Miembro fundador del Comité Antinuclear de Catalunya (CANC) en 1977, Eduard Rodríguez Farré es médico especializado en toxicología y farmacología en Barcelona, en radiobiología en París y en neurobiología en Estocolmo. Ha dirigido durante muchos años el Departamento de Farmacología y Toxicología del CSIC en Barcelona. Como experto en toxicología ha asesorado al gobierno cubano en la epidemia de la neuropatía óptica, a la OMS en el síndrome del aceite tóxico y a la Unión Europea sobre la investigación en programas de salud pública y sobre la Encefalopatía Espongiforme Bovina. Actualmente es miembro del Comité Científico de la UE sobre Nuevos Riesgos para la Salud. Socio fundador de la asociación Científicos por el Medio Ambiente (CiMA), Eduard Rodríguez Farré es coautor (autor principal para ser más preciso), junto este entrevistador, deCasi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente, El Viejo Topo, Barcelona, 2008 (con prólogo, presentación, epílogo y notas finales de Enric Tello, Joaquim Sempere, Joan Pallisé, Jorge Riechmann y Santiago Alba Rico).
La primera y segunda parte de esta conversación puede consultarse en http://www.rebelion.org/
Hablábamos de las críticas de los opositores. Señalabas que, para ti, las razones esgrimidas por estos opositores estaban más allá de las razones lógicas y de la información científica contrastada. Desde un punto de vista estrictamente científico, sostenías, desde el marco conceptual en el que se mueve la ciencia médica, no existía ninguna razón admisible contra la vacunación. ¿Ninguna afirmas? ¿No eres demasiado contundente?
Ninguna, me reafirmo. Podemos analizar con más detalle el tema riesgo-beneficio al que antes aludíamos. Es evidente: todo tiene un riesgo y todo un beneficio. Aquí el balance sobre riesgos y beneficios no tiene discusión. Son indudables los beneficios de la vacunación. El ejemplo que comentaba al principio. Cuando estudiaba Medicina, te hablo de hace muchos años, yo he visto niños que se morían… Cuando hacía medicina en urgencias, el niño se te moría de ahogo y había que hacerle una traqueotomía porque tenía una difteria. Los niños que tenían tosferina se pasaba meses padeciendo enormemente. Las epidemias de tifus, los tifus eran corrientísimos. Y esto en la Medicina actual. Si pensamos en la medicina del siglo XIX, en la la peste bubónica. Por higiene, por cuestiones sanitarias, la viruela, los brotes de viruela eran terribles. No es necesario continuar.
La vacunación ha sido, y esto creo que pocos médicos podrían negarlo, el arma más potente que ha habido más potente que ha habido para prevenir enfermedades.
¿La más potente? ¿No te olvidas de los medicamentos?
Más que los medicamentos. Desde luego: desde que existen los antibióticos, una difteria, una tos ferina, son tratables con antibióticos pero es mucho más efectivo tener a la población vacunada y que no haya ningún caso de esas enfermedades hoy en día. Esto que digo sirve igualmente para el caso de la viruela u otras enfermedades.
Entonces las personas, los grupos, las organizaciones que se oponen, que se mantienen en posiciones críticas..
La argumentación que esgrimen los grupos que están en contra de la vacunación no tiene nada que ver con una explicación que tenga suelo científico o que parta o acepte la lógica científica. Responderá, acaso, a motivaciones emocionales, religiosas… Hay grupos religiosos que se oponen a la vacunación como es sabido. Los testigos de Jehová, por ejemplo, no se vacunan, no se dejan vacunar. Sostienen que las vacunas no son naturales. Con esta línea argumentativa no vamos a ninguna parte Todo esto está fuera y muy distante de un marco científico, de cualquier marco científico documentado.
¿La comunidad científica en este punto no presenta opiniones divergentes? ¿Hay entonces un acuerdo generalizado?
Puedes encontrarte algún médico…, puede haber algún médico que no razone científicamente en este ámbito pero yo, personalmente, no conozco ninguno. Es evidente que, en cualquier tema, cuando tenemos delante millares de personas alguna puede opinar lo contrario. Pero realmente este es un asunto que está aceptado desde hace un siglo. Pero es que además, insisto, es lo más eficaz que hemos tenido hasta la actualidad en Medicina.
