La primera y segunda parte de esta conversación puede consultarse en http://www.rebelion.org/
Hablábamos del SIDA., Eduard, y te anunciaba un cambio temático. Volvamos a la gripe, a nuestra forma de designarla. Se empezó llamando gripe porcina, luego gripe A, se ha hablado de la gripe mediática. Bajo tu punto de vista, ¿cómo debería llamarse?
Lo correcto, desde el punto de vista microbiológico, son las siglas HN, virus H1N1. Si es porcina o es aviar no es el punto básico; eso es sólo el reservorio. Es también el caso de una gripe que, como todos sabemos, se llamó gripe española. Pero esto no es una denominación científica.
¿Y por qué se ha hablado y se habla de gripe española?
Es un asunto que ha salido últimamente, en el mundo anglosajón básicamente, en Estados Unidos. La fiebre española no era, propiamente, fiebre “española”. Apareció en 1917 pero no aquí sino en Estados Unidos, en Boston fundamentalmente.
¿Cómo llegó a Europa?
Los soldados norteamericanos la trajeron durante la Primera Guerra Mundial. Tuvieron una enorme cantidad de bajas por gripe, fue muy virulenta. Es evidente que debido a esas modificaciones que antes comentábamos hay años en los que la gripe es más severa que en otros y, consiguientemente, puede haber más fallecidos en unos períodos que en otros.
Pero al hablar de la gripe del 17 no hay que olvidar la situación de guerra.
Claro, claro. Fue más severa pero hay que pensar que se estaba en una situación de guerra: gente mal nutrida, soldados viviendo en trincheras… Pensemos en las trincheras del frente franco alemán por ejemplo.
Fue en aquel momento de enfrentamiento bélico cuando llegaron soldados de Estados Unidos y diseminaron la gripe entre todas las tropas. Se calcula que entre 20 y 40 millones las personas perecieron en todo el planeta. Eran condiciones de guerra y, por tanto, existía el secreto militar.
¿Secreto militar sobre los soldados que fallecían por gripe?
Las bajas que tenía el Ejército francés, el ejército americano o el ejército alemán no se publicaban. El Ministerio de Sanidad de España, que, como se sabe, no intervino en la Primera Guerra Mundial, publicó las cifras cuando la población se vio afectada por la gripe. Fue prácticamente el único país que lo hizo. En los periódicos de la época se decía de que en España había una epidemia de gripe y que había habido tantos y tantos muertos. De ahí viene el nombre.
Pero entonces estaba claro que la gripe no había sido una gripe de origen español.
Nadie se creyó realmente, nadie se ha creído nunca, que la gripe hubiera surgido en España. Después, bastantes años después, cuando se desclasificaron los documentos de la época, aparecieron los datos de fallecidos y las anotaciones de los mandos militares: “la división tal ha tenido tantas bajas por gripe y tenemos los militares desesperados”. Tenían que enviar al frente un buen número de soldados y tenían la mitad por baja, por gripe. Muchos soldados se les morían por las condiciones del frente.
Así, pues, esa es una denominación popular que se ha extendido.
Sí. Es una denominación histórica y popular y todo el mundo sabe a qué nos referimos cuando se habla de la gripe española.
Volviendo a nuestro tema, a nuestra discusión nominal.
Decir “gripe porcina”, decir “gripe aviar”… Tanto las aves como los puercos son reservorios de la gripe. Es posible que en este caso que comentamos apareciese en esa granja mexicana de la que tanto se ha hablado aunque hay gentes que también han señalado documentadamente que esos cerdos provenían de California. De esto vino llamarle gripe porcina, pero propiamente no es una gripe del puerco. Los puercos son reservorios. Lo mismo que hace años, cuando la guerra de Iraq, cuando apareció la gripe aviar. Se gastaron cantidades enormes de dinero para comprar antivirales que no han servido para nada porque finalmente fue un bluff mediático.
¿Y la de ahora? ¿Es también un bluff mediático?
En estos momentos, cuando tú y yo estamos conversando, no puedo asegurarlo. No lo sé. Es una gripe, es una mutación como tantas otras que hay de la gripe. Como un epidemiólogo conocido ha comentado esta es, sin duda, una gripe mediática. Si no se hablase tanto y tanto de esta gripe, que, no olvidemos, ha sido titular de diarios y primera noticia de informativos de muchos países durante días y días, pasaría desapercibida, o, para ser más precisos, pasaría mucho más desapercibida.
Pero, entonces, en tu opinión ¿por qué se habla y se ha hablado tanto de la gripe? ¿Se puede afirmar científicamente que esta gripe no es peligrosa teniendo en cuenta la experiencia acumulada hasta este momento y lo que ya sabemos de ella?
