Bolsas "oxibiodegradables": negocio pintado de verde.
La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) calificó de "gran negocio pintado de verde" el uso de bolsas oxibiodegradables. Sostuvo que su uso "no beneficia al ambiente sino a las empresas que fabrican los aditivos y a los comercios que quieren mostrar una imagen ambientalmente responsable aunque esto no sea así".
El Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, indicó que la ley provincial n° 9.696 sobre recambio de bolsas plásticas tradicionales "se elaboró en base a datos técnicos poco actualizados". Sostuvo que las bolsas oxibiodegradables promovidas como reemplazo de las tradicionales "también son de polietileno, tienen metales incorporados como cobalto, manganeso y plomo, interrumpen el compostaje de residuos orgánicos y favorecen un mayor uso de bolsas plásticas en lugar de reducirlo".
"Las bolsas de bioplástico o bolsas biodegradables no deben ser confundidas con las bolsas oxibiodegradables, un nombre cada vez más rechazado por su imprecisión. Los bioplásticos y en general los plásticos biodegradables son sustancias obtenidas a partir del almidón de maíz, papa, trigo y otros cultivos. Entre los materiales base ya desarrollados se encuentran las cadenas de polímeros del ácido poliláctico. Las bolsas oxibiodegradables y las bolsas convencionales, en cambio, son fabricadas con polietileno y otras sustancias químicas derivadas del petróleo", remarcó.
El Ministerio de Ambiente de Gran Bretaña (DEFRA) encargó recientemente un estudio independiente a la Universidad de Loughborough para conocer el impacto ambiental producido por las bolsas oxibiodegradables. Tras conocer los resultados –que cuestionan sus supuestas bondades- el Ministro de Ambiente, Dan Morris, sostuvo que el término oxibiodegradable "puede causar confusión" y que la "disposición incorrecta de las bolsas biodegradables tiene el potencial de afectar negativamente el reciclaje y las instalaciones de compostaje".
Montenegro recordó que las bolsas oxibiodegradables "sólo se diferencian de las convencionales por su contenido en aditivos, generalmente metales tóxicos. El Instituto de Productos Biodegradables (BPI) analizó bolsas oxibiodegradables en Canadá y encontró que tenían altos contenidos del metal cobalto: 39,7 partes por millón en 2008 y 1.007 partes por millón en 2003. Ambos valores violan la normativa canadiense que regula la certificación de plásticos compostables". Ese mismo instituto determinó que los plásticos oxibiodegradables son incompatibles con el compostaje, "es decir, con el proceso de degradación de residuos orgánicos realizado en presencia de oxígeno. Justamente el tipo de proceso que debería implementarse en Córdoba para el tratamiento de la basura orgánica. Las bolsas oxibiodegradables son una mala noticia para los proyectos de la Municipalidad de Córdoba".
FUNAM insistió que llamar ecológicas, biodegradables o ambientalmente amigables a las bolsas oxibiodegradables "es incorrecto". La Asociación Europea de Recicladores de Plástico rechaza el uso de estas bolsas y la Oficina Estadounidense de Mejores Prácticas Comerciales consideró que no debían ser llamadas eco-amigables.
Las bolsas oxibiodegradables suelen contener TDPA, una marca comercial de aditivo con metales, entre ellos manganeso, cobalto, plomo y hierro. "Según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, IARC, el cobalto es un posible cancerígeno para seres humanos. Por eso está incluido en el grupo de riesgo 2B", agregó Montenegro. Sostuvo que estos metales "se dispersan en el ambiente cuando las bolsas oxibiodegradables se fragmentan. Mientras las bolsas tradicionales pueden tardar varias décadas en desmenuzarse, las oxibiodegradables –bajo condiciones favorables- pueden reducirse a fragmentos más pequeños en unos tres años".
Soluciones solventes y no medidas improvisadas
La mayoría de las experiencias de reemplazo de bolsas plásticas que se están desarrollando en países europeos sigue una estrategia "totalmente distinta a la encarada por la legislatura de Córdoba", indicó Montenegro. "En Italia, en Milán, las bolsas plásticas serán reemplazadas por bolsas biodegradables fabricadas con recursos renovables de origen agrícola. En Torino, el proceso es gradual. En una primera fase, que se extendió hasta marzo de este año, se realizaron proyectos piloto de buenas prácticas para desalentar el uso de bolsas plásticas. A partir de abril comenzó a regir la prohibición del uso en comercios de bolsas plásticas, las cuales deberán ser reemplazadas por bolsas biodegradables. Una estrategia similar se está implementando en Francia, donde se utilizarán restos de la actividad agrícola para fabricar bioplásticos".
FUNAM indicó que en Córdoba "se creyó erróneamente que el uso de bolsas oxibiodegradables era ambientalmente bueno, y se ignoraron, deliberadamente o no, los efectos negativos de sus aditivos y de las micropartículas de polietileno".
Montenegro sostuvo que la fuerte campaña publicitaria que acompaña el uso de bolsas oxibiodegradables "alienta su mayor consumo en lugar de reducirlo. Es la bolsa consumista por excelencia. Se rompe relativamente rápido para que pueda ser reemplazada por otra bolsa del mismo tipo. Queda instalado así un negocio redituable para los fabricantes de bolsas y aditivos. Entretanto los comercios y supermercados que las regalan pueden mostrar una imagen supuestamente más verde. Pero el ambiente, ya fuertemente impactado por otros contaminantes, termina recibiendo finalmente más polietileno y grandes cantidades de aditivos metálicos".www.ecoportal.net
FUNAM - Fundación para la defensa del ambiente
www.funam.org.ar
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