jueves, 11 de febrero de 2010

Pfizer y la práctica sexual en España
Una conjetura sobre un estudio “sociológico” de una corporación farmacéutica

Rebelión...11/02/2010


El oráculo de Pfizer en España ha hablado el miércoles 10 de febrero de 2010. Ha dado cuenta de un estudio sociológico, subvencionado por la multinacional claro está, sobre las prácticas sexuales de la ciudadanía española. ¿De toda ella? Por el tono usado –directo, práctico, de tú a tú, muy desinhibido, netamente masculino- es probable, muy probable, que el ámbito de estudio sea, fundamentalmente, el sector masculino de la población. No es desdeñable un ámbito mayor. El postmodernismo mercantil no cuida las formas clásicas.

El representante de la multinacional apuntó que según el estudio, un estudio serio, concienzudo, científico, nuestras prácticas sexuales dejan mucho que desear, no tienen la frecuencia que sería deseable. ¿Desde qué punto de vista se genera ese deseo? Desde el punto de vista, “objetivo” sin sombra de duda, de algún departamento de investigación y ventas de la multinacional, muy preocupada como es sabido por nuestra afectividad y nuestro goce.

El señor representante añadió, con estilo ajustado para la ocasión, que el impulso sexual, la libido, no era una cuestión espiritual, de esencia amorosa, platónica. Nada de eso. La apetencia tenía nombres y apellidos carnales, muy carnales, y la frecuencia subsiguiente tenía manos, cuerpos, materia, motivaciones y, sobre todo, soluciones.

Conjetura: no es un mundo posible inconcebible que dentro de poco, de muy poco, se afirme a diestra y siniestra, por tierra, mar, aire y televisiones, con la insistencia requerida para el caso, que un porcentaje en absoluto despreciable de la ciudadanía española, hetero u homosexual, padece disfuncionalidad sexual y que la bondadosa Pfizer de España y primera de USA tiene la solución química. Se llamará “Viseple” (Vida sexual plena) o “Freseato” (frecuencia sexual a tope), ya se verá, y conseguirá en “un, dos, tres, escondite inglés”, que todos (y acaso todas) estemos a la altura de las circunstancias. ¿De qué circunstancias? De las circunstancias estudiadas objetivamente por nuestra preocupada y afable corporación.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


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