El primer día del desastre de Fukushima, Tepco informó de que los reactores 1, 2 y 6 operaban cuando ocurrieron el terremoto y el tsunami y que los otros 3 reactores no contenían barras de combustible debido al mantenimiento periódico. Los reactores 1, 2 y 6 fueron diseñados por General Electric, el antiguo modelo Mark-1.
Luego el reactor 3 estalla y se quema y, sin corregir el primer informe, Tepco pasa a decir que 1, 2 y 3 estaban operando y que los otros no estaban en funcionamiento. El Nº 3, que funciona con combustible plutonio-uranio MOX, fue construido por Toshiba (el Nº 5 también es de Toshiba). Toshiba tiene una cooperación internacional con Westinghouse para construir plantas nucleares. La filtración del Nº 3, por lo tanto, es responsable de la filtración de plutonio.
Después se incendia el edificio del reactor 4, debido a una piscina de refrigeración seca para barras gastadas. El Nº 4 fue construido por Hitachi, que tiene una cooperación con GE para construir plantas nucleares y también para desarrollar actualmente un proceso de separación con láser (plasma) para extracción de plutonio.
El fuego es tan extremo (para el uranio empobrecido) que el reactor resulta dañado. Esto sugiere que el reactor 4 también estaba dañado en su interior, lo que significa que estaba en funcionamiento cuando ocurrió el tsunami, en una serie no prevista con uno de dos objetivos posibles: generación eléctrica fuera de línea por algún motivo dentro de Fukushima 1; o para una reacción controlada con el fin de reprocesar (enriquecimiento de neutrones) barras de combustible gastado para aumentar su contenido de uranio fisible (antes de la extracción).
Luego se estableció que los reactores 4 y 5 estaban generando gas de hidrógeno.
El gas H se produce cuando el proceso de fisión, que libera electrones y neutrones, divide moléculas de agua, H2O, en hidrógeno, oxígeno supercargado y algunos radicales hidroxilo. La presencia de una acumulación de gas indica que estos dos reactores contienen barras de combustible, contrariamente a las afirmaciones de Tepco. Esto significa que los reactores 4 y 5 habían estado recientemente operando o que los estaban preparando para operaciones de una naturaleza indeterminada (y no informada).
El otro misterio técnico es que los ingenieros de Tepco sugirieron que la energía eléctrica dentro de la planta fue interrumpida por algo diferente del tsunami. He mencionado antes esta posibilidad, la de que el terremoto y las interrupciones del control podrían haber causado que los ordenadores de control fueran vulnerables al virus Stuxnet.
La otra posibilidad que hay que considerar es que un suceso electromagnético de alta energía (por ejemplo un repentino estallido de energía producido por la liberación de gases ionizados del proceso de láser-plasma desmagnetizado) podría haber cortado todos los sistemas eléctricos, de manera similar a cómo una bomba de neutrones podría incapacitar un sistema de energía.
Los informes de la prensa registraron muy poca información al respecto, pero surgió como una admisión casi inadvertida durante la cobertura del desastre televisado minuto a minuto por NHK.
El otro gran misterio es la interrupción de un minuto de NHK World News cuando se mencionó el incendio y el cierre de la planta en la planta nuclear Onagawa en la Prefectura Miyagi.
Yoichi Shimatsu es editor especial de 4th Media y escritor medioambientalista. Vive en Hong Kong. Es antiguo editor del Japan Times Weekly y colaborador frecuente también de Global Research.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Fuente: http://www.globalresearch.ca/
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