Hoy por hoy no, hoy por hoy es una gripe como todas. Y cuanto antes la pases mejor que mejor. O sea, tal como es ahora el H1N1 A –la A es una variante-, cuanto antes la pases mejor porque puede mutar dentro de tres días y convertirse en más grave. Lo que ahora puede afirmarse es que es una gripe bastante suave, con una mortalidad bastante baja. Tenemos ya toda la experiencia del Hemisferio sur. Nosotros entramos en invierno, pero el invierno ya ha pasado en Argentina, en Australia, en Nueva Zelanda y no ha sido nada especial.
Hay un destacado factor mediático. Esto es clarísimo.
Pero, ¿hay o puede haber otros factores aparte de éste que señalas?
Lo ignoro. No lo niego, no estoy negando nada, no me cierro en banda. Pero no puedo asegurarlo.
Pero este factor mediático al que has hecho referencia puede responder a intereses económicos que pretendan conseguir..
Puede, puede, no digo que no. Pero, hasta la fecha, no ha sido un gran negocio hacer vacunas para la gripe.
¿Por qué?
La fabricación de vacunas ha estado normalmente subvencionada siempre por los Estados y, además, la mayor parte de vacunas –no digo todas- las fabrican consorcios estatales o consorcios subvencionados por organismos o instancias estatales.
En Europa había seis empresas que fabricaban vacunas y creo que el 80% de ellas las fabricaban tres de estas empresas. Esta producción está subvencionada porque, en definitiva, tú te vacunas finalmente una vez, sólo una vez, aunque es cierto que la vacuna de la gripe es más frecuente.
¿Y esto no interesa a las industrias farmacéuticas? ¿Por qué?
La industria farmacéutica no suele ponerse en esos ámbitos. Normalmente son entidades como el Instituto Pasteur. En España hay una empresa especializada en fabricar vacunas. Siempre presenta dificultades el trato del material biológico. Se contamina, puede haber contaminaciones, hay que mantenerlo siempre en condiciones muy adecuadas. No puede haber errores. Es mucho más rentable fabricar medicamentos de productos químicos.
Pero ten en cuenta que, en este caso, hay intervenciones de grandes corporaciones.
Sí, es cierto. Lo que ahora hay aquí es que esta vez, quien están comercializando las vacunas, son GlaxoSmithKline y Novartis que no son empresas que normalmente fabriquen vacunas. Es sospechoso. Pero yo no sé realmente…
Pero el negocio está a la vista de todos. No hay dudas sobre este nudo.
Hay negocio, evidentemente. Con tanta cosa mediática todos los gobiernos han comprado muchas vacunas. Muchas, muchísimas. Yo no sé en todos los casos si las han fabricado ellos o se las han comprado a empresas que las fabrican. No he logrado aclararlo. Eso sí, si yo fuera industrial se las compraría a los chinos.
¿Por qué?
He estado en China recientemente. La primera semana de septiembre estaban ya vacunando a todos los niños en los colegios porque entre julio y agosto habían hecho ya todos los ensayos clínicos.
Pero suele decirse que China trabaja mal, que se opera muy mal cuando se producen productos, digamos, sofisticados.
No es mi opinión. De los chinos yo me fío mucho hoy en día. China tienen actualmente una tecnología de nivel similar a la que podamos tener nosotros.
Precisamente Gustavo Duch hacía referencia en fechas recientes a un estudio publicado en el European Respiratory Journal (20 de agosto de 2009), realizado por un grupo de investigadores dirigidos por Yuguo Song, del Departamento de Enfermedades Laborales y Toxicología Clínica del Hospital Chaoyang de Beijing, donde se demostraba por vez primera los daños fatales que pueden sufrir personas que estén en contacto con nanopartículas. Siete trabajadoras chinas enfermaron gravemente, dos de ellas murieron, después de haber trabajado algunos meses en una fábrica de pinturas que las usaba. Los análisis mostraron la presencia de nanopartículas de 30 nanómetros (1 nanómetro= mil millonésima parte de un metro) de diámetro en los pulmones y fluidos, idénticas a las contenidas en la pintura que usaban.
Sí, éste es un buen ejemplo de sus importantes avances en materias de investigación científica de punta.
Vuelvo el tema. ¿Y qué paso en China por cierto?
Pues que vacunaron y no ha habido, hasta donde yo sé, ninguna información sustantiva de reacciones adversas. Y los chinos, cosa que a veces suele olvidarse, publican en la literatura científica internacional. ¡Qué mas quisiéramos nosotros publicar como los chinos! Sobre todo, en los cinco últimos años. Es todo un boom el de la ciencia china.
Hablabas de compras y de lo que harías si fueras un industrial.
Exacto. Como decía, si fuera un industrial, yo se lo compraba a los chinos y lo comercializaba aquí. Pero no sé, no he logrado desentrañar por qué Glaxo y Novartis se han puesto en esto. Supongo, claro está, porque hay negocio, lo que no implica obviamente que la vacuna sea buena o mala.
Claro está, no hay relación casual en general entre el interés crematístico y la bondad epistémica de una vacuna o de cualquier otro artefacto o teoría.
