El viceministro chino de Agricultura, Niu Dun, aseguró que el gigante asiático está cerca de aprobar la comercialización del arroz genéticamente modificado.
“China ha trabajado en la investigación del arroz transgénico y está estudiando seriamente su comercialización”, anunció el funcionario.
Esta declaración supone un cambio de tendencia ante los productos transgénicos, apuntada ya el pasado mes de julio, cuando el Consejo de Estado (Ejecutivo chino) impulsó un proyecto de investigación científica alimentaria.
Dicho proyecto estima un presupuesto de cerca de 20 mil millones de yuanes (aproximadamente 2 mil 930 millones de dólares) y las autoridades confían que esta inversión coloque a China en la cabeza de la producción mundial de transgénicos.
Cabe mencionar que el arroz es el elemento básico en la alimentación de los más de mil 350 millones de habitantes que tiene China, el país más poblado del mundo.
Actualmente, este país asiático produce 500 millones de toneladas de arroz y se calcula que para el año 2020 se debería ampliar la capacidad de producción a 630 millones de toneladas.
Por otro lado, la asociación ecologista Greenpeace inició desde hace años una campaña contra este tipo de productos, alegando que los riesgos de la modificación transgénica todavía no se conocen.
“Vale la pena evaluar las consecuencias medioambientales del arroz modificado”, detalló el responsable del departamento de alimentos y agricultura en la oficina de Greenpeace en Pequín, Fang Lifeng.
En tanto, el investigador del Centro Nacional de I+D de Arroz Híbrido, Cao Mengliang, aseguró que “para China, la seguridad de los alimentos transgénicos no es sólo una cuestión científica, sino que también tiene importancia política y económica”.
China abusa de los fertilizantes y los productos químicos en los distintos cultivos que desarrolla, verdaderamente el problema medioambiental es grave, pero los alimentos transgénicos no son una solución para ello, recordemos que algunos productos químicos que se utilizan con los alimentos modificados genéticamente son tan o más peligrosos que los que se utilizan actualmente, el glifosato o el glufosinato con el que se trata el arroz transgénico LL62.
Evidentemente los cultivos ecológicos parecen no interesar, resulta mucho más rentable la producción de transgénicos a pesar de los riesgos que pueden encerrar. Como siempre, los argumentos del hambre o el respeto medio ambiental vuelven a ser utilizados para aplicar nuevas políticas biotecnológicas, con la aprobación del cultivo y comercialización del arroz transgénico, la cantidad de hectáreas destinadas al cultivo de productos transgénicos en todo el mundo aumentará significativamente. Cada vez se hace más evidente que la alimentación biotecnológica obligada será una realidad. www.ecoportal.net
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