La mayoría de las empresas, han fijado sus objetivos de reducción sólo hasta 2012, lo que indica una necesidad de liderazgo por parte de los gobiernos.
En cuanto a los actuales objetivos de reducción, las mayores empresas del mundo están en la senda de alcanzar el nivel científicamente recomendado de emisiones para el 2089: 39 años (desde 2050) es demasiado tarde, si se desea evitar las nefastas consecuencias del cambio climático, según revela el informe de investigación ‘The Carbon Chasm– El abismo del carbono – que hoy ha sacado a la luz Carbon Disclosure Project (CDP).
Este informe muestra que las empresas del Global 100 está actualmente consiguiendo una reducción de tan sólo 1.9% de CO2 por año, lo cual se encuentra por debajo del 3.9% necesario para recortar las emisiones en las economías desarrolladas en un 80% para el 2050. Según el Panel Intergubernamental por el Cambio Climático (IPCC), las economías desarrolladas deben reducir las emisiones entre un 80 – 95 % para el año 2050, con el objeto de evitar los peligros del cambio climático.
El informe de investigación ‘The Carbon Chasm’ que ha llevado a cabo Carbon Disclosure Project, y apoyado por BT, se basa en información de datos del CDP de 2008, y analiza cómo las 100 mayores empresas del mundo establecen actualmente los objetivos de reducción de las emisiones de CO2 y de qué manera éstas son suficientes o no para combatir a largo plazo el cambio climático.
De los objetivos de reducción establecidos con fecha límite, la mayoría (84%) los han fijado para el año 2012 incluido, lo que coincide con el último año del Protocolo de Kyoto y sugiere que las empresas esperan escuchar las conclusiones de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague este diciembre (COP-15), antes de establecer nuevas metas de reducción a más largo plazo.
El director ejecutivo de sostenibilidad de BT, Chris Tuppen declaró: “La mayoría de las grandes empresas, hoy en día, miden sus emisiones de carbono y muchas de ellas establecen objetivos de reducción. Pero, ¿están esos objetivos realmente alineados con los requerimientos para prevenir los peligros del cambio climático? La investigación pone de relieve la existencia de una brecha entre lo que es necesario para el sector empresarial y lo que se promete actualmente. Necesitamos encontrar la forma de terminar con el abismo del carbono en el mundo de los negocios.”
Paul Dickinson, Consejero Delegado de CDP, la organización independiente sin ánimo de lucro que ha desarrollado la más amplia base de datos con información empresarial relativa a cambio climático a nivel mundial, manifestó: “Mientras el 73% de las empresas del Global 100 han establecido algún tipo de objetivos de reducción, la mayoría necesita ir más lejos y ser más agresivas si pretenden alcanzar a largo plazo las reducciones requeridas. Vivimos un momento de grandes oportunidades para que las empresas puedan aprovechar su ventaja competitiva mediante la reducción de su impacto en el cambio climático y beneficiarse de las reducciones de coste asociadas a esta reducción, así como de innovar en la creación de nuevos productos y servicios bajos en carbono.”
Las empresas mencionan sus motivaciones para establecer objetivos de reducción de emisiones, incluyendo la identificación de ineficiencias en las operaciones empresariales para ahorrar costes y estimular la innovación; la minimización de riesgos asociados a los Gases Efecto Invernadero (GEI) anticipando una regulación más estricta en el futuro; y por último, el posicionamiento que permite adquirir una ventaja competitiva frente a competidores.
No obstante, como las motivaciones son impulsadas por las fuerzas del mercado más que por las recomendaciones científicas, los objetivos del Global 100 no se ajustan a las reducciones requeridas.
El informe subraya algunas recomendaciones para cerrar el abismo actual entre objetivos establecidos y objetivos necesarios:
• Cada empresa debería establecer un objetivo de reducción de emisiones de CO2-equivalente
• Los objetivos deben tener un año base y un horizonte temporal fijado para su cumplimiento
• Los gobiernos deben acordar objetivos a medio y largo plazo en Copenhague para proporcionar un marco de referencia para que las empresas puedan fijar sus metas
• Los objetivos de la empresa deberían reflejar las recomendaciones científicas del IPCC: mientras los objetivos de reducción de emisiones absolutas son los recomendados, también son aceptables los objetivos de reducción de intensidad de emisiones sin son suficientemente ambiciosos.
La investigación también revela la existencia de un amplio rango de tipos de objetivos, que presentan dificultades al evaluar su eficacia y querer establecer comparaciones. Se necesita mayor armonización al fijar objetivos alineados con las recomendaciones científicas; si los objetivos son consistentes, esto ayudará a revelar a los más adelantados y los más rezagados en la tarea de reducir las emisiones y asegurará que tanto en el corto, medio y largo plazo se buscarán las mayores exigencias que permitirán permanentemente cerrar el abismo del carbono. www.ecoportal.net
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