Son cosas independientes, son cosas distintas. Hay muchos medicamentos que se fabrican y que realmente tienen reacciones. Los medicamentos tienen muchísimas más reacciones adversas. Déjame que insistamos en ello ya que hablamos de vacuna
Adelante Eduard, insistamos.
Cualquier medicamento tiene más reacciones adversas que las vacunas. Cuando tú tomas cualquier tipo de medicamento, sea un analgésico, sea un antibiótico, sea un antiepiléptico, sea lo que sea, potencialmente, puede tener más reacciones adversas. Las reacciones adversas a los medicamentos acostumbran a ser alrededor de un 5% (¡5 de cada 100!) de los tratamientos y, en el caso de las vacunas, estamos hablando de casos por millares, por diez mil o por 100.000 de reacciones leves y de graves por millón. Todo medicamento tiene muchísimas más reacciones adversas potencialmente que una vacuna. Pero, volviendo a la cuestión anterior, por qué en este caso esas empresas que citábamos se han puesto a fabricar esta vacuna yo no tengo una respuesta totalmente conclusiva. Supongo, y creo no suponer mal, que es una cuestión de negocio, de interés mercantil, de beneficio empresarial.
Déjame insistir para que no haya errores. En el caso de reacciones leves a las vacunas hablabas de casos por millares, por cada 10.000, por ejemplo; y de casos graves por cada millón.
Efectivamente, eso he dicho.
Déjame preguntarte entonces sobre la nueva vacuna y la vacunación de la población. Desde tu punto de vista, si tú hubiera sido un responsable de la sanidad pública catalana, española o de cualquier otro país, ¿crees que se debería haber aconsejado a la gente que se vacunara?
Yo hubiera aconsejado a la ciudadanía que se vacunase pero, fundamentalmente, hubiera obrado como en el caso de las otras vacunas contra la gripe. No veo ninguna diferencia entre esta gripe y la denominada estacional. Como en el caso de la vacunación de hace un año ante la, pongamos, H8N4 -la que sea, digo estos números como podría decir otros- pues igual, exactamente igual.
En cuanto a las personas o grupos más sensibles… Probablemente haya aquí una pequeña diferencia. La gente mayor ya pasó esta gripe… En los años sesenta, igual que en el caso de la gripe española, ya se dio esta modalidad de virus. En los cuarenta, en los sesenta, hubo un pequeño brote en los setenta. Probablemente las personas mayores mantienen una cierta inmunidad. Pero la recomendación sería la misma. Cualquier epidemiólogo lo confirmaría. Los epidemiólogos han sido los más críticos frente a tanta atención mediática y tanto hablar de esta gripe. Es una gripe como todas las demás.Otra cosa es el origen.
Claro, éste es otro aspecto. No digo que no tenga interés. Pero tal como ha sido hasta ahora ésta ha sido una gripe como todas las demás, que se ha presentado fuera de estación. Tampoco se han dado tantos casos. Últimamente ha habido algún caso más, pero ya estamos entrando en el invierno. Como en el caso de todas las gripes, la recomendación razonable hubiera sido que se vacunase la gente que tuviera mayor vulnerabilidad porque estaba afectada, porque era mayor, porque tenía problemas circulares, porque tenía problemas circulatorios, etc, los niños por otra parte, y nada más. Y además, si quieres, en los sitios donde existe mucho contacto con el público: en el caso de los maestros, los médicos,… Cuando hay una epidemia de gripe, normal y corriente, al cabo de tres días, ya están cayendo los médicos también porque estás en contacto con mucha gente. Así, pues, en los sitios en que hay mucho contacto con gente también hay que tomar medidas. Es lo clásico en este tipo de epidemias. Donde existen grupos que tienen mucho contacto con gente siempre se ha recomendado la vacunación prioritariamente: los cuarteles, los colegios, los hospitales públicos. La vacunación, además, es banal. No tiene nada de especial respecto a los otros casos.
Pero, ¿tú hubieras apostado por una vacunación masiva?
No. Yo hubiera hecho, yo haría, lo mismo que todos los años, haría las mismas recomendaciones que se hacen siempre. El problema es que, yo no sé por qué razón este caso tiene que ser especial. Pasó también con la que llamamos gripe aviar, con titulares en todos los periódicos. Si no se hablase, si fuese un suelto de prensa en la página donde salen estas cosas, que suele ser la 35, hubiera pasado desapercibida en todo el planeta.
¿Por qué entonces se le dado tanta dimensión?
Esto ya es una cuestión de sociología, no es una cuestión médica. Si yo fuese sociólogo, desde luego, me entretendría en estudiar por qué hay, por qué ha habido, esta difusión mediática. El poder mediático sigue siendo el cuarto poder. Lo que no aparece en un periódico o en medios televisivos no existe. Podríamos poner otro ejemplo, la historia de la violencia contra las mujeres…
Hablamos de ello si te parece. Dejémoslo para la última parte de la entrevista.
Notas:
[1] Gustavo Duch, “Un actor invisible”. Público, 22 de febrero de 2010, p. 5.
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