Volvamos sobre este punto si te parece. ¿Qué ha resultado decisivo en Medicina en épocas recientes?
La gente siempre piensa en los medicamentos. Pero no es el caso. Lo más eficaz que ha existido hasta el momento en Medicina han sido las vacunaciones… y la higiene, las medidas higiénicas, eliminar parásitos. El ejemplo de la malaria es conocido.
No tanto, no tanto. Puedes explicarlo.
En España había malaria en los años cincuenta. En el delta de Ebro, en muchos sitios, pero eliminando el vector de la enfermedad, que es el mosquito, el Anopheles, se eliminó la malaria. Pese al maldecido DDT, fue el DDT lo que permitió eliminar la malaria y lo que también permitió eliminar el tifus exantemático.
¿Exantemático?
De exantema. Una erupción de color rojizo que va precedida o acompaña de calentura. Piensa en el sarampión o en la escarlatina.
Vuelvo a lo anterior. Aquellas son medidas de higiene, medidas preventivas. Necesarias sin duda. Pero desde el marco general, más constante, ha sido la vacunación lo que ha permitido eliminar una serie de enfermedades que hoy prácticamente sólo se ven en los libros de patología y prácticamente en letra pequeña. Prácticamente ya no existen.
Cambio de tema y vuelvo a cuestiones básicas. Cuando hablamos de gripe, ¿de qué hablamos exactamente? ¿Qué es la gripe?
La gripe es una enfermedad viral, clásica, que se disemina con gran facilidad. No es muy grave generalmente, depende de los años, y siempre nos ha acompañado. Es uno de los prototipos de las enfermedades -antes no lo he acabado de comentar del todo- que es mas difícil de inmunizar, de conseguir vacunas permanentes.
¿Por qué? ¿Dónde reside la dificultad para su erradicación?
Si tienes una vacuna contra la fiebre amarilla, cada diez años aproximadamente hay que ponerte una nueva inyección. La vacuna contra la difteria, contra el tétanos, son permanentes, duran prácticamente toda la vida, aunque, eso sí, a veces hay que hacer una dosis de refuerzo. Pero hay un problema con una serie de virus que no son constantes, que va mutando continuamente. Los dos ejemplos más típicos de esto que señalo son la gripe y el virus del SIDA, el virus de la inmunodeficiencia humana, o la de los felinos o de otros tipos de especies animales. Aunque no es lo mismo el caso del SIDA que el caso de la gripe, estos son virus que de repente mutan y tienen muchas variantes.
De eso vienen las siglas que a veces usamos para nombrarlos.
Efectivamente. Por ejemplo, en el virus de la gripe, ahora que se ha hablado tanto de este virus mediático vale la pena insistir, el nombre correcto es AH1N1. La H quiere decir hemaglutinina, y N es de una amirasa (aminidasa). Son dos tipos de proteínas que tiene la cápsula del virus. El virus es ultramicroscópico, del orden ínfimo, hay que medirlo en nanómetro, y están generalmente rodeados, como en el caso de la gripe, de una cápsula proteica, de proteínas. En el interior tienen el ácido nucleico que contiene las características genéticas del genoma de este microorganismo.
Y es en este tipo de virus donde se producen mutaciones.
Exacto, mutaciones continuas, espontáneas. Esto hace que esas dos proteínas que envuelven la cápsula, la H y la N, la hemaglutinina y la aminidasa, modifiquen su estructura. De ahí que sean, que les nombremos, la H1, la H2, la H3, la H4, o la N1, la N2, etc.
Se producen entonces las combinaciones y las concatenaciones nominales.
Exacto. La H1 puede permanecer sin alteraciones pero puede cambiar la N, la aminidasa puede ser la N1 o la N2 por ejemplo. Cada año aparecen virus nuevos de este tipo. En 2008, por ejemplo, no lo recuerdo ahora con exactitud, pero podía ser el H15 o el N4. No recuerdo exactamente las cifras pero creo que hay 15 posibilidades de una proteína y una docena de la otra. Combinándose entonces,. vemos que continuamente van mutando estas proteínas. Son muy esenciales…
¿Por qué?
