2005) Cultivating communities farming at your fingertips en: http://www.soilassociation.org

viernes, 28 de octubre de 2011

Trece ONG denuncian un plan para teñir Alaska de negro


Público_28-10-2011

Ecologistas e indígenas presentan una demanda contra la Administración Obama por aprobar las prospecciones petrolíferas de Shell en el Ártico


Es la lucha de una pequeña comunidad esquimal de Alaska y de un nutrido grupo de ecologistas contra el tándem formado por la petrolera Shell y la Administración Obama. La lucha por preservar el frágil ecosistema del Ártico contra la búsqueda de nuevas reservas de petróleo sin explotar para tratar de saciar la sed insaciable de combustible de Estados Unidos.

En Point Hope, una localidad esquimal de 750 habitantes situada en la punta más occidental al noroeste de Alaska, están marcando en el calendario los días que quedan para que comience el verano de 2012. No esperan la llegada del buen tiempo, sino que se preparan para un acontecimiento que, según los ecologistas, puede revolucionar la vida de los habitantes de esta recóndita localidad esquimal situada a 322 kilómetros al norte del Círculo Ártico y a 7.015 kilómetros de Washington: el próximo verano está previsto que Shell empiece a realizar perforaciones de pozos petrolíferos en el océano Glacial Ártico.

La zona podría tener el 13% de las reservas de petróleo aún no descubiertas

Según los expertos, el Ártico puede tener el 13% de las reservas mundiales de petróleo aún no descubiertas. Por eso, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Dinamarca y Noruega países que rodean el océano Ártico compiten por el control de los recursos petroleros y de gas natural de la región. La petrolera noruega Statoil y la estadounidense ConocoPhillips se encuentran a la espera de ver cómo le va a Shell para iniciar sus propias exploraciones.

Asociaciones locales de esquimales y ecologistas se oponen a estas exploraciones. Su peor pesadilla: una marea negra en el Ártico. "No tienen plan en caso de vertido", denuncia Earthjustice. Este bufete de abogados sin ánimo de lucro ha presentando una denuncia ante un tribunal de apelaciones en nombre de 13 organizaciones esquimales y ecologistas con el objetivo de impedir que Shell haga perforaciones petroleras en las peligrosas aguas del Ártico, donde el deslizamiento de enormes bloques de hielo puede ser una amenaza para las labores de perforación.

Shell confía en que el tribunal de apelaciones acabará dándole la razón y aprobará su plan de perforaciones exploratorias en el mar de Beaufort, tal y como hizo otro tribunal en mayo. Curtis Smith, portavoz de Shell Alaska, está convencido de ello porque la petrolera ha presentado "el plan de exploración más técnicamente sólido y medioambientalmente delicado de la historia de Norteamérica".

«Shell no tiene plan en caso de vertido», dice un despacho de abogados

La petrolera sostiene que en el caso poco probable de que se produzca una marea negra, la compañía pondría en marcha el sistema de respuesta antivertido "más sólido" de los que dispone la industria petrolera y que cumple los requisitos de la Oficina Nacional de Administración, Regulación y Aplicación de la Energía Oceánica de Estados Unidos (BOEMRE, por sus siglas en inglés).

En aislamiento

Los ecologistas y los nativos consideran, en cambio, que el plan de Shell hace aguas por todas partes. Sostienen que, en caso de que se produzca un vertido de petróleo en el Ártico, será imposible para Shell limpiar la marea negra debido a las condiciones extremas y el aislamiento de esta región. "Los mismos factores que han limitado el desarrollo en la región, como el frío extremo, el abundante hielo, las tormentas intensas y la infraestructura industrial limitada, hacen que la perforación y extracción de hidrocarburos sea más peligrosa que en otras áreas a cierta distancia de la costa de Estados Unidos", advierte un informe publicado en septiembre del Grupo Medioambiental Pew.

Si se produce un derrame en otoño no se podrá hacer nada hasta junio

"Cuando hablamos del frágil Ártico, la ciencia, no la política, debería guiar la toma de decisiones", advierte Marilyn Heiman, directora de la oficina del Ártico del Grupo Medioambiental Pew. Heiman recomienda realizar más estudios científicos antes de llevar a cabo perforaciones petrolíferas con el fin de "evitar un daño irreparable en un ecosistema que no se puede encontrar en ninguna otra parte en aguas estadounidenses".

El Grupo Medioambiental Pew ha encontrado lagunas en el estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) sobre las perforaciones petroleras en el Ártico. Y se pregunta si, en caso de marea negra, se dispone de información técnica y científica suficiente para responder de forma rápida y eficaz ante un desastre ecológico de grandes dimensiones.

Perforar en el Ártico sólo es posible de julio a octubre. Si se produce un vertido de petróleo a finales de otoño, no se podrá hacer nada para limpiarlo hasta el mes de junio cuando llegue el deshielo. Y entonces, advierten los ecologistas, será demasiado tarde.

