Con motivo de la celebración, el 2 de febrero, del Día Mundial de los Humedales, Ecologistas en Acción advierte que el cambio climático se convertirá en la principal amenaza para los humedales, por lo que resulta urgente adoptar ya medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.
En los últimos 40 años, los humedales españoles han sufrido una rápida regresión, habiendo desaparecido más del 60% de los humedales debido especialmente a su desecación con fines agrarios, desarrollos urbanísticos, e infraestructuras de transporte; a las excesivas extracciones de agua; a la sedimentación y a la contaminación. Aunque todas estas causas de desaparición de humedales siguen presentes, e incluso están aumentando, Ecologistas en Acción advierte que el cambio climático, debido a las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero de origen humano, se está convirtiendo en uno de los principales responsables de la desaparición de humedales, al tratarse de ecosistemas muy restringidos geográficamente.
Los efectos combinados del cambio climático, por ejemplo, en la temperatura y las precipitaciones, y los cambios en las cuencas hidrológicas y en las costas ribereñas debido a actividades humanas ya están afectando a la mayoría de los humedales. Concretamente en el Estado español, la subida de temperaturas que se están produciendo, de medio grado por cada diez años en el periodo 1973-2005 (Agencia Estatal de Meteorología), ha provocado, debido al incremento de la evaporación y la evapotranspiración, una media de reducción de las aportaciones anuales a los cauces entre 1995 y 2005 de 15% en relación con las obtenidas durante el periodo 1940-1995, pudiéndose situar próximo al 20%.
Ello provoca que los recursos hídricos disponibles sean insuficientes para satisfacer las actuales demandas de agua en una buena parte de las cuencas, y una preocupante reducción de caudal en ríos y otros humedales, pudiendo llegar a provocar que se sequen los cauces de las corrientes durante periodos de tiempo prolongados, lo que puede reducir la productividad de los ecosistemas ya que se restringe el hábitat acuático, empeora la calidad del agua (aumenta la falta de oxígeno), y la intensa competencia y depredación reduce la biomasa total.
Por otra parte, los humedales costeros, inclusive marismas, resulten negativamente afectados por la elevación del nivel del mar, especialmente en los casos en que existan barreras físicas en su lado terrestre, por ejemplo diques ya que aumentarán los daños provocados por inundaciones costeras debido a tormentas y fuertes mareas en muchas zonas. Además, los aumentos previstos en la temperatura de la superficie del mar, entre 1 y 3º C aproximadamente, es muy probable que provoquen episodios más frecuentes de decoración de corales y mortalidad generalizada de corales. Especialmente susceptibles a la elevación del nivel del mar son los deltas (como consecuencia de un bajo suministro de sedimentos, de hundimientos y de otros problemas) provocando la retirada de la línea costera y al deterioro de los humedales, como ocurre en el delta del Ebro.
Dada la importancia de los procesos y servicios ecosistémicos, como fuente de agua doméstica, como protección ante la contaminación, como garantía de agua, y ayuda en la gestión de inundación, entre otros; y teniendo en cuenta que los humedales y su biodiversidad contribuyen a mitigar el cambio climático, mediante el almacenamiento de carbono y sus efectos locales en la climatología y las precipitaciones, Ecologistas en Acción reclama a las administraciones competentes que se adopten las siguientes medidas:
Propuestas:
- Conocer el estado de conservación de cada uno de los humedales catalogados, y las posibles afecciones que le están generando o generará el cambio climático en el futuro.
- Aplicar programas de restauración y adaptación al cambio climático en todos los humedales catalogados, priorizando los humedales más degradados, dado que los humedales más saludables son más resistentes.
- Lograr una reducción de emisiones responsables del cambio climático del 40% sobre la situación de 1990, íntegramente mediante la adopción de medidas nacionales.
- Contemplar en la planificación hidrológica con un 30% menos de recursos hídricos disponibles de los que se contó en 1995 para la realización de los Planes Hidrológicos de Cuenca, para asegurar el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos.
- Lograr una reducción de al menos un 30% de los recursos hídricos disponibles para los próximos años, con relación a los recursos hídricos con los que se contaba en 1995. www.ecoportal.net
Ecologistas en Acción:
http://www.ecologistasenaccion.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario