El discurso más extendido en los informes internacionales, entre los gobiernos mayoritariamente y en los medios de comunicación equipara inversión con crecimiento... y hasta con desarrollo. Sin embargo, está claro que los mayores “inversores” en agricultura no son las corporaciones empresarias sino, acumulativamente, los millones de campesinos en todo el mundo.
Así lo planteó en su presentación esta semana durante la 37 Sesión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS, según su sigla en inglés) el investigador holandés Jan Douwe van der Ploeg, quien enseña en los Países Bajos y también en universidades como la de Pekín, en China.
El especialista estudió varios casos de acaparamiento de tierras y aguas de riego por parte de transnacionales en distintos continentes y demuestra claramente que la actual situación de extensión del agronegocio en el control de esos recursos “no soluciona sino que profundiza la situación de inseguridad alimentaria” a escala mundial. “Estas inversiones en agricultura no aportan a la solución, sino más bien forman parte del problema”, dijo a Radio Mundo Real en una entrevista posterior a su intervención.
“Los campesinos invierten mucho, no a través de mecanismos bancarios sino de su trabajo: construyen terrazas, riegos, aumentan la fertilidad del suelo y esto trae como consecuencia que la agricultura campesina es productiva. También tenemos que tener en cuenta que frecuentemente se encuentra amenazada y eso se relaciona con que hoy en día se habla a nivel mundial del acaparamiento de tierras. Yo diría que esas compras de tierras no son una inversión en agricultura sino expropiar las posibilidades de desarrollo”, dijo van der Ploeg.
Por ejemplo, dijo el investigador, por cada hectárea que riega la agricultura industrial, quita el agua a siete hectáreas de producción campesina. “Eso no es un progreso, más bien una regresión”, reflexiona. “Además -añade el técnico holandés cuya profesión es de ingeniero en agronomía- en general esta agricultura para ahorrar costos construye los canales de riego pero no los drenajes, lo que está generando una salinización de los suelos”.
En cambio, basado en datos científicos, van der Ploeg afirma que “la agricultura familiar y campesina bien puede alimentar al mundo”. “Todos los estudios serios existentes afirman sin dudas que tanto productiva, como económica, ambiental y socialmente la agricultura familiar es más eficiente que la agricultura empresarial”, remarca el investigador europeo.
“Si Europa ha podido mantener una agricultura fuerte es justamente por la gran presencia de producción familiar y campesina. La presencia de grandes empresas en agricultura es más una expresión de barbarie que de civilización”, concluyó.Fuente: http://www.ecoportal.net/content/view/full/100914
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