Los ecologistas y los nativos de Alaska también temen que los témpanos de hielo queden contaminados por la marea negra y que sea imposible deshacerse del crudo. Recuerdan que esos témpanos de hielo son el hogar de morsas, focas y osos polares, ya amenazados por el deshielo. Muchos ecologistas consideran el Ártico la zona cero del cambio climático.

"Permitir a Shell perforar cuando no tiene un plan creíble de limpieza de un vertido de petróleo en las aguas congeladas del Ártico y, en vez de eso, simplemente asumir que puede limpiar el 95% del petróleo vertido no sólo es poco realista, sino que es insultante e irresponsable", señala en un comunicado Holly Harris, abogada de Earthjustice. "Dado el riesgo de un vertido de petróleo catastrófico, la Administración Obama no debería permitir a Shell jugar a la ruleta rusa con el futuro de los osos polares, las morsas del Pacífico y todo el ecosistema del Ártico", añade Rebecca Noblin, directora para Alaska del Centro para la Diversidad Biológica.

Noblin cree que si los osos polares, las morsas y otras especies en peligro de extinción van a sobrevivir en un Ártico que se derrite rápidamente, "necesitamos proteger su hábitat, no sacrificarlo a las compañías petrolíferas". Los ecologistas y los nativos también temen que "el ruido industrial" provocado por las labores de perforación, y el continuo ir y venir de barcos y helicópteros, puedan alterar o desorientar a las ballenas, los osos polares y otros animales.

"El ruido atronador de la perforación es tan alto y confuso que puede llevar a las osas polares a abandonar a sus cachorros", advierte Greenpeace a sus miembros en un correo electrónico enviado para recaudar fondos para salvar a los osos polares. "Imagine un cachorro de oso polar, solo y hambriento, abandonado por su madre por culpa del ruido de la perforación del Ártico. Si no actuamos pronto esta situación hipotética puede convertirse en real y mortal", añade Greenpeace.

Pero las perforaciones petroleras de Shell no sólo ponen en peligro la vida de los osos polares, las morsas y las ballenas, sino también la cultura y la forma de vida de las comunidades nativas de Alaska. "El océano es nuestro jardín. Dependemos de él para alimentos de subsistencia que nos han mantenido a nosotros y a nuestra cultura durante miles de años ", asegura Lily Tuzroyluke, directora ejecutiva de la Comunidad Nativa de Point Hope.

Shell está "orgullosa", según el portavoz de su filial en Alaska, de "la relación que ha forjado a lo largo de los últimos años con el condado de North Slope y muchas de sus localidades y residentes". Curtis asegura que han mantenido más de 450 reuniones con los vecinos de la zona para "escuchar las preocupaciones, responder a preguntas y hacer cambios en nuestro programa". A pesar de que mantienen diferencias sobre ciertos puntos, entre ellos mantienen "un diálogo productivo y respetuoso", según el portavoz.

Millones en impuestos

El problema, según los ecologistas, es que hay mucho dinero en juego y muchos en Alaska se frotan las manos; ven en la llegada de Shell una oportunidad de oro para hacer negocios. Se estima que los pozos de petróleo de Chukchi y Beaufort podrían tener un valor de 2.400 millones de dólares. También serviría para llenar las arcas municipales, estatales y federales con los impuestos del petróleo.

El gobernador de Alaska, el republicano Sean Parnell, apoya, al igual que los senadores de este Estado, el plan de Shell de perforar en el Ártico. Las autoridades locales confían en encontrar nuevas fuentes de petróleo para transportar el crudo a través del oleoducto Trans Alaska, que recorre 1.287 kilómetros desde la bahía de Prudhoe hasta el puerto de Valdez. Shell asegura que las reservas estimadas de petróleo y gas natural en los mares de Chukchi y Beaufort podrían crear "50.000 puestos de trabajo muy bien remunerados, provocar décadas de crecimiento económico y añadir años de vida al oleoducto Trans Alaska".

Este oleoducto ha visto reducido considerablemente en los últimos años su volumen de transporte, que ha pasado de un récord de dos millones de barriles de petróleo diarios en 1988 a los 570.000 barriles diarios este año. Por lo que las autoridades locales están deseando que el petróleo de Chukchi y Beaufort fluya por este oleoducto.

"En estos tiempos en que la nación lucha por la creación de empleo y busca nuevas fuentes nacionales de energía, Shell está preparada para explorar el Ártico y empezar a repartir estos beneficios a los estadounidenses", añade el portavoz de Shell Alaska.

Sin embargo, muchos en la comunidad esquimal de Point Hope desconfían de las promesas de Shell y los políticos locales. "Aprobar la perforación de Shell en el mar de Beaufort es irresponsable y podría provocar una catástrofe", explica Caroline Cannon, presidenta de la Comunidad Nativa de Point Hope. "Lucharemos en los tribunales, porque nuestra cultura nunca podrá ser comprada o compensada con dinero. No tiene precio", concluye Cannon.

Fuente: http://www.publico.es/ciencias/403185/trece-ong-denuncian-un-plan-para-tenir-alaska-de-negro