Repsol-YPf supo ‘volatilizar’ otra mancha kilométrica de petróleo en el mar Mediterráneo. A diferencia de sus intentos de ocultar anteriores derrames esta vez fue Repsol quien advirtió a las autoridades de Salvamento Marítimo del avance de una mancha de 1.900 hectáreas (dimensión similar a 1.900 campos de fútbol) el 22 de diciembre desde el pozo Casablanca, propiedad de la compañía, situada a 53 kilómetros de la costa de Tarragona.
El origen de este vertido habría sido una válvula abierta por descuido, como reconoció un portavoz de la compañía un día después. Las costas de Tarragona han sufrido 18 vertidos en los últimos diez años, de los cuales ocho fueron producidos por Repsol.
La ‘evaporación’ de la mancha Los barcos de Salvamento Marítimo se pusieron en acción pasado el mediodía del 23 de diciembre y, como en anteriores episodios, las autoridades agradecieron, horas después, la fuerza del viento que ayudó a “alejar la mancha de la costa” para que después fuera ‘evaporada’. Igual que en anteriores ocasiones, la compañía obtuvo de las autoridades públicas, representadas por la delegada de Gobierno en Tarragona, Teresa Pallarès, un apoyo explícito cuando, horas después del vertido de al menos 180.000 litros de crudo en la plataforma marítima Casablanca, argumentó que las condiciones meteorológicas óptimas habían favorecido la evaporación del petróleo. Esta particular forma de manejar las contingencias ambientales, argumento repetido ya por la Delegación del Gobierno de Tarragona en otros accidentes contaminantes provocados por Repsol- YPF, ha generado en la opinión pública una desconfianza sobre su supuesta neutralidad. El 10 de octubre, ante un vertido de crudo de 140 hectáreas en las costas de Tarragona por la empresa de asfaltos ASESA (propiedad de Repsol y Cepsa), la misma Teresa Pallarès argumentó que la lluvia dispersaría el vertido y que el “poder de evaporación” del sol acabaría de forma definitiva con la mancha en un fin de semana. Organizaciones de pescadores como la Confraria de Pescadors de Tarragona, han denunciado en repetidas ocasiones que en lugar de eliminar el crudo, los barcos de Salvamento Marítimo lo que hacen es disolverlo con productos químicos para que desaparezca de la superficie.
Los ecosistemas marinos son igualmente dañados, aseguran, aunque la superficie marina queda “fotografiable”. Amenaza al delta del Ebro Organizaciones ecologistas denuncian la amenaza que supone este vertido para el vecino delta del Ebro, ya que la mancha se quedó a 24 kilómetros de la costa, antes de que el viento la empujara mar adentro.
Greenpeace exige la “emisión, por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, de una declaración de impacto ambiental negativo sobre dos nuevos pozos en aguas profundas”. Montazo D-5 y Lubina-1 son los pozos marinos con los que Repsol pretende quintuplicar su producción este verano.
Dos fugas no notificadas de estos pozos sucedidas entre mayo y junio de 2009, llevaron a dos directivos de la empresa al Juzgado de Instrucción nº 3 de Tarragona por “graves negligencias en la previsión de riesgos”.
Esos pozos fueron perforados en 1994 pero la tecnología de entonces hizo inviable la extracción de crudo. Ahora Repsol asegura que ya tiene capacidad para explotarlos con seguridad. A pesar de todo, las nuevas tecnologías no evitaron la reciente mancha.
Repsol YPF es una compañía privada que, por su carácter de empresa estatal privatizada, disfruta de condiciones de monopolio. En el Estado español, cuenta con 40 millones de clientes que en 2009 consumieron 140 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Esta situación genera una fuerte dependencia de las reservas de hidrocarburos extranjeras, principalmente de países africanos como Argelia, Libia o Nigeria.
La dependencia de las reservas de países extranjeros tiene, sin embargo, una ventaja para la compañía: los impactos que genera difícilmente llegan al conocimiento del consumidor. En cambio, los repetidos accidentes de Repsol en el Estado español son mal vistos por un consumidor que acoge cada vez con más incredulidad los discursos de responsabilidad social corporativa de la compañía.
En Tarragona, algunas entidades han logrado romper el cerco informativo que rodea el tema de la contaminación atmosférica de Repsol,difundiendo hace unas semanas los resultados de los controles químicos realizados por el laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de Catalunya en el entorno del polígono de Repsol Química. Estos análisis revelaron que en episodios puntuales de mal olor se registran elevadas concentraciones de compuestos irritantes y tóxicos con potenciales efectos sobre la salud. También revelan la presencia de compuestos que no deberían detectarse en un área urbana, como fenol, cresol, bifenilo, acetato de vinilo, hidrocarburos aromáticos policíclicos, bromoformo, acetonitrilo, o N-dimetilformamida, entre otros.
VERTIDOS EN LA ZONA: SUMA Y SIGUE
12/02/2004, Primer vertido: La plataforma Casablanca, de Repsol- YPF, originó un vertido de dos km de largo y 75 m de ancho.
08/10/2004, Segundo vertido: Vertido de sulfato de amonio de Repsol Química en el río Francolí. Se recogieron 740 kg de peces muertos.
31/08/2006, Tercer vertido: Fuga de entre 5.000 y 20.000 litros en una tubería de una planta. Manchas en las costas de Cambrils y Salou.
05/01/2007, Cuarto vertido: Una descarga de Repsol en el puerto de Tarragona originó otro vertido.
23/10/2007, Quinto vertido: Repsol comunica un derrame de 500 litros de crudo en el puerto de Tarragona. Cierra la playa de La Pineda.
27/07/2009, Sexto vertido: Mancha de 1 km en las playas del Creixell. Pride North America (Repsol), paga 2,7 millones de multa.
10/10/2010, Séptimo vertido: El derrame de Asfaltos España (Repsol- Cepsa) origina una mancha de 140 hectáreas en Tarragona.
22/12/2010, Octavo vertido: Un ‘error’ en la plataforma Casablanca origina otra mancha de crudo.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/En-seis-anos-Repsol-ha-provocado.html
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