Porque están dentro de una especie de cápsula, de una membrana para decirlo de una forma más entendible. Son las que hacen que, cuando entran en el organismo humano por ejemplo, estas proteínas se enganchen a los hematíes, a los linfocitos de la sangre y empiecen a desarrollarse. Se introducen en nuestras células y causan nuestras enfermedades.
Entonces, claro, si tú tienes una vacuna, esa vacuna será, por ejemplo, contra un tipo de virus, contra el H1N1. Pero no te sirve para el H5N4. Por eso a la gente hay que vacunarla cada año.
Contra la llamada gripe estacional.
Sí, contra la gripe estacional que es, sencillamente, la de cada año, y que cada año varía. Por eso, como decía, la vacuna contra la gripe ha de ser anual. Por eso la vacunación de la gripe es quizá la que menos saturación alcanza
¿La que menos saturación alcanza dices? ¿Por qué?
Pues porque, por un lado, para muchas personas, no para todas desde luego, es banal pasar una gripe. No tiene ninguna importancia. Siempre se ha recomendado que se vacunen sólo las personas que tienen mayor sensibilidad.
¿Y quién se muere de gripe?
En España cada año mueren unas 8 mil personas de gripe. La cifra puede ser grande pero no es tanta cuando pensamos que puede haber 20 millones de personas afectadas.
¿Veinte millones de personas?
Sí, sí,… La incidencia de la gripe en mortalidad es baja y en la última, en esta gripe mediática llamada H1N1, la mortalidad es y ha sido muy baja, más baja que la gripe estacional. Las personas que mueren de gripe son personas que, generalmente, están afectadas por otra enfermedad.
¿Quién tendría entonces que vacunarse?
Ancianos… Mi madre, por ejemplo, se vacuna cada año y tiene 90 años y me riñe a mi porque yo a veces me olvido de vacunarme y me dice: “Eduard, passes la grip perquè no et vacunes. Jo em vacuno i no passo la grip”.
Pasa siempre. Yo paso la gripe cada año y mi madre no la pasa porque se vacuna. Yo a veces me vacuno y a veces no... No te acuerdas, pases tres días en cama con fiebre y aprovechas para leer una buena novela.
Personas ancianas…, ¿alguien más?
Las personas que sería imperativo que se vacunaran son personas que tienen problemas adicionales. Una persona tiene un problema respiratorio, por ejemplo, alguien que tenga un enfisema, alguien que tenga bronquitis crónica, las personas que tienen insuficiencia cardiaca, las personas que tienen diabetes, personas que estén en situaciones inmunológicas comprometidas. Los diabéticos, los niños, los niños pequeños, sobre todo a partir del segundo año, tienen una bajada de inmunidad, … Estas son las personas que siempre se ha recomendado que deben vacunarse. Es lo que nosotros llamamos población vulnerable.
Los estudios, lo que sabemos de lo que ocurre en nuestro país por ejemplo, confirma la corrección de las medidas preventivas para esos grupos.
Sí, sí. Si miramos la mortalidad usual de una gripe, que como he dicho viene a ser de unas 8 mil, 10 mil personas, depende del año, puede comprobarse que la mayor parte de ellas son personas mayores o personas que estaban ya enfermas por otras cuestiones. Es decir, personas que estaban afectadas de forma bastante severa por una insuficiencia respiratoria, por una insuficiencia cardiaca. Estas son las personas que mueren.
El problema, insisto, en que en este caso hay que vacunarse cada año, mientras que en los otros casos, con la vacuna de la viruela por ejemplo, con una vez en la vida se tenía bastante. Servía para toda la vida porque el virus es siempre exactamente igual. Y quien dice esto, lo dice para otras muchas enfermedades: para la tosferina, para las vacunaciones usuales que se hacen a los niños. No se vuelven a vacunar porque les sirve para toda la vida. Estos agentes patógenos son muy constantes y no van mutando continuamente…Este es el problema del virus del SIDA.
¿Qué problema?
El virus del SIDA es un problema distinto que el de la gripe. Es un retrovirus…
¿Qué es un retrovirus?
