viernes, 4 de diciembre de 2009

Los países más contaminantes podrían ser los más afectados por la acidificación de los océanos
04-12-2009

Estados Unidos, China, Japón, Canadá, Reino Unido y Corea –responsables del 51% de las emisiones de CO2– están entre los países más vulnerables. España podría ver afectada su industria pesquera y perder algunos de sus hábitats marinos más importantes, como el coralígeno, los corales de profundidad o el maërl.

Muchos de los impactos del cambio climático suelen ser especialmente graves para los países más pobres y que menos han contribuido a la contaminación de la atmósfera. Sin embargo, la acidificación de los océanos, provocada por el incremento de CO2 que es absorbido por los mares, podría tener un efecto más directo sobre los principales causantes del problema.

Así lo asegura Oceana, que en un reciente informe en el que valora el potencial impacto de la acidificación, ha evaluado diversos factores, como el volumen de capturas pesqueras, la extensión de los arrecifes de corales o la dependencia de los recursos marinos para establecer un ranking de países vulnerables.

Seis de los países mas contaminantes –Estados Unidos, China, Japón, Canadá, Reino Unido y Corea– podrían ser de los más afectados, junto a otros de latitudes frías como Islandia, Noruega o Dinamarca, donde el impacto de la acidificación será previsiblemente más alto, y aquellos con grandes extensiones de arrecifes, como Australia, Indonesia, Filipinas o Belice.

España, al no encontrarse en latitudes frías ni tener grandes extensiones de arrecifes coralinos, no se encuentra entre los inicialmente más vulnerables. No obstante, su gran dependencia de proteína de pescado y otros productos marinos, su gran flota y la presencia de especies en sus aguas altamente vulnerables, como las algas coralinas o los corales de profundidad, también podrían hacer sufrir un severo revés en sus ecosistemas y en algunas actividades industriales.

Oceana llama la atención de todos los gobiernos ante la cumbre de Copenhague sobre la peligrosidad de los cambios químicos que se están produciendo en los océanos de todo el mundo. El pH del agua se ha incrementado ya un 30% y podría llegar a un 100% antes de mitad de siglo. Esto llevaría a que muchos mares del mundo tuvieran aguas corrosivas para corales, moluscos, crustáceos, equinodermos y algas, entre otras especies.

Para prevenir mayores daños en los arrecifes de coral, los científicos apuntan que necesitamos estabilizar los niveles de CO2 atmosférico en 350 partes por millón (ppm) o menos. Para alcanzar este objetivo, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático recomienda alcanzar en 2050 una reducción de las emisiones globales de al menos un 85% por debajo de los niveles del año 2000. Esto implica que en 2020 los países más desarrollados deben haber reducido su contaminación en CO2 entre un 25% y un 40% por debajo de los niveles de 1990, y en 2050 entre un 80% y un 95% por debajo de los niveles de 1990.

Por ejemplo, EE UU es el octavo en vulnerabilidad, y sistemáticamente ha sido el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, por detrás de China. Ambos países han señalado recientemente su intención de adoptar compromisos concretos para reducir sus emisiones. Muchos Estados observarán de cerca sus acciones en la mesa de negociaciones de Copenhague.

“Sabemos que el modo más efectivo de proteger recursos naturales como el coral y las pesquerías es reducir las emisiones de dióxido carbono. La cuestión es si los Estados se comprometerán a hacerlo en las negociaciones del clima de Copenhague o si dejarán que la próxima generación tenga que enfrentarse a graves problemas económicos y ecológicos”, señala Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa. www.ecoportal.net

Informe: Países vulnerables a la acidificación

Oceana - www.oceana.org

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