Un retrovirus es un virus que tiene también una cápsula pero que al introducirse en la célula el ADN o en ARN, muchas veces es el ARN, el ácido ribonucleico del virus, el que se incorpora al genoma de la persona, al genoma de las células de la persona. Entonces estas células tienen unas funciones distintas y ahí se va multiplicando y dentro del genoma aprovecha la maquinaria celular normal para reproducirse como si fuera el genoma normal de la célula. Esto hace que además que tenga muchas variaciones, que tenga muchas variantes porque son, en realidad, trozos, fragmentos de secuencias de ácidos nucleicos. Esto hace que hoy por hoy haya intentos que la vacunación sea tan difícil…
¿Pero existen posibilidades de que podamos ver algún día una vacuna contra el SIDA?
Sí, sí. Hay cada vez más posibilidades de que la veamos en algún momento. El día en que se obtenga una vacuna eficaz será la solución del SIDA pero ha habido vacunas que han costado años y hay vacunas en bacterias que nunca han sido eficaces. No ha habido vacunas contra la sífilis, por ejemplo; las espiroquetas, las bacterias causantes de la sífilis, tienen el cuerpo arrollado, en forma de hélice.
Como la estructura del ADN.
¡Aquí no hay doble hélice Salva! Es muy difícil de obtener, decía, una vacuna contra la sífilis por razones biológicas. Lo mismo ocurre con la tuberculosis. Había una cierta vacuna contra la tuberculosis pero era muy poco eficaz...
¿Cómo se llamaba?
Se llamaba el bacilo Calmette Guerent, el BCG. Antes, cuando ingresabas en la facultad de Medicina, se vacunaba a la gente con esa vacuna. Era muy poco eficaz, ha sido siempre muy poco eficaz.
Es decir, existen organismos para los que resulta muy difícil obtener vacunas dada su complejidad biológica.
Exacto. No para todo microorganismo puede existir vacunas. No es tan sencilla la tarea. El caso del SIDA es uno de tantos, no es el único desde luego. Hay otros virus, el dengue, por ejemplo, que se están extendiendo enormemente. Es posible que algún día lo veamos en el Mediterráneo. La superficie del planeta afectada por el dengue se ha multiplicado por diez en estos últimos años.
¡Por diez!
Por diez, sí. Está llegando hasta Buenos Aires. Es una enfermedad bastante grave, se trasmite víricamente a través de un mosquito, el mismo mosquito que transmite la fiebre amarilla. No hay vacunas contra el dengue. Por dos razones: una porque el asunto es difícil, por las razones a las que antes aludíamos, y la otra, no olvidemos este nudo, es que hasta ahora la enfermedad afecta a países pobres, o empobrecidos si queremos decirlo mejor, y producir vacunas para países pobres no figura entre las finalidades de ninguna empresa.
Me refería, pues, a que hay tipos de gérmenes sobre los que, por razones de su biología es muy difícil obtener vacunas. En el de la gripe sí que se puede obtener pero tiene la característica de que la vacuna es específica para cada tipo de la modificación anual, mientras que en el caso de SIDA sigue siendo un problema porque es un virus muy raro, muy específico, de estos que llamamos retrovirus. En estos, hoy por hoy, aunque hay caminos abiertos, es muy difícil obtener resultados.
¿Puede haber inmunidad natural en algunos casos?
Puede haberla. Es rarísimo pero hay un sector muy pequeño de población, sobre todo en África, que puede tener resistencia natural al SIDA. Se está estudiando actualmente. Esto que apunto se descubrió entre las prostitutas de Nairobi. Hay prostitutas que llevan 30 años infectadas por el virus del SIDA pero no padecen, no desarrollan, la enfermedad. Se les ve que tienen el virus, se puede ver el virus, se pueden ver los anticuerpos, pero tienen una capacidad biológica resistente.
¿En Nairobi?
Sí. Más exactamente: es un grupo específico de una zona de África, de Kenia. En este territorio del noroeste de Kenia la gente vive tradicionalmente de enviar las hijas a Nairobi a ejercer la prostitución. Son factores culturales muy importantes.
Dejémoslo aquí Eduard, aunque luego podemos volver sobre el SIDA y sus negacionistas. Te pregunto a continuación por asuntos puntuales. Por el nombre que damos a las cosas por ejemplo.
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